AHUACHAPÁN. Las autoridades locales y del comité de emprendedores, reinauguraron ayer el festival gastronómico que se lleva a cabo a la orilla del río Grande, límite natural entre El Salvador y Guatemala.
El afluente resultó afectado por el derrame de melaza del ingenio La Magdalena de Chalchuapa, el pasado cinco de mayo, y por el que decidieron suspender sus actividades comerciales ante la cercanía del evento gastronómico.
Durante tres semanas los organizadores y comerciantes registraron pérdidas económicas, debido a la contaminación del río.
El presidente del Comité Ejecutor Un Pueblo, Un Productor, Jorge Ortiz, explicó que alrededor de 15 mil turistas dejaron de visitar la zona debido a la emergencia ambiental del derrame.
Con ello, los comerciantes locales dejaron de percibir ingresos importantes en las tres semanas que el festival no se llevó a cabo.
Agregó que sólo en el primer fin de semana del derrame, los comerciantes dejaron de percibir aproximadamente cuatro mil dólares.
“Nosotros esperamos que los turista pueden llegar siempre a visitarnos y consumir en el festival, no queremos que el problema ocasionado por el derrame de melaza siga afectando nuestro comercio, es por eso que lo estamos reinaugurando, para que la población y turistas sepan que siempre estarán los festivales los días sábados y domingos”, dijo Ortiz.
Los comerciantes esperaban que ayer la afluencia de turistas fuese grande y con ello poder rescatar, poco a poco, la tradición que por años han llevado con los festivales gastronómicos del municipio.
Asimismo, hicieron un llamado a las autoridades para que apoyen y den vida al proyecto, ya que para muchas familias es una fuente de ingresos económicos.
Los encargados de comunicaciones de la alcaldía de San Lorenzo expresaron que desde el jueves iniciaron labores de limpieza en el río Grande, especialmente en las orillas, que es donde se realiza el festival.
Otros de los factores que ha favorecido la limpieza del río son las lluvias, situación que beneficia en que los pocos peces que han quedado vivos tras el derrame, puedan seguir creciendo y reproducirse.
Días atrás la ministra del Medio Ambiente, Lina Pohl, informó que el derrame de melaza afectó a varios ríos en Chalchuapa, Santa Ana, y que alcanzó 134 kilómetros de contaminación.
Reiteró que si bien la melaza no es tóxica, existe un daño ambiental irreversible, situación por la que la población de la zona pide a autoridades impedir que se repita algo así.
El MARN estima que de 920 mil galones derramados, 250 mil llegaron al río.