Miles de jóvenes salieron ayer a las calles de varias localidades del país con el único fin de obsequiar Rosarios para promover entre los salvadoreños el rezo a la Virgen María.
Los jóvenes tenían la misión de donar a transeúntes y personas que viajaban en vehículos 35 mil Rosarios, los cuales eran acompañados de una estampa de la Madre de Misericordia.
En algunos hospitales también se entregaron a pacientes y visitantes.
El Apostolado de la Virgen Peregrina de la Familia, del movimiento Regnium Christi fue el organizador del evento. “Estamos siendo un instrumento para la Virgen que ella necesita para promover su amor”, dijo una de las organizadoras.
Agradeció a los jóvenes que dejaron a un lado sus compromisos de fin de semana para participar en la donación que se realizó en varios departamento del país.
Se detalló que los Rosarios fueron donados simultáneamente en la iglesia Corazón de María, Plaza Mundo, en Soyapango; en Metrocentro, Santa Ana; en la parroquia Santa María del Mar, de la Costa del Sol en La Paz; en la parroquia de la Asunción, de Ahuachapán; en parroquia Inmaculada Concepción, en Santa Tecla y en la parroquia de la colonia San Benito, en San Salvador.
Asimismo, 50 ministros de la Eucaristía colaboraron con la entrega de Rosarios en los hospitales, en donde fueron recibidos por los pacientes, visitantes y personal médico del nosocomio.
“Es una mañana totalmente dedicada a ella. Tratemos de promover a la Virgen”, dijo la organizadora.
Afirmó que todos los Rosarios fueron bendecidos con anterioridad para que fueran entregados a las personas que los recibieran.
“Estamos de fiesta, hay que vivirlo con alegría y con gozo”, manifestó.
Los jóvenes se unieron en comunidades católicas para asignarse las zonas en donde se entregarían.
“Estos Rosarios ya están benditos. Estamos llevando un regalo de la Virgen María a cada una de las familias”, dijo otro de los organizadores.
Los jóvenes encontraron buena recepción de las personas a las que les regalaron los artículos religiosos.
El sacerdote Carlos María Albear, quien oficio la misa en la iglesia Corazón de María, antes de que los jóvenes salieran a entregar los Rosarios, agradeció el tiempo ofrecido por los voluntarios.
El padre explicó que el Rosario es una oración que “dice cosas bonitas a la Virgen María y la hace feliz”.
Contó una anécdota del santo Juan Pablo II, quien en una ocasión en Roma llegó en un vehículo sin escolta cuando era Papa.
“Estábamos 400 legionarios esperándolo en una fila inmensa. El llegó en el coche y no se bajaba. A los cinco minutos el Papa salió del coche con un Rosario y lo metió en su bolsillo. El estaba rezando el Rosario”, contó Albear.
El sacerdote dijo que las oraciones a la Virgen se hacen para interceder por los pobres, los hambrientos, los cautivos y todas las personas que necesitan misericordia de Dios.