La Fiscalía remitirá esta mañana al Juzgado Antimafia de Instrucción de San Salvador a los nueve pandilleros acusados de asesinar a 11 trabajadores en el cantón Agua Escondida de San Juan Opico, La Libertad, informaron fuentes del Centro Judicial “Isidro Menéndez”. Por la misma masacre hay otros cinco mareros que se encuentran prófugos y el cabecilla de la pandilla que habría ordenado la matanza murió hace algunos meses al enfrentarse a policías.
Sobre el mismo hecho, el ministro de Justicia y Seguridad Mauricio Ramírez Landaverde aseguró esta mañana en la entrevista Diálogo de canal 21 de televisión que ninguno de los 11 trabajadores asesinados en San Juan Opico, La Libertad; tenía vínculos con pandillas, por lo que se descarta que se haya derivado de rencillas entre esos grupos criminales.
Sostuvo que dos de los detenidos aparecen atacando a algunas de las víctimas en los videos que fueron divulgados en las redes sociales y que causaron indignación ciudadana.
Ramírez Landaverde, confía en que las pruebas recabadas durante la investigación serán necesarias para que los tribunales de justicia condenen a los pandilleros que han sido detenidos relacionados a la masacre registrada el 3 de marzo pasado en el cantón Agua Escondida de San Juan Opico, La Libertad.
“La masacre de Opico no quedará impune y esperamos que todos los que participaron sean condenados”, dijo Ramírez Landaverde, quien aseguró que semanas después de la masacre comenzaron a realizar las primeras capturas, aunque no se les acusó de la misma, sino que por otros delitos.
Con respecto a las medidas extraordinarias impulsadas por el Gobierno desde finales de marzo, el Ministro de Seguridad aseguró que han contribuido a reducir los altos índices de violencia que se tuvieron a principios del año.
Reiteró su compromiso de continuar con la depuración de los malos policías de la corporación en alusión a los 11 policías detenidos acusados de integrar grupos de exterminios. Adelantó que existen otras investigaciones de policías que han actuado fuera de la ley, pero no necesariamente ligados a ese tipo de grupos delictivos.
“No vamos a permitir que este tipo de estructuras delictivas funcionen dentro de la institución y vamos a perseguirlas con la misma fuerza con la que perseguimos a otros grupos criminales”, advirtió Ramírez Landaverde.
Aseguró además que en los casos donde pandilleros han muerto al enfrentarse a policías se ha comprobado que los agentes actuaron dentro del marco de la ley e hicieron uso de la fuerza letal al reaccionar a un ataque armado.
Ramírez Landaverde aseguró que 17 policías han muerto a raíz de la violencia, tres de ellos en el cumplimiento del deber y el resto fueron asesinados cuando gozaban de sus días libres. Además, un alumno de la Academia de Policía y un custodio de Centros Penales, también fueron víctimas de la violencia, explicó.