De acuerdo con el informe “Coyuntura Laboral en América Latina y el Caribe 2016”, elaborado en conjunto por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el desempleo aumentará en 2016 debido al deterioro económico regional.
Los organismos de las Naciones Unidas señalan que la región experimentará un incremento del desempleo urbano de más de medio punto porcentual, es decir 0.5% en 2016 con respecto al 2015. En gran medido debido al bajo dinamismo en la generación de empleo.
La CEPAL explicó que “la evolución de los mercados laborales en América Latina y el Caribe durante 2016 será en general negativa, debido a la previsión de un contexto macroeconómico y de crecimiento más deteriorado que el año pasado y al debilitamiento de algunos indicadores de empleo.”
“El proceso de continua mejora de los indicadores laborales, que benefició a la región durante gran parte de los últimos 15 años se frenó en un contexto macroeconómico global más desfavorable”, indicaron Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de CEPAL, y José Manuel Salazar, director regional de la OIT para América Latina y el Caribe, en el prólogo del documento.
“Esto subraya la importancia de medidas no solo para mitigar los efectos de la crisis en el corto plazo, sino también para enfrentar las brechas y rezagos de más largo plazo, tales como la poca diversificación productiva, las brechas de productividad, la alta informalidad y la desigualdad”, agregan.
El informe destaca que, como resultado de la contracción del Producto Interno Bruto (PIB) regional en 2015, la tasa de desempleo promedio registró su primer aumento desde 2009.
Este aumento fue producto de una mayor entrada de buscadores de empleo al mercado de trabajo en comparación con años anteriores, quienes no encontraron la cantidad necesaria de puestos de trabajo. Esto fue consecuencia de una débil generación de empleo asalariado como resultado del bajo dinamismo de la actividad económica, agrega el estudio.
El documento muestra que se ha visto una “marcada heterogeneidad” en lo que va del 2016, y que posiblemente continuará de esa forma. Esto significa que pese a que todos los países han experimentado aumento del desempleo y calidad del empleo, no ha sido igual en todas las naciones.
La CEPAL-OIT indican que aquellos países al norte de Latinoamérica y, posiblemente, el Caribe, se “podrán ver beneficiados del crecimiento moderado pero estable de los Estados Unidos, en vista de su estrecha integración con esa economía”.
Por otra parte, también se vio un deterioro de la calidad de empleo, a raíz de la falta de suficientes puestos de trabajo asalariado. De esta forma, el organismo detalla que aunque se expandió el trabajo por cuenta propia, fue generalmente de menor calidad.
Según el documento, la debilidad en la generación de empleos en 2015 se expresó en la tercera caída anual consecutiva de la tasa de ocupación (en 0.4%), la cual implicó una reducción del número de perceptores de ingresos laborales por hogar.
El informe especifica que la creación de empleo asalariado se desaceleró de un 3.1% en 2012 a un 1.6% en 2013, y 0.8% en 2014. Para la región en su conjunto, se estima que en 2015 se produjo un incremento del empleo asalariado de solo el 0.6%.
Esta caída en los ingresos ha jugado un papel importante en el aumento de la pobreza estimado para 2015 (a 29.2% de los habitantes de la región, de acuerdo con las últimas proyecciones de la CEPAL).
En 2015, solo en siete de 19 países de América Latina y el Caribe la tasa de desempleo aumentó, mientras que en nueve cayó y, en otros tres se mantuvo prácticamente estable. En general, en los países de Centroamérica, México, República Dominicana y las naciones del Caribe la evolución del mercado laboral fue más favorable que en América del Sur, cuyo desempeño se vio afectado por el impacto del contexto externo en su actividad económica y la inflación, entre otros factores.
En la mayor parte del istmo la política salarial se esforzó por estabilizar la capacidad del consumo, explica el documento. Esto especialmente en la de los trabajadores de bajos ingresos. De 19 naciones analizadas, la mediana de estos reportó un aumentó del salario mínimo de un 2.7% en promedio en 2015, cifra levemente menor que el año anterior.
Asimismo, se explora la evolución del empleo en las áreas rurales de la región entre el 2015 y 2014. Los datos disponibles muestran que las áreas rurales sí se beneficiaron de las mejoras respecto a los indicadores de cantidad y calidad del empleo regional. Sin embargo, las brechas urbano-rurales no se achicaron. Sobre este tema, el informe concluye que para avanzar en la reducción de los déficits de trabajo decente en las áreas rurales es indispensable mayor modernización y diversificación productiva, y mejoras de la productividad del sector agropecuario.