Circular por cualquiera de los tramos en los que funciona el carril segregado del Sistema Integrado de Transporte del Área Metropolitana de San Salvador (SITRAMSS), es un dolor de cabeza para miles de automovilistas.
Mientras los autobuses especiales utilizan los carriles segregados, teniendo siempre vía libre, millares de conductores durante todo el día, están inmersos en un tráfico que parece no tener fin.
Sin embargo, al beneficio especial de esos buses, poco a poco se han ido agregando conductores que tienen el privilegio de viajar en unidades con placas nacionales.
Según los titulares del Ministerio de Obras Públicas, estas calles fueron hechas para que circulara la flota de 37 unidades, entre padrones y articulados, que posee en la actualidad el Sitramss.
Vea la galería en el siguiente enlace: Vehículos nacionales utilizan el carril del Sitramss
Además, las unidades de policía y de los cuerpos de socorro que estén cubriendo una emergencia.
Sin embargo, durante un recorrido realizado en algunos tramos de estos carriles, se pudo observar algunos automotores de cuatro puertas con placas nacionales, además de pick ups, en los que se transportaban empleados gubernamentales, que utilizaban estas vías para evitar el trafico en la zona de la Alameda Juan Pablo II o el bulevar del Ejército.
Esta situación, también se repite en horarios que no son laborales.
En horas de la noche, quien tiene el privilegio de trabajar en una institución pública y que le autoricen para llevarse el vehículo asignado a su casa, es común observar a los conductores utilizar estos tramos exclusivos en algún tramo del bulevar del Ejército.
Incluso en horas de la mañana, se pueden observar vehículos de diferentes alcaldías, autobuses de la Fuerza Aérea, microbuses y pick ups del gobierno, viajando en estos carriles.
Las calles son de uso públicos
Según Genero Ramírez, presidente de la Asociación Salvadoreña de Empresarios Salvadoreños (AEAS), desde hace buen tiempo, los transportistas agremiados en su asociación, han denunciado la usurpación de bienes públicos a través de los carriles exclusivos del Sitramss, irregularidad que según él, no esta plasmada en ninguna ley, marginando a los conductores particulares.
“Esto demuestra la irracionalidad o el nivel de impunidad de algunos funcionarios públicos, ya que por más denuncias que realicemos y la aceptación de un recurso por parte de la Corte Suprema de Justicia, la situación continua igual. La calle es de uso público y ellos se la han apropiado de una forma inadecuada”, dijo el empresario.
Agrego además, que la constitución dice que cuando se va a licitar cualquier tipo de obras de uso público, o a entregar bienes del estado a entidades privadas, la Asamblea Legislativa debe aprobar este trámite.
Sin embargo, en el caso del Sitramss, con solo reformar un reglamento han monopolizado calles de San Salvador, aseveró.
En el país existe un parque vehicular de unos 925, 238 automotores, de los cuales cerca de 11, 663 portan placas nacionales, según datos proporcionados por el Viceministerio de Transporte en enero de 2016.
Sólo en el bulevar del Ejército, circula un promedio de 50 mil automotores, los cuales todos los días y a cualquier hora, se enfrentan a un tráfico constante, mientras los carriles segregados se encuentran casi vacíos.
Cada cinco minutos recorre los carriles especiales un bus del Sitramss. En 40 minutos pasan, frente a la estación del Hospital Amatepec, 10 buses articulados y nueve tipo padrón.
Mientras, en los carriles que de San Salvador va Soyapango o viceversa (según la hora pico), existe un congestionamiento casi constante.
Esta situación se complica, debido a que de forma abrupta, los carriles del bulevar se transforman en dos vías, en la zona del puente conocido como Eureka.
La situación se agrava con la puesta en funcionamiento del semáforo de entrada a la colonia Amatepec, y la nula ausencia de delegados de transporte frente a la estación provisional de Soyapango, en donde varias unidades hacen meta, reduciendo a un solo carril el de circulación de los conductores particulares.
La situación se complica cuando hay un carro varado, sin que ninguna autoridad intervenga para mejorar la situación, mientras los carriles segregados lucen desolados , siendo utilizados solo por los conductores afortunados que tienen vehículos con placas gubernamentales.