SAN MIGUEL. Cerca de 125 observaciones fueron hechas a la carpeta del proyecto de construcción de un nuevo rastro municipal, en San Miguel, por lo que la comuna deberá pagar para que le hagan un nuevo documento.
En la gestión pasada el ex alcalde aseguró que el proyecto estaba por comenzar, ya que la carpeta técnica de la referida obra estaba terminada y la comuna ya tenía los permisos del Ministerio de Medio Ambiente, el terreno y el dinero para ejecutar la obra.
Sin embargo, el actual alcalde Miguel Pereira, reveló que el proyecto seguirá en espera porque la carpeta técnica inicial de la obra contenía unas 125 observaciones señaladas por el Fondo de Inversión Social y Desarrollo Local (FISDL) que es la institución que financian buena parte del plan.
La superación de esas observaciones se traduce en un nuevo gasto de 17 mil dólares, que debe ser cubierta por la comuna migueleña.
Según Pereira, la alcaldía invirtió inicialmente 45 mil dólares “en la elaboración de una carpeta que no sirve”.
“Con lo que yo me encontré fue con una carpeta técnica archivada, porque tenía más de 125 observaciones dadas por el FISDL”, indicó el edil.
Mencionó que esta institución recomendó la reformulación del proyecto porque, quien hizo el primer diseño no sabía sobre este tipo de construcciones.
Ante esta situación, el concejo aprobó hace algunos meses una consultoría para contratar a un experto en este tipo de diseños que les ayude a la reformulación de la obra de construcción del matadero.
Pereira aseguró que una vez superada la observación, podrán comenzar el proceso de licitación de la obra, ya que la idea es que instalen una mesa técnica integrada por representantes de la comuna y la institución, y que una vez el consultor entregue la carpeta, sea avalada y no pierdan más tiempo.
Dentro de las observaciones hechas a la carpeta inicial están que la base del rastro está en la parte baja del terreno y no en la parte alta, como debería ser, según el edil Pereira.
“A la hora que las aguas residuales provenientes del rastro quieran salir hasta el contenedor por gravedad no se podría, porque el diseño indicaba que este contenedor estaba en parte superior”, explicó el alcalde.
El nuevo rastro se construirá con una inversión de un millón 400 mil de dólares, de los que el FISDL pondrá la mitad y la comuna el resto.
“Ese dinero ya está presupuestado en los fondos de este año”, señaló el alcalde.
Pero así como avanzan las cosas, el panorama es poco alentador para los migueleños que esperaban ver fuera de la ciudad el rastro municipal en este año.
“Estamos corriendo para que el proyecto pueda comenzar este año. Fue una promesa de campaña”, recordó el funcionario.
El FISDL indicó a través de su unidad de comunicaciones que “se han sostenido reuniones con el gerente y su equipo de ingeniería, llegando a la conclusión que lo que se tenía de avance en el rastro a mediados del año pasado, serviría como base para continuar con la formulación”.
El FISDL solicitó a la alcaldía incluir todas las disciplinas que intervienen en un proyecto con la complejidad de un rastro, de manera coordinada y completa, con el objetivo de contar con un diseño que no presente situaciones inesperadas durante la ejecución para disminuir los riesgos de encarecer la obra.
La institución confirmó la contratación que la comuna ha hecho para realizar una nueva formulación, tomando como base los términos de referencia elaborados por el departamento de ingeniería del FISDL.
La proyección
Las autoridades municipales tienen proyectado que una vez construido el matadero municipal, pueda servir para ofrecer el servicio de destace a otras ciudades que lo requieran en la zona oriental.
Además, esperan crear alianzas con la empresa privada para, incluso, poder vender carne que llegue a los súper mercados.
“Tendremos un rastro pequeño en términos de infraestructura, pero grande en términos de conexión de mercado, porque si cumplimos con todos los estándares de calidad que piden las grandes empresas, podremos suplir esos mercados”, señaló el funcionario.
Muchos migueleños esperan que la construcción del nuevo rastro se haga realidad, pues llevan años esperando a que el matadero, aún ubicado en el centro de la ciudad de San Miguel, sea clausurado y trasladado a otra zona menos poblada.