Luego de vivirlos tantas veces te acostumbras a enfrentarlos a diario y los asumes como parte de la naturaleza femenina, aunque eso no quiere decir que no sea molesto. Algunos culpables de estas situaciones incómodas son el maquillaje, la ropa y los accesorios. Si te identificas con ellos, no te preocupes; recuerda que no eres la única que pasa por eso.
1- Manicure estropeado. Es frustrante descubrir que el manicure se dañó a solo minutos de salir del salón de belleza o al cabo de haberse maquillado las uñas en casa. Con suerte será solo el esmalte, porque lo peor que puede pasar es que la uña se rompa en el momento menos oportuno, sin una lima en tu cartera.
2-La liga rota. Cualquier cosa que mantenga nuestro cabello bajo control es el mejor aliado de las mujeres que no son amigas de tener el pelo suelto. Entonces, que la única liga disponible se rompa o se pierda es algo que nos amarga el día cuando estás fuera de casa.
3-El labial en los dientes. ¿Cuántas veces has tenido un “accidente” con el maquillaje sin darte cuenta? Con suerte alguna persona te avisará que tienes labial en los diente, el delineador corrido o una mancha de rímel en algún lugar de nuestro rostro.
4-El dolor de los tacones. Nadie mejor que quien los usa es capaz de entender lo problemáticos que son los tacones, especialmente los nuevos. Pero pese al dolor de tobillos, los dedos apretados, las ampollas y las molestias al caminar, no se puede negar lo fabulosos que lucen y lo que estilizan la figura.
5-Maquillaje arruinado. Los problemas con el maquillaje no solo se dan al aplicarlo, también al guardarlo. La peor sensación es ver como el dinero desaparece al notar un delineador líquido o una base líquida derramada, unas sombras despedazadas o un labial roto por la mitad.