Pese a que se proyecta una caída de 0.5% en el crecimiento económico de América Latina para este año, varios países viven disturbios políticos y el virus del Zika continúa expandiéndose, este será un año de cambios positivos para las economías de la región.
Así lo prevé el gerente senior para Medios del Foro Económico Mundial, Peter Vanham.
Para sostener su afirmación, el especialista se basa en cuatro argumentos. El primero de ellos es que Colombia podría finalmente alcanzar la paz este año.
El segundo es que Brasil parece haber tocado fondo, pero puede encontrar la manera de volver a subir.
En tercer lugar, Vanham señala que Argentina y Cuba reingresan a la economía global, después de décadas de aislamiento.
Como cuarto argumento, es casi seguro que ocurrirá un gran cambio en Venezuela.
Paz para Colombia
Para el caso de Colombia, el proceso de negociación que ha iniciado su presidente, Juan Manuel Santos, con la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), pinta para que fortalezca el clima de inversión en dicha país.
La finalización de un conflicto que ha durado más de 50 años se traduciría en ganancias sociales y económicas para el país. El suceso sería positivo para el sector manufacturero, los inversionistas y los comerciantes, según estimaciones del Foro Económico Mundial.
La creación de un clima de negocios y de inversión más atractivo estimularía el crecimiento hasta un 2.5%, que todavía se quedaría modesto ante las cifras que el país obtuvo en los últimos cinco años.
Esperanza en Brasil
La economía brasileña, por su parte, a pesar de los impasses políticos de este 2016, podría encontrar una válvula de escape que le permita un leve crecimiento.
La crisis política que enfrentó la presidenta Dilma Rousseff cuando apenas iniciaba su segundo mandato, por reelección, se vio abruptamente opacado por el escándalo de corrupción que involucraba a muchos políticos brasileños, incluyendo su propio partido.
Ante la situación, los especialistas en economía prevén una tasa de crecimiento económico negativo de 3.8% para Brasil, muy distante de aquellas altas tasas de crecimiento de entre el 6 y el 7%.
El escándalo político y la presión del pueblo brasileño lograron la suspensión de Rousseff como presidenta, y en su lugar asumió el vicepresidente Michel Tamer.
Con la llegada de Tamer, los inversionista prevén que lo peor ha pasado y han trascendido a un periodo de mayor confianza.
El clima de negocios ha mejorado y el mercado de valores se ha recuperado, lo que constituye una esperanza.
El factor Cuba-EE.UU.
Estados Unidos está directamente relacionado con los números positivos que obtendría Cuba, por ejemplo.
La isla estrechó nuevamente sus relaciones diplomáticas con su viejo enemigo norteamericano, dice Vanham.
La situación bien podría indicar el nuevo comienzo de un proceso económico para Cuba.
El cese del distanciamiento entre ambas naciones vendría a impulsar el turismo en la isla, sobre todo, empujando así un despegue económico que hasta la fecha, por el modelo económico socialistas, ha sido bastante bajo.
Argentina podría ser otra de las económicamente beneficiadas, gracias a las relaciones positivas con EE.UU.
Mientras la batalla por el pago de la deuda se mantiene, con la llegada de Mauricio Macri como presidente el aislamiento político del país parece haber finalizado.
Posible giro en Venezuela
Cuando América Latina ve a diario, a través de los diferentes medios, noticias negativas de la situación de Venezuela, para el Foro Económico Mundial existe una luz al final del túnel.
El desabastecimiento de alimentos, medicamentos, déficit presupuestario y otros, por la caída de los precios del petróleo, parte importante de sus ingresos, han generado una verdadera crisis en la nación.
Además, en los últimos cuatro años la inflación ahoga a los venezolanos y el poder adquisitivo de su moneda, el bolívar, ha caído por lo menos 95%.
Pero para el Foro Económico Mundial el inminente colapso de Venezuela es la hipótesis en la que se basa para prever número positivos.
Venezuela tiene nulas oportunidades de mejorar su situación al cierre de este año. Lo anterior podría abrir la posibilidad de una transición política y el país tendría la oportunidad de empezar de cero, siendo optimistas.