Administración de CEL se desliga del anterior manejo de El Chaparral

El actual titular de la autónoma también se desvincula de las decisiones de la anterior gestión. “Hubo ignorancia técnica”, subrayó

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David López Villafuerte, presidente de la CEL.

/ Foto Por EDH

Por Juan José Morales

2016-05-26 9:30:00

La falta de adecuados criterios técnicos llevó al fracaso del proyecto de El Chaparral en la anterior administración, según lo expone el actual presidente de la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL), David López Villafuerte, a El Diario de Hoy.

Esto llevó a que el proyecto fuera abandonado y a un cuestionado pago de $108 millones a la constructora Astaldi pese a que dejó inconclusa la obra.

López Villafuerte refuerza la tesis de que en el arreglo directo entre CEL y Astaldi no se cumplieron varias cláusulas del contrato de obras y que la institución, lejos de pagar por obras realizadas, terminó desembolsando $108.5 millones sin dar la batalla ante su contratista.

En esta entrevista López Villafuerte además habla del futuro de El Chaparral, un proyecto que CEL jecutará solo con empresas salvadoreñas bajo la modalidad de múltiples contratos y que podría star generando energía eléctrica en 2018 luego de una inversión de $290 millones.

— El proyecto El Chaparral es para varios sectores nacionales como un enigma con respuesta: nadie sabe qué sucedió pero sí tienen claro que se hizo un millonario desembolso para una obra que aún no genera energía eléctrica, ¿por qué se tomó esa decisión? ¿Era la única opción viable?

Considero que desde esta importante institución se tomaron decisiones que quizá no fueron las adecuadas, pero todo proviene de no administrar técnicamente el proyecto, con la anterior gestión la CEL vivió otra época, se manejó con ambigüedad el problema con Astaldi desde que comenzó con los supuestos reclamos y nunca se construyó una salida rápida a los inconvenientes en la margen derecha de la montaña donde se asentaría el dique, desde ahí las cosas no pintaban bien…

— ¿Color oscuro?

Probablemente. Lo que pasa es que si usted tiene un terreno y quiere construir una casa debe hacer estudios, evaluaciones, sondeos y en todos los sitios posibles para construir El Chaparral la prefactibilidad decía que habían ciertas fallas que corregir, lo cual modificaba muchas cosas, incluso el presupuesto. Yo debo de decir la verdad: hubo un error de los técnicos porque ya en 2004 en el estudio que dejaron los japoneses (J-Power) se decía que se tenían que hacer más perforaciones, más análisis técnicos pero esto no se realizó en 2007 y así se licitó y se adjudicó a Astaldi el proyecto en 2008, eso no fue lo correcto.

— En estos términos, ¿CEL estafó a Astaldi al entregar las bases y los documentos de licitación?

La disputa era algo que podía darse. CEL esperaba recibir El Chaparral terminado pero Astaldi le reclamaba por los estudios previos y en estos términos quizá podría decirse que CEL se estafó a Astaldi.

Por eso creo que lo mejor era hacer más estudios, más sondeos, más exploraciones geológicas y eso era obligación de la autónoma, darle más certeza a su contratista para asegurar la responsabilidad de una obra tan delicada y transcendental para el país.

— En este sentido ¿qué falló? ¿cómo podían hacerse las cosas de otra manera?

La solución estaba en resolver técnicamente el problema, arreglar todo este conflicto con Astaldi pasaba por una decisión y un criterio técnico que fue abandonado en la anterior gestión de la CEL.

Lamentablemente hubo ignorancia técnica, y los que podíamos hacer recomendaciones técnicas y resolver estas fallas estábamos relegados y en un segundo plano, todo era otra cosa porque en CEL era otra época…

— … ¿de errores?

Sí, pero sobre todo de decisión porque hubo una deficiencia técnica para resolver el problema con Astaldi, eso fue muy determinante, CEL no hizo lo que tenía que hacer y pasaban meses sin resolver las consultas hechas y las quejas sobre El Chaparral. Con el tiempo todo se fue prolongando, se le dio largas y no se veían las soluciones para echar a andar el proyecto, un exceso de burocracia. Se decía que se había contratado a una empresa para hacer estudios y análisis pero estos nunca llegaban , todo se iba dilatando y nunca se planteaban alternativas.

— ¿Hubo irresponsabilidad de los técnicos y de las autoridades de CEL por no resolver de manera inmediata esto?

Yo considero que en esto tuvo mucho que ver el hecho de que la anterior gestión de esta importante institución se perdió por completo el perfil técnico, ¿cómo podíamos enfrentar a Astaldi en un tema tan delicado si ellos también tienen a su gente y a sus especialistas? Y lo que terminó de agravar la situación es que nunca hubo respuestas rápidas, diligentes, la burocracia incidió y durante todo ese tiempo donde CEL no daba respuestas Astaldi se preparó para el arreglo directo.

— ¿Qué situaciones conoció usted de falta de celeridad en querer resolver el problema con Astaldi?

Yo recuerdo que en las sesiones de junta directiva de CEL se presentó un inconveniente. Se había fijado que todos los jueves a las 2 de la tarde se tenían que celebrar las reuniones para ver estos problemas pero nunca había quórum (asistencia) y lo mismo sucedía una semana después y así sucesivamente.

Esa fue una clara muestra de falta de diligencia y ahí rompimos, en cuestiones como esta si yo digo que hoy hay que hacer una reunión de junta quizá solo un miembro faltaría, hemos enfrentado momentos donde hay que hacer hasta tres reuniones a la semana y se hacen. Pero antes las dinámicas eran bien pasivas y no generan mayores cambios y ese modo de operar era evidente en todo, incluyendo El Chaparral.

— ¿Por qué la supervisión de la obra (Eroestudios-Ingetec) no metió más presión para que se buscara terminar el proyecto?

De nuevo, por el mismo problema técnico, no se tenía una tropa fuerte que empujara esto, la CEL prácticamente estaba relegada, a pesar de ser el dueño del proyecto, ellos ponían los tiempos. Yo, si no tuviera el conocimiento técnico, fácilmente aceptaría plazos prolongados y millonarias cantidades de dinero para resolver algo que en términos teóricos y prácticos es mucho menos complejo. Todas eran justificantes y nunca se pudo sacar adelante una verdadera solución.

— ¿Qué es hoy de El Chaparral? ¿Ya hay avances en las obras que CELactualmente ejecuta?

El proyecto ya lo retomamos, ya superamos todos los problemas que impedían que lo echáramos a andar. De momento estamos trabajando en la turbina en los laboratorios de la firma rusa Tyazhmash y en la estructura de la casa de máquinas, la cual la está elaborando la constructora salvadoreña Dycsa. El plan de inversión del proyecto se mantiene, aunque de momento no tenemos el estimado final de costos pero estamos seguros que lograremos un ahorro mínimo de $10 millones.

Además en los próximos días anunciaremos otros tres nuevos contratos donde esperamos definir quien será el que suministrará el concreto, todo según lo esperado para generar energía en 2019.