Monólogos con ???V??? de victoria

Por cuarta ocasión, el Teatro Luis Poma pone en escena el fenómeno internacional Los monólogos de la vagina, tragicomedia de humor cáustico que figura entre las favoritas del público.

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elsalvador.com

Por Rosemarié Mixco

2016-06-18 7:14:00

Estreno no es, pero tampoco importa mucho. La comedia impregnada de una fuerte denuncia social Los monólogos de la vagina supera el paso del tiempo y persiste en la lucha contra la violencia de género en casi 120 países.

En El Salvador, se ha posicionado como una de las favoritas del público amante del teatro, pese a los prejuicios y tabúes que predominan en las sociedades centroamericanas. En el país, hay personas a las que todavía les cuesta decir las cosas por su nombre, sobre todo si dichos nombres están estrechamente relacionados a la sexualidad.

Y precisamente con un inmenso listado de sobrenombres para la vagina es como inicia la propuesta hondureña de Teatro Memorias, basada en la obra original de 1996, escrita por la dramaturga y activista estadounidense Eve Ensler.
“Es un éxito. Más que una obra de teatro, un fenómeno. Algo similar a lo que ocurre con la obra El cavernícola”, expresa Roberto Salomón, director de teatro a cargo del Luis Poma desde 2003.

Por supuesto, el público de  Los monólogos no es el mismo de El cavernícola. Entre las audiencias, aquí como en otros países, persiste la idea que es una producción feminista, exclusivamente para mujeres. “Tengo amigos que me dicen que no ven la obra porque los estamos insultando”, comentó Marey Álvarez, una de las tres actrices hondureñas que protagonizan la obra que sigue en cartelera este domingo 19.

Y es que el título Los monólogos de la vagina causa escozor a muchos, morbo a otros y curiosidad a cierto tipo de personas. Lo cierto es que más que vulgaridad o feminismo, Los monólogos son poesía, verdaderas obras literarias que denuncian las realidades de millones de mujeres alrededor del mundo. Ensler realizó toda una investigación previa antes de elaborar el guión, fueron al menos 200 las entrevistas realizadas a mujeres de todo tipo, razas y tradiciones.

Con una sobredosis de humor negro, la autora aborda inteligentemente temas tan actuales como la violación, la prostitución y la circuncisión femenina. Además, se habla de temas tan cotidianos y liberadores como la menstruación, las fantasías, la sexualidad y la aceptación del cuerpo. Es una obra que genera complicidad con el público y confronta a las audiencias.

Inma López, otra de las actrices de Teatro Memorias, afirma que para ellas en lo particular ha sido una experiencia enriquecedora llevar la obra a escena desde 2012. “De forma personal ha significado mucho, hay un antes y un después de esta obra”, manifestó.

Mariela Zavala, la tercera de las artistas a cargo del montaje, reconoce que en un inicio se enfrentaron a los prejuicios que provoca el término vagina, pero con el paso de los días, la dirección de Tito Ochoa y la interrelación con el texto, los tabúes fueron superados.

La noche del jueves 16 y viernes 17, el público salvadoreño que llenó la sala del Luis Poma enfrentó los prejuicios, gozó con el humor cáustico y se solidarizó con las denuncias. Si aún no se decide a dejarse sorprender, mañana domingo se ofrecerán dos funciones. ¡Atrévase!