“Confiamos que el Gobierno respeta derechos al aplicar medidas de seguridad”

Embajador de la Unión Europea,? Jaume Segura, destaca que las medidas extraordinarias de seguridad han dado resultados, considera que son para "taponar una vía de agua" en la seguridad y violencia del país

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El embajador de la Unión Europea, Jaume Segura, conversó con El Diario de Hoy sobre temas como la libertad de expresión, la inseguridad y la lucha por la transparencia y contra la corrupción.

/ Foto Por elsalv

Por Katlen Urquilla

2016-05-08 8:50:00

En vísperas de la celebración del Día de Europa, el embajador de la Unión Europea (UE) en el país, Jaume Segura, conversó con El Diario de Hoy sobre esa importante fecha para ese bloque de 28 naciones, así como la perspectiva que tiene sobre los retos que tiene la unión de países con problemas como la migración y el terrorismo; pero también expresó su opinión sobre temas claves para El Salvador como la libertad de expresión, la seguridad pública, la transparencia y combate a la corrupción.

Día de Europa

¿Cómo se ha preparado la embajada y cuáles son las actividades para celebrar el Día de Europa este 9 de mayo?

Son un conjunto de unas 50 actividades que son posibles, gracias a la colaboración de todas las embajadas de los estados miembros de la Unión Europea como el Centro Cultural de España, Alianza Francesa, Foro Cultural Alemán y otras empresas que colaboran y que tienen algún vínculo con Europa. 

Son actividades de tipo cultural, gastronómico, deportivo, charlas, exposiciones, teatro, cine, que nosotros consideramos una gran oportunidad para que el público salvadoreño vea un tipo de películas que no es fácil ver en El Salvador. Hemos pasado la celebración tradicional del 9 de mayo al día 12. Ese día tenemos una actividad en el Teatro Nacional con una obra para celebrar con nuestros invitados el Día de Europa. Además tenemos otras actividades como la celebración del Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Centroamérica.

Geopolítica

¿Cuál es la perspectiva que tiene de la UE respecto a los acontecimientos en el mundo, tanto políticos como económicos?

Vivimos tiempos complicados, tanto en Europa como en el mundo. En Europa hemos visto cómo se nos presentan grandes retos a nivel político y económico. 

A nivel económico, si bien han pasado los peores momentos de la crisis económica y financiera, todavía vemos cómo la economía crece poco. Si bien hemos recuperado el nivel que teníamos previo a la crisis, vemos que hay países todavía con altas tasas de desempleo y, por tanto, tenemos ciudadanos que no perciben que hemos mejorado económicamente. Por tanto, el reto es encontrar un crecimiento que cree empleo. 

A nivel político, nos encontramos con el gran reto de los refugiados y de la inmigración, producto, sobre todo, de la situación de inestabilidad en determinadas zonas del mundo muy cercanas a Europa como es la guerra civil en Siria o la inestabilidad en el norte de África, en la zona del Golfo, del Mediterráneo.

Eso ha creado un problema serio a Europa con millones de personas que quieren entrar, que buscan una nueva oportunidad en Europa, que es una tierra de oportunidad y libertad para todas esas personas; pero esta oleada de gente que quiere entrar y quedarse en la UE ha puesto un gran reto para nuestros países, que, por una parte, son los receptores de esta gente, pero también para las instituciones europeas en cómo articulamos una respuesta común a ese desafío. 

Un desafío que por una parte es común en muchas zonas del mundo, por ejemplo, si lo extrapolamos a Centroamérica, tenemos que las migraciones son también una problemática en los países del Triángulo Norte con altas tasas de inmigración hacia Estados Unidos o como la crisis de migrantes cubanos que ha ocasionado tensiones entre los países socios del SICA. 

Migración

¿Cómo ve la diferencia en el tratamiento que le está dando la UE al tema de la migración con el que se le está dando en nuestro continente, sobre todo en la región centroamericana?

Los retos son comunes. Es gente que se va por un conflicto armado, que busca una mejor oportunidad o por huir de la violencia busca un lugar donde refundar su vida, donde empezar una mejor vida; eso es común tanto en Europa, aquí, como en muchos otros lugares.

La respuesta crea un problema, porque los Estados tienden a dar una respuesta nacional, pero sabemos que es un fenómeno regional, multinacional, mundial. 

En el caso de la UE, que somos 28 miembros, es normal que los países que son fronterizos con las zonas problemáticas y que reciben los pocos de migrantes busquen una solución más urgente cuando los otros países piensan de una manera diferente; algunos han sido muy generosos en la acogida de refugiados.

En el caso de Centroamérica es diferente, porque es emisor de migrantes y no receptor, y, por tanto, crea una problemática diferente, porque hay que buscar cuáles son las causas estructurales que buscan esa masiva emigración hacia el norte, e intentar ayudar a los otros. Nosotros estamos ayudando a través de nuestra cooperación.

Pero también en el caso de los cubanos se ha demostrado que a la vez de países emisores empiezan a ser países receptores con problemáticas para recibir a miles y miles de emigrantes que a veces solo quieren atravesar el país para ir a otro lugar, eso también ha pasado en Europa. Combinar esa necesidad urgente de dar una respuesta nacional con una respuesta más regional, común y solidaria es el gran reto, tanto en Europa como en América.

Terrorismo

Otro tema que ha afectado a la Unión Europea de una forma dramática es el terrorismo, sobre todo en los últimos meses. ¿Cómo están enfrentando el problema internamente en vista de la expansión del Estado Islámico?

Efectivamente, ese es otro de los grandes retos políticos y sociales del momento: cómo el terrorismo nos está golpeando y lo está haciendo desde hace muchos años. Recientemente ha habido los tristes acontecimientos en Bruselas, hace muy poco fue el caso de París, y un poco más fue en Londres y Madrid. Ninguna ciudad de Europa está completamente libre de la amenaza terrorista. También allí se presenta el reto de cómo se responde a esa amenaza a nivel nacional y a nivel europeo.

La Unión Europea ha establecido mecanismos de coordinación desde los atentados de 2001 del 11 de septiembre en Nueva York, y poco a poco se han ido articulando mecanismos de respuesta comunes. Obviamente con los atentados se ha demostrado que estos mecanismos son mejorables, porque es difícil articular diferentes tipos de seguridad, 28 inteligencias del Estado; a veces la información no ha fluido de la manera que se hubiera deseado, pero en cualquier caso es mejor establecer una respuesta común, unas medidas preventivas de carácter común. 

Eso es aprovechado por los terroristas o criminales, por narcotraficantes o traficantes de personas para sacar un beneficio; por tanto, tenemos que encontrar una manera de dar una respuesta común sin poner en riesgo los grandes avances en libertades y derechos individuales. 

Hemos aprendido las lecciones con los ataques en Bruselas y los de París: que los terroristas se aprovechan de que en la UE no hay controles fronterizos.

¿Cómo combinar estos dos retos, tanto de atender el problema migratorio versus las medidas de seguridad por el terrorismo?

Hay que tener cuidado con ese análisis, porque, por ejemplo, en el caso de Bruselas o en el de París los terroristas eran ciudadanos belgas y franceses, pero con contactos con el Estado Islámico, Al Qaeda o redes internacionales de terrorismo, pero no eran necesariamente emigrantes de los que están intentando entrar. 

Hay que distinguir varios niveles para no ser injustos con los inmigrantes, no podemos caer en la tentación de pensar que un emigrante o un refugiado, porque venga de un país musulmán es un potencial terrorista, para nada. 

La enorme mayoría de refugiados o migrantes que buscan una oportunidad no son terroristas ni tienen contacto con terroristas; lo que sí es verdad es que el caos generado por la guerra civil en Siria, por la situación en Libia, etc. hace que los intercambios entre el ISIS y ciudadanos europeos entren en contacto y circulan de arriba a abajo, se ponen en contacto en esos países, se forman como terroristas y luego vuelven, pero no son emigrantes o refugiados. Pero hay que decir que en algún caso muy esporádico haya algún terrorista que se vaya a aprovechar de estos flujos migratorios para entrar en Europa, pero no tienen que pagar justos por pecadores y pensar que tenemos que limitar la inmigración o la aceptación de refugiados, porque todos son potenciales terroristas, para nada. 

Europa es una tierra de libertad, de Estado de Derecho, de democracia y lo que busca la gente al ir a Europa es eso, llevar una vida tranquila y con paz, y los terroristas lo que buscan es acabar precisamente con ese sistema. 

Seguridad pública

¿Y cómo ve en estos momentos el tema de seguridad en El Salvador, particulamente porque usted es parte del Consejo Nacional de Seguridad?

Sí, nosotros formamos parte de la secretaría técnica del Consejo Nacional de Seguridad y Convivencia y nos llena de orgullo poder ayudar a El Salvador y a todos los participantes en el Consejo a encontrar soluciones al problema de la violencia y la seguridad. En este sentido, nosotros apoyamos no solo el Consejo, sino el Plan El Salvador Seguro como la hoja de ruta necesaria y consensuada por todos los actores a seguir para luchar contra esta lacra. 

En el tema de los derechos humanos y de las medidas de emergencia, hay un paralelismo claro con lo que le decía de la situación en Europa. Los gobiernos, tanto en Europa como acá se ven presionados de encontrar soluciones urgentes y duras, a veces, para luchar contra el terrorismo en Europa y contra la violencia de otro tipo acá. 

Es normal que se tengan que tomar medidas extaordinarias, se ha hecho en Bélgica tras los atentados, se hizo en París tras los atentados y, por tanto, todos tenemos que utilizar los mecanismos que nos permite y nos da el Estado de Derecho para cuando hay una situación como la que vivimos el Estado tiene que responder. Sin embargo, como ocurrió en Europa, tenemos que responder sin poner en riesgo los valores fundamentales que están en nuestras constituciones como los derechos humanos de la libertad y todos los derechos que garantiza la Constitución. 

Nosotros, como parte del Consejo y por otras informaciones que hemos recibido por parte del Gobierno, confiamos y estamos seguros que el Gobierno y todo el Estado es respetuoso con los derechos humanos a la hora de aplicar las medidas de emergencia. 

Por cierto, han tenido un importante efecto en la reducción de los homicidios, el porcentaje no lo tengo claro… pero una reducción significativa desde que se han tomado estas medidas extraordinarias. Por tanto, entre todos debemos apoyar a la sociedad y al Estado para luchar contra la violencia. 

Sin embargo, tampoco hay que olvidar las causas estructurales de la violencia; estas medidas extraordinarias son para taponar una vía de agua en la seguridad y en la violencia, pero tenemos que invertir recursos en las causas estructurales como la desigualdad, la falta de oportunidades y que muchos jóvenes se encuentran más atraídos por actividades fuera de la ley y criminales que por un empleo digno, por una formación. 

Por tanto, con nuestra cooperación y en el Plan El Salvador Seguro está establecido que queremos que se invierta en políticas que creen oportunidades, que creen empleo, que creen formación y que, por tanto, ofrezcan a la población salvadoreña una oportunidad de desarrollarse como personas en El Salvador y que no tengan que buscar ni la emigración hacia otro país, ni las actividades fuera de la ley.

¿Le parecen entonces acertadas todas estas medidas que se han venido implementando en las últimas semanas por parte del Gobierno, la Fiscalía, la Asamblea?

El Gobierno nos ha informado al Consejo de Seguridad y a las representaciones diplomáticas en el país de cuáles son las medidas, hemos tomado nota; también nos ha asegurado que hay un estricto respeto a los derechos humanos y eso lo creemos, porque El Salvador tiene buena reputación internacional en cuanto a la suscripción de los instrumentos de defensa de los derechos humanos como en el propio país. Por tanto, estamos confiados que el Gobierno respeta los derechos humanos a la hora de ejecutar estas medidas. Estas medidas parecen, con datos sobre el papel, que están siendo efectivas. Por tanto, hay que apoyar que hayan sido tomadas con un nivel de consenso que no es lo habitual en el país y eso también es una muy buena noticia. 

También insisto en que no hay que olvidar las medidas a largo plazo, sabemos que el gobierno no las olvida y que el Consejo las tiene en cuenta, pero a veces la urgencia hace que se quiera resolver lo urgente en vez de lo importante. Dicho eso, el país puede contar con nuestro apoyo tanto en el Consejo de Seguridad como con nuestros instrumentos de cooperación para ayudar a luchar, tanto con las causas estructurales como en lo más urgente en cuanto a solucionar los niveles de violencia.