Relato de una víctima: “Nos asaltaron en la trabazón del bulevar Venezuela???

Según la Policía, diariamente reciben hasta 40 denuncias de robos en diferentes sectores, nosotros decidimos no decir nada, por miedo

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Por elsalvador.com

2016-05-15 9:47:00

Ya ha pasado casi un mes y aún recuerdo la terrible experiencia como si hubiese sido ayer.

Eran alrededor de las 6:30 de la tarde cuando nos disponíamos a cruzar el bulevar Venezuela para poder “ahorrarnos” un poco el tráfico de San Salvador.

Nunca imaginamos que el caos vial en el sector iba a ser igual o peor que en otras zonas del centro capitalino.

Viajábamos en el vehículo de mi novio, mi prima y mi sobrino de tres años, ya habíamos pasado del “cementerio La Bermeja ”, como se le conoce comúnmente.

De repente nos topamos con la larga fila de autos, la cual llegaba hasta el paso a desnivel. Sinceramente no me percaté desde donde nos podrían haber seguido dos tipos, de aspecto robusto.

Mi error fue haber llevado el teléfono en las manos, de repente en medio de una conversación me dice mi prima “cerrá la ventana que esos hombres parecen ladrones”, y así lo hice.

Sin embargo, era muy tarde, los tipos ya habían notado nuestro miedo. Uno de ellos se cruzó frente al carro mientras que el otro se quedó a la mitad de la calle.

Mi novio, quien venía manejando, dudó en avanzar, pero cuando ambos comenzaron a caminar hacia nosotros, decidió moverse y fue allí cuando escuché los gritos.

La ventana de mi sobrino, quien iba en el asiento de atrás estaba abierta, y fue aprovechada por uno de los ladrones para lograr ponerme la pistola en la cabeza e incluso jalarme el cabello.

En ese instante el otro sujeto ya había puesto la pistola frente a la ventana de mi novio, quien no tuvo otra opción que bajar el vidrio.

Él les entregó el celular, sin embargo, estos no quedaban conformes y seguían pidiéndonos las otras pertenencias e incluso le decían a él que se bajara del carro.

“Bajá el vidrio si no querés que se me suelte un balazo, escuchaba que me decía mientras me tomaba de la cabeza.

Repentinamente con el miedo embargándonos, y a pesar de cualquier consecuencia mi novio decidió tomar el carril contrario para poder escapar de los tipos.

Pasamos rayando tres vehículos que también estaban en la fila y nos detuvimos contra una camioneta, no sé sí fue el miedo en nuestros rostros, o que ellos hayan visto todo el asalto, pero ninguno nos pidió dinero por los daños causados.

Ese día de mala manera, me tocó aprender la lección, no andar nada a la vista que pueda llamar la atención de estos delincuentes.

Lastimosamente así nos toca vivir en El Salvador, ocultando nuestras pertenencias por miedo. Gracias a Dios solo se perdió algo material y no lo más valioso. La vida.