El FMLN y sus aliados de izquierda que integran el Foro de Sao Paulo tienen en su agenda lograr la hegemonía del Poder Judicial al que consideran un ente que “desestabiliza a los gobiernos de izquierda”, además de afianzar el Poder Legislativo.
Lo anterior se plantea en el documento base del XXII Foro de Sao Paulo que esta vez, y por tercera ocasión, se realizará en San Salvador del 23 al 26 de junio, y que será sometido a consideración de los 103 partidos y movimientos de izquierda que forman parte de ese grupo creado en 1990 por el Partido de los Trabajadores (PT), de Brasil.
“La consolidación de los procesos de cambio también deberá contar con una maquinaria electoral efectiva, que desarrolle una estrategia destinada a construir la hegemonía de la izquierda en cada vez mayores espacios institucionales que forman parte del poder político, como es el Poder Legislativo, y profundizar la democratización de las formas de designación en el Poder Judicial”, se establece en el documento.
Aunque esa es una directriz para todos los partidos de izquierda de América Latina que integran el Foro de Sao Paulo, en El Salvador es un objetivo que persigue el FMLNdesde el gobierno de Mauricio Funes y la presidencia de Sigfrido Reyes en la Asamblea Legislativa, con acciones y decretos que pretenden desintegrar a la actual Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
Por ejemplo, en 2011 los diputados aprobaron el polémico decreto 743 que buscaba que los recursos de inconstitucionalidad y resoluciones fueran emitidos por unanimidad, es decir, con los votos de los cinco magistrados de la Sala y no con cuatro como lo establece la Ley Orgánica Judicial. Ese decreto fue avalado por el presidente Funes, pero posteriormente fue derogado luego que la Sala Constitucional lo declarara inaplicable.
En el documento base del Foro de Sao Paulo se añade que el Poder Judicial “en muchos de nuestros países se ha transformado en un actor político utilizado por la derecha reaccionaria, que a través de artilugios jurídicos, hostiga y desestabiliza a los gobiernos de izquierda y progresistas, y bloquea las leyes y acciones ejecutivas de contenido popular”.
Ese planteamiento encaja con los discursos incendiarios que han mantenido altos dirigentes del partido oficial, incluyendo al Presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, contra los magistrados de la Sala de lo Constitucional de la CSJ por sus fallos.
Una de esas ocasiones fue el 1 de mayo de 2015, en el marco del Día del Trabajo, cuando Sánchez Cerén criticó la resolución de la Sala que suspendió la instalación de la Asamblea Legislativa al decir que “cuatro personas están bajo la ley y la Constitución de la República. Ya es tiempo que digamos basta”.
El mandatario se quejó que cuatro magistrados “despiden funcionarios y suspenden la Asamblea Legislativa con valoraciones antojadizas, que representan grupos oligarcas”.
También el secretario general del FMLN, Medardo González, ha despotricado contra el tribunal constitucional.
“La Sala de lo Constitucional quiere echar por la borda el espíritu de los Acuerdos de Paz de 1992. No hacen una reforma sino una contrarreforma desde la derecha. Estos señores son una corriente de la derecha”, manifestó el dirigente en junio de 2014, luego del fallo judicial que declaró ilegal el nombramiento del efemelenista Eugenio Chicas como magistrado del Tribunal Supremo Electoral, debido a su afiliación al FMLN.
En agosto de ese mismo año, la diputada efemelenista Karina Sosa se quejó en el Foro de Sao Paulo que se realizó en Los Ángeles, Estados Unidos, que con la llegada de Mauricio Funes a la presidencia en 2009, el FMLNno había obtenido el poder total.
“Ganamos las elecciones pero no ganamos el poder mediático, no ganamos el poder económico, no ganamos la mayoría del Congreso.Tenemos una Corte Suprema de Justicia con mayoría de la derecha”, reprochó la efemelenista, quien en la misma ocasión añadió: “Por eso decimos que este es un gobierno (de Mauricio Funes) de transición, no tenemos la totalidad del poder…”.
Medios de comunicación
Pero además de querer controlar el Poder Judicial, tanto el FMLN como los partidos de izquierda en el Foro de Sao Paulo consideran que una parte fundamental para conseguir ese poder total pasa por tener el control de los medios de comunicación y crear sus propias redes de medios.
“Es obligación primordial de los partidos de izquierda y de las fuerzas progresistas, crear sus propios instrumentos de comunicación y estimular desde el gobierno la ampliación al acceso en todas las esferas (prensa escrita, audiovisual, TV, redes sociales, etc.), para contrarrestar también en ese plano la influencia prácticamente exclusiva de las clases dominantes y el imperialismo, con sus cadenas mediáticas y virtual monopolio informativo”, dice en las conclusiones del documento.
En ese punto, el gobierno del FMLN ya lleva avanzada esa parte del guión del Foro de Sao Paulo al formar una red de medios televisivos, radiales y periódicos digitales afines al Ejecutivo.
El documento base también propone, entre otros puntos, respaldar a los izquierdistas Nicolás Maduro, de Venezuela, y a Dilma Rousseff, de Brasil, quienes están en el ojo del huracán en sus países.
La cúpula del FMLN aseguró ayer que más de 60 personalidades de la izquierda latinoamericana ya confirmaron sus asistencia al Foro de Sao Paulo la otra semana y el respaldo a Rousseff y Maduro.
“Nosotros hemos sido muy claros alrededor de que que todos los países de la región de América Latina y el Caribe somos países soberanos, somos países libres, que tenemos gobiernos constituidos y elegidos democráticamente por los soberanos, y que en ese sentido, deben ser respetados los distintos gobiernos y en este caso me quiero referir particularmente al gobierno de Venezuela, que ha estado siendo acosado de una manera directa por potencias extranjeras”, señaló ayer Medardo González, secretario general del FMLN, durante la conferencia de prensa para dar detalles sobre el Foro.
El partido oficial y el presidente Sánchez Cerén han insistido en respaldar los gobiernos de Maduro y de Rousseff, pese a la crisis que enfrenta el venezolano por la escasez de alimentos y medicinas, y a pesar del juicio que se le sigue a la depuesta presidenta brasileña bajo la acusación de falsear información financiera del Estado.