Goldman Sachs cree llegó a su fin el exceso de crudo

La firma sostiene que el barril podría llegar a $50 en el segundo semestre

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La OPEP acordó reducir la producción de crudo hasta los 32.5 millones de barriles diarios a partir del 1 de enero de 2017.

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Por Rodolfo Ortiz / agencias

2016-05-16 8:28:00

El exceso de petróleo en los mercados internacionales y, por ende, los bajos precios, podrían llegar a su fin antes de lo esperado según el último análisis de la firma Goldman Sachs.

El banco de inversión público ayer que en las últimas semanas se han efectuado interrupciones imprevistas en la producción, lo cual estaría empujando a que se consuman los barriles que el mundo lleva almacenando desde hace meses.

Goldman Sachs va incluso más allá y prevé que este mismo mes el mercado podría entrar en déficit, o al menos, esto ocurriría en el segundo semestre del año.

Entre los problemas en la producción el informe menciona tres puntualmente: fallas en el suministro de Libia, ataques a oleoductos en Nigeria y el voraz incendio que asoló a Fort McMurray, Canadá, suspendiendo toda actividad en la zona.

Estos incidentes han llevado a que la producción baje entre 1.5 y 2 millones de barriles al día (mbd), según Goldman Sachs.

Aún así el efecto sobre el precio no es inmediato porque el mundo tiene actualmente las mayores reservas registradas en la historia. De hecho, la firma precisa en su informe que los mercados internacionales han experimentado $2 de aumento por barril.

Solo Estados Unidos lleva meses registrando más de 500 millones de barriles en sus reservas. Cifras nunca antes vistas según la Administración de Información de Energía (EIA) de EE.UU.

Sin embargo la situación podría cambiar para el segundo semestre. El banco de inversión estima que el mayor consumo de combustibles, junto con la menor producción diaria, ayudaría a consumir todos los barriles que se encuentran acumulados en tanques y buques petroleros.

Con esto en mente, el informe energético estima que el petróleo rondará un precio cercano a los $50 hacia el segundo semestre del año.

Además, para la primera mitad de 2017 vaticina un barril a $45, pero incrementando su precio hasta los $60 al final del próximo año.

El precio del petróleo, y los combustibles, fluctuaría dependiendo del pronóstico de Goldman Sachs sobre los inventarios. Si la demanda no es suficiente para consumir todos los inventarios, en unos meses habrá de nuevo más barriles acumulándose.

Esto porque un precio cercano a los $50 es un incentivo para los productores de esquisto que han sobrevivido en Estados Unidos. En el momento que el precio sea rentable para ellos, volverán a producir y afectar la balanza entre oferta y demanda del crudo. 

Mercado impredecible

El último informe de Goldman Sachs recuerda lo impredecible e incluso volátil que puede ser el mercado del crudo. En septiembre de 2015 la misma firma había publicado un alarmante (y ahora irónico) pronóstico: en mayo de 2016 el barril puede llegar a costar $20.

En ese momento la firma estimó que un recorte de la producción no podría ocurrir hasta que la industria “tocara fondo” con los precios. La preocupación era que para no perder margen de mercado, todos los productores seguirían extrayendo crudo aunque las cotizaciones estuvieran por debajo de sus niveles de rentabilidad.

Goldman Sachs agregó que no recortar la producción sería un golpe para la capacidad de almacenamiento de la industria. Literalmente el mundo corría el riesgo de quedarse sin espacio para guardar petróleo.

Y aunque la Agencia Internacional de Energía registra cifras históricas de reservas petroleras en el mundo, el precio se cotizaba ayer a cerca de $47.72 el barril, muy por encima de los alarmantes $20 que se esperaban hace ocho meses.

En esta ocasión, los imprevistos señalados por Goldman Sachs podrían reducir considerablemente los inventarios de petróleo, o quizás no.

El mercado deberá esperar que la demanda sea tan grande como para consumir los inventarios.

También hará falta que la producción de los tres países que menciona Goldman Sachs se mantengan bajas por unas semanas más.

Por otro lado, hay otros jugadores de peso en el mercado. Irán, por ejemplo, anunció la semana pasada que alcanzó un nivel de 3.5 millones de barriles diarios en su producción, llegando al ritmo que tenía antes de las sanciones que Estados Unidos le impuso por su programa de desarrollo nuclear.

Ahora que dicho país es libres de dichas sanciones la industria iraní ha anunciado que no le basta con recuperar su anterior nivel de producción, sino que planean invertir para alcanzar los 4 mbd.

Incluso están inversionistas internacionales para poder expandir su industria a la refinación de combustibles. En concreto, Irán busca atraer unos $80 mi millones en los próximos años.

El otro jugador importante es Estados Unidos, en concreto, los productores que utilizan la técnica del fracking para producir petróleo de esquisto.

Fueron ellos quienes permitieron que el país norteamericano pasara de ser un consumidor  a una potencia exportadora de crudo.

La técnica es cara, comparada con la extracción convencional. Sin embargo aquellos productores que han logrado sobrevivir a los casi dos años de bajos precios han dicho a varias agencias de noticias que un barril a $50, o incluso menos, aún es rentable para ellos.

Esto significa que si se cumple el pronóstico de Goldman Sachs, y los precios empiezan a subir, este sector de la industria estará listo para aumentar su producción e inundar el mercado con crudo.

Este efecto de sube y baja en el precio ya ha sido identificado por varias consultoras quienes en marzo explicaron a la agencia Bloomberg que esa será la tendencia para este año y quizá los próximos.

Un relativo bajo precio en los primeros meses del año. Aumento del consumo, seguido de una alza en los precios. Por último, un “techo” que se alcanza en el segundo semestre del año debido a productores atraídos por el aumento de precios.

Así una y otra vez los precios de $100 por barril estarían muy lejos de volver a verse, según estos analistas.   

Mientras tanto la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) publicó la semana pasada que este año el consumo se mantendría en 94.18 mbd, frente a una producción de 95.13 mbd en todo el mundo.

El informe de mayo de la OPEP además señaló que entre 2016 y 2018 la industria invertirá $40 mil millones al año en exploración de nuevos pozos petroleros, cerca de la mitad de lo que se invirtió entre 2012 y 2014.

Vario analistas han advertido que el poco atractivo de la inversión petrolera podría tener efectos negativos en el mediano plazo. Un pozo en aguas profundas tarda cerca de 10 años, desde que se confirma la existencia de crudo explotable, para empezar a extraer.

Durante el último mes el precio del West Texas Intermediate (WTI) se ha mantenido con tendencia al alza. De un $39.78 el 18 de abril, llegaba ayer a los $47.72. El período de bajos precios del crudo inició en junio de 2014. Desde entonces la cotización se ha desplomado desde los $100 hasta llegar a rozar los $29 en ocasiones. – Agencias