Recompensa de $2,500 por autores de masacre en San Juan Opico

Autoridades han detenido a siete pandilleros que estarían ligados a matanza. Seis está prófugos

descripción de la imagen
Seis pandilleros, entre ellos dos menores, relacionados a la masacre en Opico fueron capturados semanas después de la masacre. Foto EDH/ Archivo

Por Diana Escalante

2016-05-20 10:00:00

Siete supuestos integrantes de la pandilla 18 fueron arrestados en las últimas horas porque, según las autoridades, estarían involucrados en la brutal masacre de 10 empleados de una empresa de suministros de energía eléctrica y un jornalero.

Las víctimas fueron acribilladas y rematadas con corvos el 3 de marzo pasado, mientras trabajaban en el cantón Agua Escondida, de San Juan Opico, La Libertad.

El director de la Policía, Howard Cotto, informó ayer que otros seis hombres que participaron en estos asesinatos están prófugos.

La institución está ofreciendo una recompensa de $2,500 para quien brinde información que ayude a localizar y capturar a los delincuentes.

Estos pandilleros fueron identificados como Nelson Lovo Salgado (a) “Viejo triste”; José Luis Polanco Escalante (a) “Enano”, Jorge Alberto Lozano Martínez (a) “Fiera” y Douglas Alexander Montano Durán (a) “Caballo”. 

La Policía también anda tras  los pasos de Franklin (a) “Travieso” y Bryan (a) “Inocente”, quienes tienen 17 y 16 años respectivamente.

Los presuntos homicidas que ya fueron aprehendidos son: Miguel Ángel Deras Martínez (a) “Slipi”; David Antonio Acosta Anaya (a) “Baba” y  Héctor Mario Martínez Baiza (a) “Flaco”.

Además fueron arrestados Diego Armando Acevedo Serrano (a) Diego; René Mauricio Huezo Landaverde (a) “Street boy” y los menores de edad Otoniel (a) “Peligro” y Leonardo (a) “Inquieto”.

Las investigaciones han arrojado que estos pandilleros eran encabezados por José Alfredo Valle Landaverde (a) Coche, quien según la Policía fue la persona que le ordenó a los demás que cometieran la matanza.

Valle Landaverde murió junto con otros dos pandilleros, el 14 de abril pasado, durante un enfrentamiento con policías registrado en el kilómetro 7 de la carretera a Los Planes de Renderos, al sur de San Salvador.

Ese día, las autoridades llegaron a la zona a capturar a un delincuente reclamado por la justicia pero fueron atacados a balazos por pandilleros.

Tras un operativo de búsqueda, policías y militares detuvieron a tres mujeres y dos hombres como sospechosos de haberles disparado con fusiles M-16 y escopetas.

Además, las autoridades descubrieron que los alrededores de la vivienda donde estaban ocultos tenía cámaras de videovigilancia.

Delincuentes intentaron culpar a pandilla rival

El día que fue cometida la masacre, las autoridades y algunos pobladores del cantón Agua Escondida aseguraron que la zona es asediada por la Mara Salvatrucha. Por eso no dudaron en atribuir este hecho de sangre a dicha agrupación delictiva.

Sin embargo, el director de la corporación policial sostuvo ayer que los autores materiales de las 11 muertes violentas son integrantes de la pandilla 18, quienes delinquen en los municipios de Quezaltepeque, La Libertad, y Apopa, en San Salvador.

“Valle Landaverde es el cabecilla que toma la decisión de ejecutar esta acción (la masacre). Ellos se desplazan hacia un lugar donde no son ellos los que tienen presencia, con el objetivo de generar la idea de que miembros de una estructura delincuencial contraria hubieran podido cometer el hecho”, señaló Cotto.