La nostalgia y la motivación que los salvadoreños en el exterior sienten por ayudar a sus mamás se traduce en un fuerte ingreso de remesas familiares al país durante el llamado “mes de la madre”.
Mayo fue en los últimos tres años el segundo mes en que más remesas ingresaron, según datos del Banco Central de Reserva (BCR).
Tanto en 2013, como en 2014 y en 2015, solamente el mes de diciembre superó a mayo en flujo de dinero proveniente del exterior en concepto de remesas.
El año pasado, por ejemplo, el mes de las madres cerró con un ingreso de 386.4 millones de dólares en ayuda familiar proveniente del exterior.
Este monto representó el 9.0 por ciento del total de dinero que el país captó en concepto de remesas: 4,270 millones de dólares en todo el año.
A mayo solamente lo superó diciembre. El mes de la Navidad superó al de las madres por casi un punto porcentual, ya que cerró con 422.8 millones de dólares, que equivalieron a 9.9 por ciento del total del año.
Como ya hemos dicho, esta tendencia se repitió en 2013 y en 2014, cuando las remesas de mayo representaron el 9.1 por ciento y el 9.3 por ciento del total del año, respectivamente.
Diciembre, por su parte, se mantuvo en primer lugar en esos mismos años, con el 9.8 por ciento y el 10 por ciento.
En los 11 años transcurridos desde enero de 2005 hasta diciembre de 2015, mayo ocupó el segundo lugar en siete ocasiones. En una, incluso superó a diciembre y se ubicó como líder (2008).
Ese año, el del estallido de la crisis financiera en Estados Unidos, fue tan atípico que diciembre cayó hasta el quinto lugar, porque para entonces las remesas sufrían una desaceleración que se mantuvo durante todo el 2009 y conllevó a que este último fuera el único año de la década en que la ayuda familiar decreció, en vez de aumentar.
Salvo en 2009, hace ya una década en que el ingreso de remesas en mayo supera los 300 millones de dólares.
Este día, miles de salvadoreños en EE.UU. extrañarán a sus madres que dejaron en El Salvador, y seguramente las llamarán por teléfono, además de acompañar sus buenos deseos con ayuda en efectivo.