Muchas teorías sitúan el origen de la alpargata en Egipto, pero también hay quienes afirman que surgió en Francia e incluso en España. Independientemente de su lugar de nacimiento, lo cierto es que este calzado, fabricado a partir de cuerda trenzada, ha evolucionado para convertirse en un artículo de moda.
En la actualidad existe una gran variedad de modelos de alpargatas e incluso las grandes firmas de moda lanzan sus colecciones en las que resaltan los estampados, las texturas, los colores y desde luego las alturas.
De hecho cada temporada se escogen las telas de los nuevas propuestas. Los tejidos más usados suelen ser el lino, el cuero, la gamuza y el raso.
Una ventaja que ofrecen es que dado su diseño se pueden llevar en toda clase de situaciones y eventos.
El cuidado
Las alpargatas requieren un gran cuidado por los materiales con los que están hechas. De preferencia no las mojes, pues absorben mucha agua y son difíciles de secar. En caso de que se manchen, prueba limpiarlas con algún producto especial quitamanchas o cepillando con cuidado la superficie con un poco de agua y un jabón adecuado para prendas delicadas.
Si ocurriera un accidente y se mojan, déjalas varios días al sol hasta que sequen por completo.