El Juez Segundo de Sentencia de Santa Ana, Carlos Alfredo Alvarado Rodríguez junto a otro hombre identificado como Javier Arévalo Toledo, habrían ofrecido llevar a su casa a un hombre que no pudo tomar el último bus para regresar a su casa, supuestamente lo engañaron y luego lo violaron el 18 de junio, de acuerdo con el requerimiento presentado por la Fiscalía General en el juzgado Primero de Paz de esa ciudad.
La FGR, en su acusación contra las dos personas, sostiene que la víctima (Géminis) había viajado aproximadamente a las 5:45 p.m., desde su casa hacia Santa Ana, para realizar unas diligencias. Sin embargo, cuando las concluyó ya era tarde y no alcanzó a tomar el autobús de regreso a su casa.
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Por ello, según el Ministerio Público, se quedó cerca de un casino de la zona, a la par del Duicentro de esa ciudad.
A eso de las 12:30 a.m. del siguiente día, Géminis comenzó a caminar a una gasolinera ubicada sobre el bulevar Los Cuarenta y Cuatro, en la carretera que de Santa Ana conduce hacia San Salvador.
Ahí, señala la acusación, esperaría que amaneciera para abordar una unidad de transporte y regresar.
Al llegar a la gasolinera, dos horas después, se sentó en una banca y observó personas departiendo en distintas mesas.
Media hora después, según la Fiscalía, la mayoría de personas ya se habían retirado, pero en la última mesa del lugar, a unos cinco metros de donde estaba Géminis, se encontraban dos hombres con bebidas embriagantes, se presume eran el juez Alvarado Rodríguez y Arévalo Toledo.
Con ellos llegó a conversar otro sujeto, que no es identificado en el requerimiento.
Diez minutos más tarde, uno de los hombres, de unos 45 años, que estaban en esa mesa (el documento no especifica el nombre), fornido, piel trigueña clara y que usaba lentes, levantó un envase de cerveza, invitando a Géminis a departir.
Él llegó y se sentó a su lado, uno de los dos sujetos que estaba dormido en una banca, es descrito como delgado, piel morena y de aproximadamente 38 años.
El que lo invitó a tomar le preguntó de dónde era y qué hacía a esas horas en el lugar. La víctima, detalla la acusación, se tomó dos cervezas y escuchó la conversación de los sujetos.
Luego de una plática, el hombre que ofreció las cervezas a Géminis le dio “ride” al otro. Despertó al sujeto que estaba dormido en la banca y abandonaron la gasolinera en una camioneta gris.
Géminis se quedó solo en la mesa a las 4:00 de la mañana.
Luego de una hora, se dio cuenta que la ruta de autobuses que lo llevarían hacia su casa había comenzado a transitar, y vio que en la misma camioneta que había partido regresaba con el sujeto fornido junto al otro que estaba dormido en la banca, que iba en el asiento trasero.
El primero bajó el vidrio, le preguntó qué hacía todavía en ese lugar. Géminis contestó que esperaba que amaneciera para volver a su hogar.
Ambos se ofrecieron en irlo a dejar a su casa, por lo que la víctima se subió en la parte de atrás de la camioneta.
El conductor se incorporó a la carretera que conecta Santa Ana y San Salvador, desviándose del camino que la víctima le había indicado. Cuando esta le preguntó el por qué, el sujeto le dijo que tomaría otra ruta, pero lo llevó hasta una vivienda de la residencial El Trébol, siempre en Santa Ana.
El hombre fornido se bajó del carro junto al de piel morena. Este le ordenó a la víctima que se bajara, intentó correr, pero lo tomó de la camisa. Luego, tanto Alvarado Rodríguez y Arévalo Toledo lo metieron a la fuerza en una casa.
Según el relato lo llevaron a un cuarto, pusieron música para que nadie escuchara lo que sucedía.
El hombre que manejaba el auto, según FGR, tenía una llaga pequeña en el abdomen. El otro, un tatuaje con forma de dragón en la parte derecha de la cadera.
Cuando habrían terminado de violarlo, advirtieron a Géminis que si los denunciaba atentarían contra su vida. Este se fue a una tienda, donde compró un lapicero, al no poder leer ni escribir, le pidió a una señora que pasaba por la zona que le anotara en su mano izquierda el número de la placa del carro en el que lo habrían llevado (P113-782).
La víctima se encontró minutos después a agentes del CAM. Les comentó lo sucedido y ellos llamaron al 911, la Policía llegó hasta la casa indicada, donde capturaron al juez Alvarado Rodríguez y a su acompañante.