En 1976, convencido de que mi futuro estaba en España, solicité y acepté la nacionalidad y desde entonces participo en las elecciones al parlamento y gracias a la democracia en unas ocasiones voté a un partido y en otras a otro… Así es en democracias maduras, los ciudadanos podemos elegir en función de las propuestas y la credibilidad de los candidatos…
En 1986, Justo cuando España entraba en el Mercado Común Europeo, decidí crear mi propia empresa y hasta que volví a El Salvador fue muy bien… Las empresas requerían de nuestros servicios para mejorar su competitividad y hacer frente a los retos del Mercado Común Europeo… Y poco a poco fue realizándose el proceso de integración al Mercado Común y luego a la Comunidad Europea…
Es cierto, cerraron muchas empresas por falta de competitividad, pero abrieron otras, y poco a poco se fueron aplicando los principios de libre circulación… Primero de las personas, pudiéndose viajar por todos los países de la Unión Europea solo con el Documento Nacional de Identidad. En segundo lugar, la libre circulación de productos y cayeron todas las aduanas, y tercero, la libre circulación de capitales, hasta que el año 2002 se implantó el euro… Y desde entonces, 550 millones de personas, cientos de miles de productos y muchas inversiones, se mueven por la Comunidad Europea sin problema…
Sale un camión refrigerado de Holanda con claveles de Keukenhof por la mañana y llega por la tarde a las tiendas de Munich en Alemania sin haber parado en ninguna aduana de los tres o cuatro países por los que pasó.
En Centroamérica se pierden millones de horas en las fronteras haciendo colas y encareciendo los productos. Un camión y un motorista parado es un desperdicio, si solo calcula a veinte dólares por hora, se le pondrán los pelos de punta calcular en cuánto hay que incrementar los precios finales de los productos, además, la inmensidad de horas de retraso…
Fíjese… Si todo El Salvador fuera limpio como la Gran Vía, así es toda Europa, no habría tantas enfermedades causadas por el mal manejo de la basura… Un joven nacido entre los setenta y los ochenta, que hoy tiene entre 30 y 40 años, normalmente es graduado, tiene uno o dos master, habla tres idiomas y puede trabajar una parte del año en un país y la otra en otro. Mi hija habla español, valenciano, inglés, francés, portugués y entiende el alemán… Muchos ingenieros de Polonia, de la República Checa u otro país miembro de la extinta URSS, que no les permitía salir, hoy desarrollan proyectos por seis meses en Alemania y vuelven a su país con dinero y nuevas experiencias… Los vehículos con placas europeas circulan por los miles de kilómetros de autopistas europeas sin que la policía les pare. Ninguna escuela tiene goteras, ni hay gente sin camas en los hospitales… Cosas que aquí aun son “ciencia ficción” son en Europa normales… La sensación de libertad y seguridad se siente al nomás bajar del avión y entrar al aeropuerto… Hoy hay elecciones en España… ¡Qué suceda lo mejor para el país y los españoles!
*Columnista de El Diario de Hoy.
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