Concejo entrega llaves de la ciudad a obispo de Santa Ana

El obispo dijo que es el momento de unir esfuerzos para vivir en paz.Morán Aquino sustituye a monseñor Romeo Tobar Astorga. La distinción al religioso fue tomada por unanimidad.

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Los Maristas recibirán un estímulo por su aporte a la educación de la niñez y juventud salvadoreña.  

/ Foto Por Cristian Díaz

Por Jonathan Henríquez

2016-05-29 4:50:00

SANTA ANA. El obispo de la Diócesis de Santa Ana, monseñor Miguel Ángel Morán Aquino, recibió las llaves de la ciudad por parte del concejo edilicio para darle la bienvenida, luego que el 9 de febrero fue nombrado en el cargo por el Papa Francisco.

Morán Aquino tomó posesión dos meses después durante una misa que se llevó a cabo en la Catedral de Santa Ana y donde asistieron sacerdotes y feligreses.

El acto que se realizó el viernes por la tarde en el Centro de Artes de Occidente (CAO) tomó mayor importancia porque el líder espiritual es originario de la cabecera departamental. Nació el 25 de mayo de 1955 en el caserío Esquipulas, del cantón Nancintepeque, Santa Ana.

Su diaconado lo recibió el 25 de julio de 1981 y el presbiteriado el 5 de diciembre de ese mismo año en la parroquia San Pedro Apóstol, de Metapán. Ejerció el sacerdocio en Catedral entre 1982-1983.

En El Salvador colaboró con el Seminario San José de la Montaña, en San Salvador, y fue el 2 de septiembre de 2000 cuando lo nombraron obispo de la Diócesis de San Miguel, donde permaneció hasta inicio de año.

El religioso reconoció que recibir el reconocimiento “es un compromiso para trabajar conjuntamente con todos los organismos, con las fuerzas vivas de la ciudad, para que vivamos en paz, trabajar por la armonía de todos los ciudadanos. Gracias a Dios después de estar por un tiempo fuera de mi ciudad natal, vuelvo a la diócesis donde ejercí mi ministerio sacerdotal”.

Expresó que de forma conjunta con las diferentes entidades deben de coordinar esfuerzos para superar la inseguridad y la falta de empleo en el país.

Morán Aquino ocupa el lugar de monseñor Romeo Tovar Astorga, quien fungió como obispo de la Diócesis de Santa Ana desde 1999 hasta febrero de este año.

El Papa Francisco aceptó la renuncia que monseñor Astorga presentó luego de cumplir los 75 años, según lo establece el Código de Derecho Canónico, en el canon 401 párrafo 1.

El alcalde de Santa Ana, Mario Moreira, expresó que la decisión de otorgar la distinción fue tomada de forma unánime por parte de los miembros del concejo.