1. Haz ejercicio
Esto te ayudará a tener músculos fuertes que protejan tus articulaciones. La intensidad de la actividad física dependerá siempre de tu edad y de tu estado físico. La regularidad sugerida es cinco días a la semana.
2. Cuida tu peso
Cuanto mayor sea tu peso, más probabilidad tienes de lesionar tus articulaciones, ya que supone el primer elemento de sobrecarga y desgaste mecánico. Las más afectadas son las articulaciones inferiores: rodilla, cadera, tobillos y pies.
3. Ten una dieta equilibrada
Procura mantener una dieta equilibrada que beneficie a tus huesos, músculos y articulaciones. Haciendo especial hincapié en los lácteos (fundamentalmente para fortalecer los huesos), las proteínas (para los músculos) y las vitaminas A, C y D.
4. Evita el tabaco y el alcohol
El tabaquismo se asocia al cambio de ciertas proteínas o aminoácidos que posteriormente se expresan como anticuerpos que favorecen la inflamación de las articulaciones.
5. Cuida tu postura
La postura es muy importante para la salud de tu columna vertebral. La mala postura a menudo produce cambios que provocan debilidad en las articulaciones. Debes tenerla al trabajar, leer y dormir.
6. Evita ejercicios de alto impacto
Correr en superficies duras o irregulares o con una mala técnica puede ser perjudicial para tus articulaciones. Cada vez que sea posible, debes evitar realizar modalidades de ejercicios que provoquen un elevado impacto sobre las rodillas.
7. Evita las lesiones
Recuerda que las lesiones son los principales factores de riesgo para desarrollar osteoartritis en las articulaciones afectadas. Por ello debes hacer de forma consciente todas tus actividades físicas, cuidar el equipo con el que las prácticas y calentar apropiadamente.
8. Presta atención a las lesiones
Visita al médico y atiende al pie de la letra todas las restricciones. Recuerda que guardar reposo por un tiempo también es considerado parte de un buen entrenamiento para lograr la salud física.