Advierte el Fondo Monetario no endeudar más al país

Concesionar a dedo y esconder lo que resulta de tales concesiones, aparentemente asignadas a irresponsables con entronques, se ejemplifica con lo que sucede en el nuevo hospital de Maternidad, el de la “primera piedra” de Funes.

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elsalvador.com

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2016-05-08 6:42:00

Que el gobierno salvadoreño maneje mejor el gasto público y ponga paro al creciente endeudamiento que puede hacer caer al país en una crisis grave, o la insolvencia diremos nosotros, advirtió una misión del Fondo Monetario Internacional, la cual  no se dejó engañar por los alegatos y decires de los locales.

Lo primero que se debe hacer es cortar radicalmente el gasto estatal, inflado fuera de toda proporción al crear, a la llegada de Funes a la presidencia, cuarenta mil plazas que se dice son de activistas del oficialismo.

Esas brigadas culturales aparecieron durante la marcha comunista del 1 de mayo manchando paredes y automóviles, vociferando y causando daños a vehículos de canales de televisión, ante la mirada impávida de agentes policiales.

El Estado está quebrado y como el hombre que duerme con una cobija corta, cuando se cubre al pecho (digamos pagar a los policías) los pies le quedan al aire, como al no poder suplir de catéteres a las unidades de nefrología del sistema de salud, lo que pone en alto riesgo a pacientes pobres que no cuentan con otras alternativas de tratamiento.

Don Salvador cumple… Como en estos días cumple el gobierno de Puerto Rico, que no pudo pagar una deuda de 422 millones de dólares, cayendo técnicamente en la insolvencia. Esto nos lleva a una realidad: que la política fiscal del grupo en el poder consiste en gastar sin mayor control (como los treinta y tantos millones para sostener el aparato diputadil, incluidas las viajaderas), prestar dinero a lo loco y exprimir a los contribuyentes a lo loco.

Al rechazar la emisión de bonos por 152 millones de dólares, más deuda con el agravante de que para colocarlos en el mercado hay que asignarles un alto interés, ARENA dijo que condicionaba sus votos a llevar un control sobre cómo va a gastarse el dinero.

El partido se quedó corto. La exigencia debe ser de que el gobierno ponga sobre la mesa el uso de cada partida presupuestaria, de cada concesión que se haga incluidos los “dedazos” con que se concesionan desde obras en el aeropuerto hasta la asignación de las tiendas, todo lo que huele muy mal, lo del Puerto de Acajutla en ciernes.

El dinero de los presupuestos no es propiedad de los comunistas ni menos de los corruptos, sino de todos los salvadoreños.

¿Quiénes son los responsables del desastre de Maternidad?

Concesionar a dedo y esconder lo que resulta de tales concesiones, aparentemente asignadas a irresponsables con entronques, se ejemplifica con lo que sucede en el  nuevo hospital de Maternidad, el de la “primera piedra” de Funes y también de su última: por cuarta o quinta vez las tuberías se desplomaron, con el agravante de que en esta ocasión vertieron aguas grises sobre la ropa  limpia, dejando al hospital sin ropa para los pacientes.

Sin ropa como están el Rosales con las máquinas descompuestas desde hace años, pues los titulares de Salud no acaban de entender el papel decisivo que el mantenimiento juega en toda actividad productiva. Y el buen servicio es una modalidad de la producción.

Ellos siguen mentalmente en sus cerros y barrancos.

El gobierno debe dar a conocer el nombre de las firmas de ingenieros, contratistas, constructores y supervisores involucrados en esa gran y única obra del desgobierno de Funes…