Se deben sembrar árboles al iniciar la estación lluviosa

Si se plantan cuando quedan pocos meses de lluvia, el desarrollo de los ejemplares será mucho más difícil. 

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Se deben sembrar árboles al iniciar la estación lluviosa

/ Foto Por Archivo

Por Mariano Villatoro

2016-05-09 5:21:00

La mayor garantía de sembrar un árbol y tener éxito sin esforzarnos  en cuidarlo, es hacerlo al inicio del invierno, o sea mayo y junio.

Con ello lograremos revertir el círculo vicioso de que no hay agua porque no hay árboles y no hay  árboles porque no hay agua.

 A cambio, podemos dar forma a una vida valorizante, con abundancia de bosques, frutas, maderas y un ecosistema promisorio con manantiales de agua.

La flora autóctona el bastión promisorio para las actuales y futuras generaciones en la búsqueda de mejorar la calidad de vida.

La principal bondad de la flora autóctona es que garantiza el buen desarrollo del cultivar sin mayores esfuerzos, pues ella existió felizmente en este medio sin ninguna ayuda humana, generando microclimas tropicales de excelente calidad, convirtiéndose en bosque o nichos ecológicos de muchas especies animales.

Con un poco de esfuerzo, podemos rescatar ese sueño ancestral y convertirlo en algo rentable, cosechando sus recursos ó estableciendo ambientes atractivos para turistas extranjeros o compatriotas que buscan esparcimiento de fin de semana o temporadas de vacaciones.

El sistema
Se pueden establecer cultivares de unos 200 árboles por especie, distribuidos en terrenos actualmente deforestados, delimitando senderos y glorietas de descanso rodeadas de caraos, ojushte, morro, chaperno, nacascol, nance, quebrachos, matasanos, paternos, pepetos, tempisque, pacún, pitos, guayabos, cacao, pacaya, zapotillo, copinol, bario, carreto, madrecacao.

Se puede hacer además con maquilishuat, guachipilín, tiguilote, mangollano, chaya, almendro, achiote, entre otras bondadosas especies autóctonas.

Al desarrollarse, atraerán aves, mariposas, bromelias, orquídeas y serán protectores del agua fortaleciendo manantiales, pues los árboles son los canales naturales que tiene el agua lluvia para infiltrarse al subsuelo y además los árboles rompen las termales que resecan la superficie de la tierra y el intemperismo de las rocas, evitando así la erosión.

Si se  plantan unas 500 plumerias distribuidas según la creatividad del ejecutor, será un espectáculo incomparable cuando todas estén floreciendo, sin importar que estén situadas en barrancos o áreas rocosas costeras o de montañas.

Similar es la llama del bosque, la caliandra o el San Andrés, que por lo general florecen todo el año.

Si queremos flores entre diciembre y marzo, sembremos cortéz negro, maquilishuat, cortéz blanco, jacaranda, carao, chaperno.

De marzo a julio el árbol de fuego, plumería o flor de mayo, pito, carreto, guachipilin, pepeto entre otras bondadosas plantas tropicales apropiadas a nuestro medio.

Al prepararse a establecer los hoyos de siembra, se deben tomar medidas básicas como eliminar malezas, conocer la distancia adecuada entre ejemplares, de acuerdo a la especie a plantar, así como identificar aquellas que mejor se adaptan a las condiciones de suelo y altura sobre el nivel del mar.

Lo importante es sembrar cuando comienza el invierno, pues el agua lluvia viene ionizada y cargada de fertilizantes que pululan en el aire, convirtiéndose en un elemento eficiente para la vida de las plantas.

Por otra parte, contamos con maderas nobles y frutales típicos del trópico, que solo esperan que las plantemos para brindarnos sus bondades y ponerlas a disponibilidad del mercado. 

Destacan el tamarindo, mango, cítricos, níspero, zapote, aguacates, paternos, cedro, caoba, nogal, bario, volador, palo colorado entre otras promisorios recursos.

Podemos escapar de comprar tanto  y dedicarnos a cosechar en nuestros cultivares; con un sistema de finca integrado por especies diversas.

Se facilita la producción de flores como las heliconias, ginger, solanum, entre otras especies que le dan alimento natural al espíritu y evitan el estrés o enfermedad de los nuevos tiempos. 

Lo importante es emprender estas alternativas lo antes posible.

Siendo objetivos, considerando que el planeta tierra es nuestra casa mayor, es importante aprovechar especies exóticas que se adaptan bien a la región mesoamericana y que brindan excelentes beneficios, tales como el café, el mango, el marañón japonés, el Júpiter de Java, el gravileo, la bala de cañón, la diversidad de palmeras y cubre suelos, entre otras.

Los beneficios de plantar al inicio de la estación lluviosa, los podemos ver en el eficiente efecto de germinación del conacaste y la teca, que con las primeras lluvias surgen como alfombra bajo los árboles grandes.

Se puede observar esta maravilla de creación, en corredores de carretera donde existen enormes árboles de conacaste, cortez blanco y otros.

El vivero San Andrés, como factor solución en la problemática de la degradación ecológica, en un afán por facilitar los programas, proyectos y esfuerzos para reforestar, brinda asesoría gratuita y pone a disponibilidad de quien necesite, plantitas en pilón de cientos de especies, desde $0.30 ejemplar.

Las personas interesadas pueden comunicarse al correo electrónico vivero.sanandres2@gmail.com.

Estamos en la época oportuna del año para recuperar nuestro ecosistema y sembrar esperanzas de un futuro mejor.

De lo contrario estaríamos dándonos por vencidos y vendría la enorme escaseas de agua, de recursos renovables, alimentos y en general, estaríamos permitiendo que avance el cambio climático, generando daños difíciles de recuperar en nuestro vulnerable país. 

Plantar árboles es un negocio que puede ser muy rentable con manejo adecuado, además es una óptima forma de heredar a las futuras generaciones un ambiente más saludable, con menos problemas ambientales, y asegurar la existencia de alimento, madera, medicina y especialmente agua.