La violencia ha recrudecido en los últimos seis años en Cuscatlán donde se han registrado 1,329 homicidios de 2010 a marzo de 2016.
Aunque en proporciones distintas no hay uno de los 16 municipios que constituyen el departamento asentado en la zona paracentral del país que no haya registrado homicidio en los últimos seis años.
En el sexenio San Pedro Perulapán con 357 asesinatos destaca como el municipio más violento del departamento, seguido de Cojutepeque con 220, así como Suchitoto con 131 y Santa Cruz Michapa con 93, según registros de la Policía Nacional Civil (PNC).
Entre las víctimas de estos hechos hay estudiantes, profesores, transportistas, comerciantes, panaderos, militares, policías y muchos más, quienes han sido ultimados por diversos móviles como no pagar la renta, movilizarse de un punto donde opera el grupo contrario, considerarse informante de las autoridades, caerle mal o ser confundido por las maras.
Pero al igual que personas trabajadoras y honradas, en la lista de víctimas hay otras que según las autoridades, pertenecían a grupos pandilleriles o delincuencia común, lo que de alguna forma ha explicado la fatalidad.
Uno de los casos que acaparó la atención ocurrió el 16 de septiembre de 2015, casi al caer la noche, cuando sujetos armados desde un bordo abrieron fuego contra un bus de la ruta 144-A en el caserío El Copinol, cantón Miraflores en San Pedro Perulapán.
En el ataque murió el agente José Reinaldo Hernández Vásquez, destacado en el Control Migratorio de la zona paracentral con sede en Cojutepeque.
Otros dos pasajeros que viajan en el bus y que estaban a solo unos pasos de sus casas también perecieron pese a que en patrullas o vehículos particulares fueron llevados al hospital de la cabecera departamental de Cuscatlán esa fatídica noche.
Pero que hace que San Pedro Perulapán sea un municipio violento? Una de las respuestas que manejan las autoridades policiales y locales es que el 95 por ciento de su territorio es rural, además que a poca distancia se ubican los grupos rivales de pandillas.
Además, el número de policías y las patrullas asignadas al puesto de la zona no son suficientes para una gran extensión territorial distribuida en 17 cantones.
Zona turística
Pero la violencia no muestra ninguna diferencia ni siquiera en los municipios legendarios de la guerra civil donde estuvieron atrincherados los exguerrilleros y que ahora se han convertido en verdaderos destinos turísticos.
El panadero Napoleón Cornejo de 33 años, regresaba de vender pan, cerca de las 8:00 de la mañana del 4 de abril de 2014 en cantón Tenancingo de Suchitoto, cuando fue interceptado por varios sujetos armados tan solo por trabajar en una panadería situada en territorio donde opera la mara contraria.
Ese hecho no indica a las autoridades que la víctima tenía alguna vinculación con la pandilla que se moviliza en su entorno.
En el 2016, la situación no parece mejorar en Cuscatlán, la violencia se sigue ensañando con sus moradores, pues solo en el primer trimestre, el Instituto de Medicina Legal cifran al menos 135 homicidios hasta marzo.
El más reciente hecho se registró el jueves (26 de mayo) en el kilómetro 22, cantón La Loma, sobre la carretera Panamericana.
En ese lugar fue ultimado el joven Erick José Beltrán de tan solo 20 años de edad.
Beltrán ha sido uno de los varios casos de homicidios que ese día se reportó en San Salvador y Cuscatlán.
Basado en las estadísticas de Medicina Legal, en los primeros lugares de criminalidad siguen estando San Pedro Perulapán y Cojutepeque con 17 asesinatos cada uno y Santa Cruz Michapa con 15.
Los que reportan menos violencia entre enero y marzo de 2016 son: San José Guayabal y Oratorio (1 homicidio cada uno), Candelaria y San Bartolomé Perulapía (2), Monte San Juan (5 ) entre otros.
Uno de los hechos que conmocionó a la opinión pública en los primeros meses de 2016 fue el ataque entre pandilleros y las autoridades en cantón Rinconada, el 12 de abril, el cual dejó seis pandilleros y dos policías muertos.
En la refriega que duró casi una hora, también resultaron lesionados tres policías más. Asimismo las autoridades decomisaron al menos tres armas de fuego, un fusil, una escopeta y una pistola que se supone tenían los presuntos pandilleros que murieron en el enfrentamiento, según la Policía.
El fatal incidente se presentó cuando un grupo de investigadores en conjunto con policías uniformados con apoyo de un “testigo delincuente” o testigo criteriado indagaban sobre varios casos de homicidios y extorsiones en la zona.
Al ingresar a una de las viviendas del sector, cerca de diez pandilleros abrieron fuego contra las autoridades, lo que hizo que la Policía respondiera de la misma manera en su defensa.
El director de la Policía Howard Cotto llegó al sitio el día del enfrentamiento, quien explicó que los investigadores y los agentes hacían trabajo de campo para esclarecer algunos delitos que los mareros han cometido en el sector.
Balaceras en aumento
“últimamente éstos (tiroteos) se han visto incrementados en que muchos integrantes de estos grupos criminales han fallecido, producto de una acción operativa fuerte de la Policía en zonas sobretodo rurales”, manifestó en ese momento el comisionado Cotto.
Semanas antes de este enfrentamiento mortal, en el mismo municipio solo que en el sector conocido como La Ermita, cuatro hombres y una mujer entre ellos tres menores de edad, fueron abatidos a tiros en momentos que consumían licor en la madrugada del 21 de marzo (2:30 a.m.).
Las víctimas se encontraban reunidas en casa cuando fueron sorprendidas por un grupo de hombres armados de pistolas y fusiles quienes sin mediar palabras comenzaron a disparar a todo el que tenían enfrente.
De acuerdo con la Fiscalía, las víctimas tenían características de haber sido “ajusticiadas”, por hallarse los cuerpos fueron encontrados boca abajo.
A diferencia de San Pedro Perulapán, Cojutepeque y Suchitoto, en Cuscatlán hay municipios menos violentos como Oratorio de Concepción, Candelaria, El Rosario, San Ramón, Santa Cruz Analquito donde si bien han habido homicidios, éstos no se han disparado como en los primeros.
En dichos lugares se han dado uno, dos, tres y a lo sumo más cinco homicidios por año.
De ahí que en los últimos seis años, los totales oscilan entre 11 y 18 asesinatos, a razón de 2 y 3 hechos por año en promedio.
En El Rosario, San Ramón y Santa Cruz Analquito no se registraron homicidios en dos años; en el primero en el 2010 y 2011, mientras que en San Ramón y Santa Cruz Analquito no se reportó asesinato en los años 2011 y 2012, según se extrae de las estadísticas policiales.