El diseñador georgiano Demna Gvasalia apostó hoy en el primer desfile masculino de la histórica firma Balenciaga por una “nueva silueta de sastrería” manteniendo la esencia del modisto español pero con su característico estilo urbano.
La que fue su primera colección masculina para la ‘maison’ fundada en 1917 por Cristóbal Balenciaga recibió las alabanzas de los invitados al show, celebrado bajo el techo acristalado de un céntrico colegio parisino con vistas a la Torre Eiffel y otros emblemáticos puntos de la capital de la moda.
En una gama de colores poco primaveral donde predominaron el negro, azul marino, beige y varios ‘total looks’ en rojo, la chaqueta fue la protagonista de una colección marcada por amplias hombreras y siluetas estructuradas de apariencia casi geométrica, con estampados adamascados y alguna pieza en terciopelo.
Algunos diseños marcaron la cintura mientras que los pantalones rectos se llevaron cortos, por encima del tobillo, combinados con botas de piel, terciopelo e incluso estampado animal.
Estolas de seda, como las que usan cardenales y otras figuras eclesiásticas, vistieron los hombros de modelos que parecían llegar de misa. Fueron también los mismos proveedores de la Santa Sede los que, según informó la firma, han tejido las piezas que hoy exhibió Balenciaga.