Representantes de varias organizaciones ambientalistas que operan en la cuenca del río Magdalena, el río Paz y la el sector del río Aguacate, denunciaron este martes ante el tribunal ambiental, de esta capital, al director del Ingenio La Magadalena, Ernesto Alwood, por el derrame de melaza ocurrido el cinco de mayo pasado y que ha afectado la biodiversidad y la economía de los residentes en la zona.
De acuerdo a un comunicado emitido por las organizaciones, entre las que se encuentran la Asociación Comunitaria para la Protección Ambiental Marino Costero Ahuachapán (Istaten), el Comité de Microcuenca de El Aguacate y la Unidad Ecológida Salvadoreña (Unes), se pide al tribunal que inicie un proceso de investigación y sanción a los responsables del daño ambiental, al igual que se indemnice a las comunidades de la zona baja del río Paz y de la microcuenca del río Aguacate.
Según explican, el derrame de melaza ha generado un daño ambiental y afectado las condiciones de vida de los residentes que dependen de los afluentes y la biodiversidad de la zona, por lo que además de la indemnización respectiva también piden que se hagan acciones de mitigación del daño.
Alvaro Orellana Crespo, presidente de la Asociación Istatén, que representa a Garita Palmera, dijo que cuando hablan de que haya reparación de daños se refiere a que lleven peces aptos para reproducirse en los afluentes afectados.
Crespo señaló que a estas alturas el agua no ha recobrado su transparencia, ni está apta para el consumo humano, ni de los animales.
Luis González, representante de la Unes, sostiene que el ingenio La Magdalena más allá de haber dado una disculpa pública tiene que asumir su responsabilidad de reparar el daño.
González sostiene que los responsables del ingenio han hecho planteamientos contradictorios, con respecto a la cantidad de melaza derramada y al área afectada: “ellos (ingenio) dicen que solo fueron tres kilómetros los dañados, luego plantean que fue un poco más. (Por otra parte) los datos oficiales son de que fueron 900 mil galones (los derramados) y ellos hablan de 900”.