De haber una nueva crisis por falta de agua potable esta debería incluir a la zona rural y no limitarse al Área Metropolitana de San Salvador (AMSS). Esa es una de las observaciones que hizo ayer el relator especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el Derecho Humano al agua potable y saneamiento, Léo Heller.
El experto independiente compartió ayer un informe preliminar, emitido al concluir ocho días de misión oficial. En su opinión, si una declaratoria de emergencia incluyera a la zona rural esto movilizaría al gobierno y también a la cooperación internacional. Pero ¿por qué le preocupa tanto la zona rural?
El relator especial tuvo acceso a información recientemente recopilada por la Anda, según la cual 618 mil habitantes de la zona rural no tienen acceso al agua potable, mientras que 6 mil no tienen ese acceso en la zona urbana. “Según estos datos, 99 % de la población sin acceso al agua vive en las zonas rurales”, reza el informe preliminar.
Las diferencias
En 2015, el 60 % de los hogares rurales tenían conexión domiciliar. En contraste, el 85% de los hogares urbanos tienen esa conexión. Lo que es una estampa a la que la mayoría de salvadoreños ya está acostumbrado llamó la atención del relator. Cuando Heller visitó una comunidad rural, cuyo nombre omitió, vio cómo las mujeres cargan el agua hasta sus casas porque no tienen conexión domiciliar. “Una mujer, aunque vivía a cinco minutos del punto de recolección de agua, podía llegar a emplear 45 minutos dos veces al día en esa actividad, incluyendo el tiempo de espera haciendo fila y llenando el recipiente”, detalló el relator especial en su informe.
El relator también conversó con miembros de una comunidad que se declara indígena en el cantón Pushtan de Nahuizalco, Sonsonate. “Me dijeron que se consideran los más desfavorecidos en la escala social, incluso más que los campesinos, con respecto a bienes y servicios como el agua”, afirmó Heller.
El Salvador no tiene estrés hídrico
Alguien preguntó al relator si en el futuro podría haber conflictos sociales a raíz de la falta de acceso al agua. Ante este cuestionamiento, Heller respondió que no se pueden prever ese tipo de conflicto en El Salvador, pues no está en la lista de países con estrés hídrico. Esto contradice el argumento que usan varias organizaciones ambientalistas cuando piden que se apruebe la Ley General de Aguas.
Recordó que, según las estadísticas globales, solo entre el 6 y 7 por ciento del agua disponible es usada para consumo humano. “Muchas veces los conflicto por el uso del agua, el argumento de que el agua no está disponible no es así, la falta de acceso al agua es por la falta de servicios de agua adecuados para la gente”, afirmó.
Para luego añadir que aunque la calidad del agua no sea la mejor esta puede ser tratada y utilizada para consumo humano. “Esto no lo estoy diciendo sobre el río Acelhuate, no lo recomendaría”, aclaró.
Respecto a si es necesario o no que el país cuenta con una Ley de Aguas, Heller afirmó:“La ley es importante pero no es suficiente… No tener ley crea un vacío inconstitucional y legal. Ese vacío deriva en la ampliación de las desigualdades”, refiriéndose a quienes sí tienen acceso al agua potable y quienes no lo tienen.