A tres días de la implementación del plan Cero Tolerancia, aún se ejecuta con timidez, ya que el brazo de la Policía de Tránsito no logra detener a las rastras y camiones que circulan de 5 a 8 de la mañana, los portones continúan cerrados en las colonias y los ejes preferenciales siguen repletos de vehículos parqueados.
El plan contempla que de 5:00 a.m. a 8:00 a.m. y de 4:30 a 7:00 pm. no se permite tráfico pesado en la zona de Los Chorros y que estos vehículos serán detenidos en el kilómetro 27 de la carretera Panamericana en la mañana, para evitar que entren a la capital en horas pico.
Ayer se observó que unos 50 furgones estaban detenidos en dicho kilómetro, en los que había dos retenes policiales, los que dejaban circular a los cabezales y no los detenían.
“Los cabezales no entran en este plan, por eso no los estamos deteniendo”, aseguró un agente que no quiso ser identificado.
Los que se quedaron parqueados por más de dos horas se quejaron por la medida. “No estoy de acuerdo porque no somos los únicos que causamos tráfico, dejan de lado el transporte público que tanto afecta la libre circulación y nos echan la culpa a nosotros, por eso no me parece un plan completo y no estoy de acuerdo con él”, reclamó Omar García, conductor de rastra.
También los portones de colonias privadas deben estar abiertos de 5:30 de la mañana a 8:00 de la noche y se deben liberar ejes preferenciales y redondeles.
Pero el plan ha sido ignorado por las colonias, ya que los portones de seguridad continúan cerrados.
Por ejemplo en la colonia Santa Mónica y Santa Teresa, en Santa Tecla, y en Antiguo Cuscatlán, en La libertad, no hay paso en algunas calles por las estructuras cerradas.
“Por seguridad no se abren los portones de la avenida Santa Teresa, nunca se han abierto, y lo que dice del plan del VMT, los vecinos no lo conocemos, ni nadie nos ha informado nada”, reveló Laura Durán, de la colonia Santa Mónica.
En esa misma avenida, los vehículos se parquean sin discriminación en las aceras.
“Nosotros como peatones también nos la vemos difícil, porque los carros siempre están en la acera y nos cuesta pasar, y no s vemos obligados a caminar en la calle, lo que es un riesgo”, aseguró Diego José Leiva, habitante de la colonia Santa Mónica.
En la Troncal del Norte, a la altura del kilómetro 2, un tramo es utilizado como parqueo por camiones y carros livianos.