Salvador Sánchez Cerén ???desconoce??? al gobierno de Michel Temer en Brasil

ARENA advierte que romper relaciones con Brasil tendrá repercusiones negativas para el gobierno salvadoreño; pero el FMLN argumenta que no respaldan un “golpe de Estado”

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El presidente salvadoreño se refirió así a la situación de Brasil, donde un gobierno transitorio fue seleccionado mientras se investiga a Dilma Ruseff

/ Foto Por elsalv

Por Eugenia Velásquez / Agencias

2016-05-14 10:00:00

El presidente Salvador Sánchez Cerén se sumó ayer a Venezuela en su decisión de “desconocer” al nuevo gobierno brasileño de Michel Temer.

 Siguiendo la línea de su homólogo de Venezuela, Nicolás Maduro, el mandatario salvadoreño tildó de “golpe de Estado” la separación de Dilma Rousseff de la presidencia de Brasil. 

  Al igual que lo hizo Maduro, Sánchez Cerén pidió a la embajadora de El Salvador en Brasilia, Diana Marcela Vanegas, su retorno al país.

  “Hemos tomado la decisión de no reconocer a ese gobierno provisional. No vamos a reconocerlo porque hay una manipulación política, y no sólo eso, sino que vamos a llamar a nuestra embajadora para que venga a nuestro país”, afirmó ayer durante su discurso dado en su programa sabatino “Gobernando con la Gente”, realizado en Izalco, de Sonsonate.

   Rousseff fue separada del cargo por una orden del Congreso brasileño para que enfrente un juicio político tras ser acusada de “violar las leyes presupuestarias”.

   El  vicepresidente Michel Temer, un abogado brasileño de 75 años,  asumió desde el pasado jueves  el mandato provisional anunciando medidas para generar nuevos empleos y normalizar las cuentas fiscales en Brasil.

   Pero para Sánchez Cerén lo que ha pasado en Brasil es un “atentado en contra de la democracia”. Afirmó además que las autoridades parlamentarias de ese país han enjuiciado a Rousseff “sin tener pruebas”.

  “Una presidenta que fue electa por el pueblo y viene ahora el Senado la suspende, y además la somete a un juicio por algo que no se ha podido comprobar, por algo que no se ha comprobado que es cierto”, cuestionó el gobernante salvadoreño.

   Añadió que la instalación de un gobierno “provisional” a cargo de Temer es haber “condenado” a la  Rousseff sin haber comprobado antes si es culpable o no. 

   Aunque subrayó que el país es respetuoso con las políticas de otras naciones, de la “democracia” y del principio de “no intervención, respetuosos de la voluntad popular”,  Sánchez Cerén insistió en que lo sucedido en Brasil se debe a una “manipulación política” que atenta contra las democracias de los países de Sudamérica.

   El gobernante salvadoreño afirmó que en la historia reciente de América Latina, se daban ese tipo de “golpes de Estado” pero a través de “las fuerzas militares”, pero que ahora hay otras modalidades: “aquí ha sido una destitución por el Parlamento”.

Por lo anterior, expresó, “hemos hablado con nuestra embajadora en Brasil y hemos tomado la decisión de no reconocer a ese gobierno provisional”. 

Repercusiones

   El mandatario expresó que tomó la decisión junto al Canciller de la República, Hugo Martínez.

   Pero al respecto, la diputada, Margarita Escobar, de ARENA, quien también ha ocupado el cargo de vicecanciller de la República, externó que las repercusiones que tendrá El Salvador, por la decisión del gobierno de “congelar” las relaciones con Brasil son delicadas.

   “Brasil es un país sumamente importante para El Salvador, independientemente de quién gobierna en Brasil, existen lazos de cooperación que podrían estar en peligro por esta decisión totalmente política del gobierno del FMLN, por su alineamiento con el chavismo y el eje chavista con Suramérica”, expresó Escobar. (Ver más en nota aparte).

El efecto Lula

   Rousseff enfrenta en el Congreso brasileño un juicio político por supuestamente maquillar las cuentas públicas, mientras la máxima corte electoral de Brasil estudia si su campaña a la reelección tuvo financiamiento ilegal.

  Además de que en su gobierno Brasil llegó a su peor recesión desde los Años 30 (ver nota aparte) a la presidenta la salpicó el proceso judicial en contra del expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, mentor y predecesor de Rousseff, quien tuvo que declarar ante la Policía por el escándalo de corrupción en la estatal Petrobras. 

  Lula está acusado de aceptar sobornos por unos dos mil millones de dólares de compañías constructoras, pero él lo niega y lo califica de un “show mediático”.

   En un discurso dirigido a la ciudadanía de Brasil el 12 de mayo cuando el Senado de ese país decidió separarla del cargo, Rousseff afirmó que es víctima de un “golpe de Estado” impulsado por quienes no lograron el poder a través de las urnas en 2014 y que quieren anticiparse a 2018.

   “Los crímenes de los que se me acusa están basados en los motivos más injustificables, porque los actos de los que me acusan son normales, del cotidiano”, expresó.

   En la misma línea, en Venezuela, Maduro calificó de “golpe” y de “canallada contra ella, contra su honor, contra la democracia, contra el pueblo brasileño” la decisión del Congreso de suspenderla en el cargo de presidenta de Brasil.

  También anunció poco después de conocer la decisión, que había pedido regresar a Caracas al Embajador en Brasilia, Alberto Castellar.