Acuerdos de país: reactivar el agro

Para generar condiciones de desarrollo que permitan el arraigo de la ciudadanía al campo, es importante invertir en proyectos que mejoren ingresos a los pequeños productores.

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elsalvador.com

Por Ricardo Esmahan*

2016-05-23 8:24:00

La semana pasada, la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) y el Gobierno anunciaron haber llegado a un convenio para crear una comisión  conformada por representantes de ambas partes. En ella se discutirán problemas de país para llegar a acuerdos que permitan solucionarlos.

Se elaboró una agenda de temas transversales y sectoriales en los cuales se buscará arribar a acuerdos y soluciones en conjunto. La agenda contempla ocho temas, entre los cuales están el crear un clima de confianza, combatir la inseguridad y la delincuencia, un acuerdo fiscal sostenible, la reforma de pensiones y la reducción de trámites para la inversión. En esta ocasión, quiero destacar un punto de esta agenda: el impulso del agro.

La reactivación de la agricultura deberá tener un enfoque con énfasis en el fomento de las cadenas agroindustriales, para que el país pueda no solo cosechar, sino que sea capaz de procesar y distribuir alimentos a gran escala. Destaca el trabajo en café y ganadería.

Para fomentar la producción local de forma real, debe tomarse conciencia que el principal problema estructural de la agricultura es el sistema de tenencia de la tierra; cuya estructura impide el uso óptimo del valioso y escaso recurso. Muchos consideran que la ley de Reforma Agraria ya cumplió sus objetivos y mantenerla vigente, lo único que logra, es castigar la precaria situación del agro.

Se nos reporta un total de 350 mil manzanas de tierras ociosas, lo que significa que contamos con un importante recurso que está subutilizado. Su uso productivo nos posibilitaría aumentar la producción de alimentos y generar más ingresos a los agricultores.

Los métodos de cultivo y el acceso a los mercados deben de ser mejorados. Estos procesos necesitan tiempo, el necesario para desarrollar y encaminar las pequeñas explotaciones empobrecidas hacia una producción económicamente viable, al mismo tiempo que sean social y ecológicamente sostenibles. 

El sector agropecuario enfrenta desafíos, como son mayores costos de producción e incertidumbre en la oferta laboral. Conforme el IV Censo Agropecuario el 71 % de los productores está en edades por encima de los 45 años y la edad promedio 57 años. Estos índices hacen prever que al no existir una política apropiada de apoyo al sector, los rendimientos y los crecimientos de producción de los últimos años no serán sostenibles.

Para generar condiciones de desarrollo que permitan el arraigo de la ciudadanía al campo, es importante invertir en proyectos que mejoren ingresos a los pequeños productores, con la provisión de servicios de gestión empresarial, el fortalecimiento de capacidad de gestión administrativa, productiva y de mercadeo de los pequeños empresarios organizados en asociaciones y fortalecer las cadenas productivas en las que participan. El reto es mejorar su nivel de ingresos. 

La problemática del sector agropecuario y agroindustrial se resumen en la limitada aplicación de tecnología y de prácticas empresariales bajo un entorno global cambiante y con deficiencias institucionales, esto influye en una baja rentabilidad, productividad, competitividad y el desarrollo sostenible del sector.

Resulta estratégico apoyar de forma decidida la ganadería nacional, ya que de acuerdo a información del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) la ganadería constituye el principal generador de empleo del sector agropecuario, aportando 160 mil puestos de trabajo directo. 

El Producto Interno Bruto Agropecuario (PIBA) indica que los granos básicos y la ganadería son los subsectores más importantes, con 22 % y 17 %, respectivamente; seguido de la avicultura 14 %, café 10 %, silvicultura 5 %, caña de azúcar 5 % y pesca un 3 %.

Recordemos que la agricultura se caracteriza por presentar elevados efectos multiplicadores económicos, de tal manera que incentivar su expansión, por encadenamiento, puede incentivar el resto de la actividad económica. 
 

* Columnista de El Diario de Hoy
resmahan@hotmail.com