Todas las personas tienen rasgos distintivos, expresiones faciales únicas y características especiales. Esta particularidad se vuelve un atributo o rasgo de mucha sensualidad para quien los posee.
Entre estas “cualidades” están los camanances -también llamados hoyuelos- que se forman en las mejillas, sobre todo cuando una persona sonríe.
De acuerdo con científicos, su origen radica en la hipodermis, donde hay fibras musculares de la cara que se adhieren a la piel exterior, y “en aquellas partes donde hay más tensión se produce un mayor estiramiento y una mayor depresión en la parte exterior”.
?Pero, ¿qué significan y qué dicen de tu personalidad?
Para algunas culturas, los camanances se relacionan con el atractivo físico y con los astros del zodiaco, donde se cree que las personas que poseen los hoyuelos en las mejillas pertenecen a los signos Tauro o Libra, regidos por Venus, el planeta de la belleza.
Según el sitio Para los curiosos, las personas que tienen hoyuelos reunen las siguientes características:
1. Son seguras
Esto se refleja en todas las tareas que realizan, al desarrollar una capacidad de reacción efectiva ante los eventos inspirados de la vida, y los riesgos que asumen resultan emocionantes pero razonables.
2. Personas visionarias
Esta es la capacidad que tienen de reconocer y aprovechar las oportunidades al máximo. Se trata de disfrutar siempre del presente mientras moldean el futuro.
3. Son positivas
La actitud positiva es fundamental, no solo para ellos, sino para los demás, pues se puede difundir entre las personas cercanas. Son perseverantes y viven su vida apasionadamente.
4. Saben enfocarse y concentrarse
Tienen claras sus metas y trabajan disciplinadamente para realizarlas. Esta cualidad les permite tomar decisiones con claridad.
5. Saben comunicar
Tienen la inteligencia de crear y mantener óptimas relaciones interpersonales.
6. Son organizadas
Se saben organizar para cumplir con mayor eficiencia con las responsabilidades, sin dejar de lado la vida personal. Se apoyan en la tecnología para lograrlo.
Este rasgo genético no solo se forma en las mejillas, los codos, la espalda, las rodillas son áreas donde, también, pueden formarse. Los especialistas explican que para poseer esta característica solo se necesita tener buena suerte y genética.