Cabecillas recibieron $200 mil por la tregua

Cada una de las pandillas recibió 100 mil dólares, según testigo criteriado

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Cabecillas recibieron $200 mil por la tregua / Foto Por Archivo

Por David Marroquín

2016-05-09 9:44:00

Los cabecillas de las dos pandillas, mara Salvatrucha (MS) y pandilla 18 recibieron 200,000 dólares como parte de los beneficios que se les otorgaron al pactar la tregua entre esos grupos ilegales en marzo de 2012, según lo revela un testigo criteriado (con beneficios penales) en el requerimiento presentado por la Fiscalía contra 21 personas  ligadas a la tregua en el Juzgado Antimafia de Instrucción de San Salvador.

Uno de los testigos con los que contará la Fiscalía en el proceso penal, aseguró que los 200 mil dólares se los distribuyeron de la siguiente manera: 100 mil para la MS y  los otros 100 mil para la pandilla 18.

Este dinero lo habrían  recibido las pandillas, luego de que  sacaran a los 30 cabecillas del centro penal de máxima seguridad en Zacatecoluca, La Paz, hacia otros penales con controles menos rigurosos.

El testigo señalo que el pacto pandilleril no benefició a los pandilleros comunes sino que “la tregua fue para sacar provecho personal de los líderes y no para bienestar general de los demás miembros de la pandilla”.

Agregó el testigo que conoció del dinero entregado a los cabecillas de las dos pandillas en reuniones donde él participó, las cuales se hicieron en uno de los penales.

Explicó que supuestamente “este dinero se les entregó con el fin de generar fuentes de trabajo para los miembros de la pandilla, siendo un monto total de 200 mil dólares, 100 mil dólares para cada pandilla”.

En el caso de la pandilla 18, los 100 mil dólares se lo repartieron 50 mil dólares para los que se auto denominan Revolucionarios y 50 mil dólares para los que autoproclaman Sureños. 

Sin embargo, el testigo dijo desconocer quién había proporcionado esa cantidad de dinero, porque esa información nunca la revelaron los cabecillas de pandillas que habían salido del penal de máxima seguridad y de quienes solo mencionó los apodos como el Muerto de Las Palmas (César Daniel Renderos), Paradaise de Zacatecoluca, El Centinela, el Muerto del parque Libertad y el Wason.

El testigo está seguro de que los 200 mil dólares que recibieron los cabecillas eran parte de los beneficios que les otorgaron por la tregua en una aparente reducción de los homicidios.

Celulares en cajas                   con pollo 

Relata el testigo que cuando Raúl Mijango llegaba al penal de Izalco, siempre les llevaba teléfonos celulares de toda marca  a los cabecillas que habían llegado transferidos del penal de Zacatecoluca.

“Esta entrega se realizó en muchas veces, pero fueron en tres ocasiones que llevó más teléfonos. Que éstos teléfonos los introducían en cajas de pollo C…”, dijo el testigo. Agregó que a él le consta porque en una oportunidad le dieron una caja con pollo, pero dentro habían dos celulares y que éstos teléfonos eran para su uso personal.

Señala el testigo que Mijango les prometía en las reuniones que tenían con él, diferentes beneficios como indultos, reducción de penas y asilos políticos, entre otros.

Otras de las pretensiones que tenían los cabecillas de la 18 Revolucionarios con la tregua era convertirse en una mafia y uno de sus principales propósitos era ganarle más territorio a la MS para traficar más drogas, armas y personas; así como, ganar más dinero con las extorsiones.

También relata que los pandilleros de quienes solo mencionó sus apodos: Nalo de Las Palmas, El Chory de Apopa, y el Donky o Burrito de San Martín, son los responsables de dirigir a  la pandilla 18 en las calles. Nalo fue identificado como Carlos Eduardo Burgos Nuila (detenido en julio 2015 por el paro al transporte).

De acuerdo al testigo, estos tres individuos eran los responsables de distribuir armas, droga, pagar viáticos y pagarles a las personas que adiestran a los pandilleros.

Estos tres cabecillas eran los que se reunían con Raúl Mijango y con Roberto Castillo en uno de los penales.

El testigo relató que como parte de consolidarse la pandilla como consecuencia de la tregua, los integrantes de este grupo ilegal que se encontraban en libertad recibían adiestramiento militar y los que estaban recluidos en los penales recibían adiestramiento físico para ganar resistencia y poder incorporarse a la pandilla, luego de salir en libertad.

Relató que en una ocasión, de la cual no dio fecha, recibieron una donación de 30 fusiles M-16 recortados con miras nocturnas de parte de la mara 18 de Honduras, fueron entregados en un sector fronterizo de Arcatao, Chalatenango.  Además de esos fusiles, aseguró que le compraron más armas de fuego a un coronel del Ejército, de quien no proporciona su nombre.