Documentos revelan nuevas fallas en construcción de represa El Chaparral

Documentos clave de la supervisión demuestran que la montaña “no se movió”. Y que la constructora Astaldi conocía los problemas desde que participó en la licitación y tenía que asumir los costos adicionales de la obra.

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La autónoma hizo el pago y cerró el contrato en julio de 2012, luego de un polémico proceso de “Arreglo_Directo” entre ambas partes, pese a que la obra  sólo tenía un 29.29% de avance.

/ Foto Por elsalv

Por Juan José Morales / Redacción Digital

2016-05-25 5:00:00

Una serie de documentos  que forman parte del expediente de supervisión del Proyecto Hidroeléctrico El Chaparral revelan el mal manejo de la zona de trabajos, la falta de un diseño detallado para continuar su ejecución y hasta la mala construcción de una estructura de paso de aguas (ataguía), así como otras fallas que dejan sin fundamento el pago del pago de $108.5 millones de la Comisión_Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL) a la empresa Astaldi SpA.

La autónoma hizo el pago y cerró el contrato en julio de 2012, luego de un polémico proceso de “Arreglo_Directo” entre ambas partes, pese a que la obra  sólo tenía un 29.29% de avance.

El archivo de más de 300 páginas, en poder de El Diario de Hoy, fue preparado por los consultores Euroestudios-Ingetec luego de analizar los problemas en la margen derecha de la montaña donde se asentaría la presa y descubre los cuestionamientos de la supervisora a la constructora.

Las fallas eran tan evidentes que la ataguía colapsó un 30 de mayo de 2010 durante la tormenta tropical Agatha, ante lo cual Astaldi SpA abandonó los trabajos.

Todo lo anterior queda claro cuando se revisa el documento titulado “Informe General de la Margen Derecha” de agosto de 2010. Su principal conclusión es que, para la supervisión, no hubo argumentos “que demostraran el movimiento de todo el macizo de la margen derecha” y recomiendan a CEL_que Astaldi SpA le presente “de inmediato” un planteamiento completo de diseño de la presa para no incumplir con los plazos contractuales.

En el mismo expediente también hay una presentación a la junta directiva de CEL_en julio de 2010 donde Euroestudios-Ingetec deja claro que Astaldi SpA, desde que inició la obra en 2008, excavó  el estribo (margen) derecha sin un patrón de soporte.

“Las excavaciones han sido ejecutadas como exploratorias, provisionales y sin control”, enfatiza el documento planteado ante la junta.

Las cartas entre Astaldi y Euroestudios-Ingetec

En el transcurso de la ejecución de la obra la constructora italiana y el asocio supervisor mantenían comunicación a través de una serie de cartas donde se plantean aspectos técnicos que nunca serían corregidos por el contratista de CEL y que desembocarían en  un desconocimiento “de facto” del rol que juega la supervisión en un proyecto de gran envergadura.

Por ello los anexos del documento en poder de El Diario Hoy registran las cartas enviadas entre el superintendente de la supervisión, Germán Rivera, y el gerente de El Chaparral por parte de Astaldi SpA, Edy Lucchini. En una primera misiva se advierte de la necesidad de un diseño detallado, ya que CEL_solo había entregado un documento básico con el cual la constructora debía iniciar los trabajos, algo ya contemplado en el contrato llave en mano_(sin cambios) a un monto de casi $220 millones.


* Documento del 24 de febrero de 2010


LO QUE ARGUMENTARON…

 ”Fue Astaldi que presentó a la junta directiva de CEL un informe en el que aseguraba que el margen derecho de la montaña que iba a sostener el dique de la central había sido dañado y se estaba moviendo luego de las tormentas Agatha y Alex.”

MAURICIO FUNES,  Expresidente de la República, en octubre 2013

 “Estamos seguros, y lo hemos visto ya por más de un año con diferentes geólogos, que la montaña no tiene el problema que se había especulado, la presa El Chaparral va a estar en el mismo lugar, aunque será necesario un rediseño”

LEOPOLDO SAMOUR ,  Expresidente de CEL, en agosto de 2013

Previo a esta fecha, un 17 de agosto de 2009, los supervisores le indicaban a Lucchini que Astaldi SpA no había efectuado el análisis de estabilidad de la montaña para iniciar las excavaciones , además que no se tenía previsto la instalación de elementos de soporte ante “posibles inestabilidades” y que estos trabajos se habían desarrollado sin un programa, lo que conllevaba obras esporádicas sin una secuencia organizada.

Más adelante, un 6 de marzo de 2010, Rivera le envía a Lucchini otra  carta con el asunto_“Margen derecha, trabajos sin diseños detallados aprobados” donde se dice que es riesgoso para el proyecto, incluso para el contratista, la ejecución de obras que no tienen diseño de detalle que permitan planificar de manera clara y ordenada, lo que puede conllevar a la pérdida de recursos importantes para el desarrollo del proyecto e incluso afectar los plazos.

“Como es de su conocimiento la supervisión en diferentes documentos como comunicaciones, actas de reunión e informes de revisión de diseños  ha manifestado la necesidad que el contratista entregue el diseño detallado de manera integral. No resulta aceptable la entrega separada de partes de un mismo elemento”, enfatiza la supervisión.

Después Euroestudios-Ingetec envió otras cuatro cartas en las que enfatizaba en el mismo hecho:_la urgencia del diseño detallado y el cuido de la margen derecha, sobre todo por filtraciones del río Torola que se presentaban.



El detonante de las diferencias entre Astaldi SpA y Euroestudios-Ingetec fue la carta del 30 de abril de 2010 en respuesta a una enviada por la firma italiana donde dice que los supervisores “le están haciendo requerimientos más allá de lo que pide el contrato de la obra”

“No aceptamos lo indicado por el contratista en su comunicación y le solicita (a  Astaldi SpA) que se apegue a los requerimientos técnicos y contractuales que le corresponden (…) ratificamos nuestra preocupación con la estabilidad de los taludes de la margen derecha, hay aspectos de seguridad pendientes”, contesta el supervisor al contratista de la CEL.

Ataguía, mala construcción que colapsó

Una estructura fundamental en la construcción de la obra fue la ataguía para frenar el cauce del río Torola, sobre todo en momentos de invierno copioso pero, según el archivo de la supervisión consultado, Astaldi SpA no realizó un trabajo adecuado para garantizar la estabilidad de la margen derecha, que incidió en el daño durante la tormenta Agatha.

“La ataguía no tiene ningún diseño geotécnico de detalle (…) se solicita revisar completamente el informe  de las ataguías de manera que se incluyan criterios básicos del diseño y las propiedades de los materiales que se utilizarán (…) muy seguramente será desbordada y deteriorada”, indica el informe sobre la ataguía por parte de Euroestudios-Ingetec que incluso adjunta imágenes del daño.

Por todo esto al final se desconoce porque CEL_no inició un proceso sancionatorio contra Astaldi Spa y se llegó a un millonario arreglo, pagando incluso por obras inexistentes y recibiendo más adjudicaciones del gobierno.

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