Cambiar las constituciones de cada país propone el Foro de Sao Paulo, lo que en nuestro El Salvador viene planteando desde hace rato la extrema izquierda.
La guerra contra “las cláusulas pétreas”, lo inamovible, viene desde hace siglos: a dictadores, reyes absolutistas, tiranos, les choca grandemente que haya leyes, normas, usos y tradiciones que limiten sus poderes, por lo que permanentemente, desde Juan sin Tierra hasta el tirano de Corea del Norte, se menean para consolidar su voluntad por encima de toda consideración.
Como los comunistas salvadoreños y en cumplimiento de lo dispuesto por los reunidos del Foro de Sao Paulo, “quieren cambiar la Constitución”, les hacemos las preguntas siguientes:
¿Qué es precisamente lo que quieren suprimir del Orden de Derecho que rige en esta tierra?
–¿Les incomoda que tanto entidades privadas, personas y Probidad de la Corte Suprema investigue a los corruptos y quiera procesarlos y encarcelarlos?
–¿Es que, siguiendo lo declarado por una diputada oficialista, quieren hacerse no sólo con el poder político, sino además caer encima de los bienes de toda la gente del país?
–¿Piensa el Partido Comunista abolir la existencia de todos los partidos de oposición, para imponer un partido único como en Cuba?
–¿Piensan abolir la propiedad privada reduciendo las posesiones de los que se transformarían en sus súbditos, a su ropa, algunos muebles y enseres domésticos?
–¿Piensan suprimir el derecho de la gente a salir y entrar libremente de El Salvador además de circular por todo el territorio sin necesitar permisos especiales y de un pasaporte interno?
–¿Es que proyectan crear cuerpos de defensa revolucionaria para controlar lo que cada persona hace con su tiempo, vigilar con quiénes se reúne y alentar el espionaje de todos contra todos?
–¿Es que van a tomar control de los niños desde muy jovencitos (cuatro o cinco años) para educarlos por su cuenta?
–¿Podrá la gente escoger libremente su lugar de trabajo, su profesión, su sitio de residencia, o tendrá que cumplir con lo que se le asigne?
–¿Van a perseguir personas por lo que piensen, digan, escriban, comuniquen o actúen, como sucede bajo los castristas en Cuba?
¿Cambiarían rumbo de haber
una hambruna en el país?
–¿Podrán los ciudadanos de un país como el que propone el Foro de Sao Paulo, ser dueños de medios de difusión para defender sus ideas?
–¿Cree la extrema izquierda salvadoreña en los pesos y contrapesos institucionales o están tras el poder sin cortapisas y limitaciones?
–¿Van a restituir la pena de muerte? ¿Se permitirá a los encausados de un crimen escoger a sus abogados aunque estos se desempeñen fuera del país?
¿Contemplan corregir sus propios errores, cambiar de rumbo, destituir a miembros del partido que abusen, reemplazar a ministros o funcionarios de una manifiesta incapacidad?
¿Están preparados los que ahora claman por un cambio hacia el marxismo total, a corregir rumbos en caso se produzcan hambrunas como ahora en Venezuela, país donde ya están comiendo perros callejeros y la gente asalta camiones de basura buscando comida?
No hay país totalitario próspero donde la gente sea libre y piense, diga y haga sin que los encarcelen o fusilen.