El representante del Fondo Monetario Internacional (FMI) para Centroamérica y el Caribe, Mario Garza, evitó referirse a las declaraciones de Gobierno según las cuales se estaría ignorando las recomendaciones que haga el organismo luego de la revisión de nuestra economía.
“No conozco cuál fue la reacción… La misión publicó su resumen de conclusiones, el informe vendrá después. No podría comentar sobre ello porque lo desconozco”, respondió Garza al ser consultado sobre el tema.
Este lunes 9 de mayo, apenas tres días después de que los consultores del FMI se retiraran del país, el secretario técnico de la Presidencia, Roberto Lorenzana, dijo que la postura oficial es no implementar las acciones que recomienda el Fondo.
“Nosotros, hoy por hoy, no hemos considerado que esas recomendaciones deben de ser impulsadas porque estamos haciendo una serie de readecuaciones que creemos más pertinentes”, dijo el funcionario durante una entrevista en un canal de televisión estatal.
Esto pese a que los últimos expertos del FMI que visitaron el país señalaron a la polarización política y el alto incremento de la deuda como un riesgo al desarrollo económico y social de El Salvador.
Las sugerencias de la delegación no han sido bien recibidas en el pasado por los funcionarios y miembros del FMLN.
En esta ocasión, el Fondo realizó varias recomendaciones que buscan hacer un ajuste del 3 % del PIB, como mínimo. Además, indicó que aún si se alcanza esa meta posiblemente harán falta nuevas reformas a las finanzas públicas para mejorar su estabilidad.
¿Qué implica un ajuste del PIB? Modificaciones en el gasto de un Estado, tanto la cantidad como destino del dinero utilizado, además de mejoras en la recaudación de impuestos.
Las recomendaciones puntuales del FMI estaban dirigidas a detener el aumento del gasto salarial, lo que involucra reducir la contratación de personal en el sector público o incluso reducirlo.
Pero, la respuesta que Lorenzana dio a este tipo de propuestas fue: “Querer aplicar una receta de reducir el estado nosotros no estamos de acuerdo”.
La misión también recomendó revisar los subsidios al gas y la electricidad para reducir el gasto en estas partidas, sin descuidar a la población de más bajos ingresos.
Por otro lado, señaló que no se deben hacer incrementos excesivos al salario mínimo hasta que el país tenga datos certeros que indiquen una mejora sustancial en la productividad. No atender este criterio podría deteriorar la inversión privada y el crecimiento económico, según el análisis. Las demás sugerencias están enfocadas en simplificar los mecanismos de recaudación del Estado, es decir, eliminar impuestos con baja recaudación o que generen distorsiones económicas, a la vez que mejorar el cobro en otras áreas.
Por ejemplo se propone eliminar el impuesto a las telecomunicaciones y operaciones financieras. Esto porque, según el FMI, limitan el acceso a servicios y a la inclusión financiera, mientras que aumenta costos de operación.
Se recomendó aumentar las tasas de cobro en los impuestos de renta y valor agregado (IVA).
En el caso de la renta la propuesta es de incrementar el cobro de impuestos a las personas naturales con ingresos más altos. En el IVA se habló de elevar la tasa de un 13 % hasta un 15 %.
También se recomendó crear un impuesto predial y otro al patrimonio. La última iniciativa sería crear un tributo sobre las pensiones, exclusivamente aquellas más altas, en las cuales se considera que no hay relación entre las cotizaciones y los beneficios que reciben las personas.
El FMI reconoció que algunas de estas medidas podrían causar una baja en el crecimiento económico en el corto plazo. Sin embargo, en el largo plazo los beneficios serían mayores pues se estaría incentivando el desarrollo de la economía y otorgando estabilidad a las finanzas públicas.
El informe final del FMI está en redacción y se terminará en unas semanas.