El sector agrícola en el país no es el único que ha tenido que enfrentar los efectos del cambio climático en sus cosechas. También el sector ganadero ha enfrentado dificultades para mantener en los últimos dos años los mismos niveles de producción de leche.
El presidente de la Asociación de Productores de Leche de El Salvador (Proleche), Alfonso Escobar, dijo ayer que el sector ganadero se ha debatido entre mantenerse en los mismos niveles de producción sin aumentar precios, y además sobrellevar mayores costos por el cambio en la dieta alimenticia del ganado.
El problema se originó desde que los periodos de sequía se extendieron más en el país, lo que llevó a que disminuyera la cantidad y la calidad del forraje que consumen las vacas.
El presidente de Proleche explicó que lo ideal para los ganaderos es alimentar el hato con forraje de la mejor calidad, y complementar con concentrado en la menor cantidad posible.
Esto sirve para mantener una buena producción de leche y les ayuda a conservar sus niveles de rentabilidad.
Sin embargo, el problema ha sido que el forraje que se le ha tenido que dar al ganado no es de muy buena calidad, ni cuenta con la suficiente variedad nutricional; esto conlleva a que aumente la cantidad de complemento con más concentrado, para cumplir los nutrientes totales y en consecuencia, que se le incrementen los costos al ganadero, explicó Escobar.
El dirigente añadió que el costo es más elevado, ya que deben comprar el maíz a los productores locales, mientras que la soya deben importarla.
No obstante el aumento de más del 15 % de sus costos, el presidente de Proleche destacó que el precio de la botella de leche no aumentado.
“Hay quienes nos dicen: si se les aumentan los costos, que aumenten los precios, porque eso compensaría y nos permitiría seguir siendo rentables; pero si usted va a un supermercado, va a ver que encuentra productos de cualquier parte del mundo, y si a nosotros nos va mal por la sequía y queremos aumentar el precio, esos productos (de otros países) no suben de precio, entonces nosotros dejamos de vender, y si dejamos de vender, cerramos”, agregó.
Aunque la producción de leche ha logrado mantenerse relativamente estable, el aumento de costos les genera cada vez menos rentabilidad a los ganaderos, y los deja más vulnerables para hacerle frente a otros problemas que deben enfrentar, como el aumento al salario mínimo, añadió Escobar.
Según los datos del presidente de Proleche, los costos de producción de una botella del líquido oscilan entre los $0.33 y $0.35, y su precio de venta sin IVA es de $0.37 por botella, por lo que la ganancia para el ganadero es de entre $0.02 y $0.03 por botella.
Si los costos se les incrementan más, por temas como el salario mínimo, la situación sería mucho más complicada, aseguró Escobar.
El dirigente ganadero indico que el sector se enfrenta no solo a retos de origen natural, sino también a otros externos, como la inseguridad en el campo y la competencia desleal.