El dinero que los trabajadores están ahorrando para jubilarse en un futuro, y que ya suma $8,600 millones, apenas ha ganado un promedio de 1.79% de interés en los últimos doce meses, según las estadísticas de la Superintendencia del Sistema Financiero a febrero de este año.
La poca rentabilidad se debe a que la mayoría del dinero está invertido en instrumentos financieros del Gobierno, que poco a poco reduce su credibilidad crediticia en el mercado financiero, debido a su elevada deuda nacional.
Hace un año esa ganancia era de 3.98%, lo que muestra una significativa caída para los ahorros de los salvadoreños, que ya están en vilo por una posible reforma al sistema de pensiones.
Esta ganancia se obtiene a través de las inversiones que las AFP hacen en el sistema financiero nacional y que, desde 2006 están obligadas a comprar el 45% de deuda del Estado, más otra parte que se le compra a instituciones públicas.
¿Pero por qué ganan tan poco los ahorros de pensiones? De acuerdo con el análisis de riesgo de las AFP, las ganancias de estos fondos han caído porque la deuda del país ha subido y con él, existe ahora un mayor riesgo crediticio.
Además, no hay liquidez financiera, un dato que se evidencia por un mayor uso de la “tarjeta de crédito” o Letras del Tesoro para tener dinero fresco, además de los retrasos de pago a los proveedores.
En abril de este año, la agencia calificadora de riesgo Moody’s anunció que le bajó la nota al país de BB- a B+, lo que en palabras sencillas significa que El Salvador es cada vez menos confiable de pagar sus deudas a sus acreedores.
¿Y qué tiene que ver la deuda del país con los ahorros de la gente?, se preguntarán muchos.
La explicación está en que la mayor parte de los ahorros de los trabajadores está invertido en instrumentos estatales: titularizaciones y títulos obligatorios que las AFP deben comprar por ley a una tasa bien baja.
Hubo un tiempo en el que los ahorros ganaban mucho. Según las estadísticas oficiales el dinero llegó a obtener ganancias de hasta el 12.93%. Sin embargo, desde 2006, cuando las AFP se vieron obligadas a prestarle el dinero al Gobierno a través de un Fideicomiso de Obligaciones Previsionales (FOP) la rentabilidad comenzó a caer y caer.
Por ley las AFP le prestan al Gobierno el 45% de todo el fondo, que a estas alturas suma más de $8,600 millones a una tasa no mayor al 3%.
Eso significa que casi la mitad de todo el ahorro de los salvadoreños gana bien poco por estar en manos del Gobierno.
El resto de dinero se le presta a instituciones como la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA) o al Fovial, que han prestado dinero para mejorar la infraestructura aeroportuaria y carreteras, por ejemplo.
La Asociación Salvadoreña de Administradoras de Fondos de Pensiones (Asafondos) asegura que si no existiera esta obligación el dinero se pudiera invertir en otros instrumentos que ganaran intereses de mercado, entre el 6 y el 7%. También resienten que no se pueda invertir en el mercado internacional pues las ganancias en ese ambiente son mejores que limitarse a instrumentos del Gobierno.
Reforma no mejora tasas
La reforma que el Gobierno ha propuesto, y que los diputados están estudiando en la comisión de Hacienda, no incluye ningún cambio para mejorar esta baja tasa de interés. Por el contrario, de acuerdo con la propuesta de un sistema mixto, en el que se reabriría un sistema de reparto y el Gobierno se llevaría unos $4,800 millones de un solo plumazo, el Gobierno seguiría obligando a las AFP a prestarle dinero a través del FOP.
El presidente de Asafondos, René Novellino, ha insistido en que una verdadera reforma de pensiones debe contemplar mejoras para este fondo de inversión y no solo el traslado de dinero de un sistema privado al público.
El Comité de Trabajadores en Defensa de los Fondos de Pensiones (Comtradefop) coincide en que esta baja tasa de interés para los ahorros de los cotizantes reduce las posibilidades de una mejor pensión.