Los portones causan pleitos entre vecinos

Residentes piden al VMT y alcaldías intervenir para regular horarios.  

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La mayoría de accesos a calles y avenidas principales de la periferia tecleña no permiten el paso a peatones y automovilistas que no residen en los vecindarios, lo que genera malestar, incluso, entre los vecinos.

/ Foto Por Archivo

Por Daniel Choto

2016-05-29 8:00:00

La instalación de portones en casi todas las colonias del gran San Salvador, por parte de ciudadanos para protegerse de la delincuencia, también ha generado discordia y hasta pleitos entre  vecinos.

Por ejemplo, en las colonias Jardines de Guadalupe, en Antiguo Cuscatlán; y residencial Jardines del Rey, en Santa Tecla, las estructuras metálicas que restringen el paso tiene enemistadas algunas de las familias que ahí residen.

Una de las principales causas de los altercados es que, aunque hay horarios definidos en cada vecindario para que los portones permanezcan abiertos al libre tránsito de automovilistas y peatones, sus habitantes los abren y cierran cuando ellos quieren.

Roberto Bonilla, residente en la colonia Jardines de Guadalupe, explicó que la primera ordenanza municipal emitida para regular la libre circulación entre las calles principales que unen las avenidas Río Lempa y Río Amazonas establecía que todos los portones tenían que estar abiertos de 6:00 de la mañana a 6:00 de la tarde, pero no se ha cumplido.

“Así se firmó en el concejo, pero cada quien hoy ha hecho lo que le da la santa gana. Bueno, si uno vive aquí (en la avenida Río Lempa) no tiene derecho a ir a los parques que están entre las calles del Atlántico y del Pacífico, del Mármara, del Caribe, del Adriático y del Mediterráneo. Nosotros que vivimos en la avenida Río Lempa tenemos que pedir permiso”, reiteró el afectado.

Añadió que para ir de donde él vive, la avenida Río Lempa, a la avenida Río Amazonas, tiene que “dar una gran vuelta” por la calle Del Adriático o Del Mediterráneo, porque las seis que están en medio de ellas permanecen cerradas con portones.

“Siendo vecinos de años, ha habido enemistades, se han ultrajado, se han echado unos contra otros; porque alguien no paga al vigilante no le quieren abrir ni la puerta peatonal… Mire a la niña Tere, de la esquina, le querían dar riata porque no admitió que se pusiera portón allí”, expresó.

Para regularizar el paso en esas calles, según Bonilla, es necesario que la alcaldía de Antiguo Cuscatlán y el VMT, sobre todo, tomen cartas en el asunto con el propósito de ponerle fin a las discordias entre los habitantes.

La misma situación se vive en residencial Jardines del Rey, en Santa Tecla, donde los habitantes no logran ponerse de acuerdo sobre el cumplimiento de las horas en que deben estar abiertos los portones.

Beatriz Franco, una residente de la colonia, destaca que “en todos los pasajes hay enemistades, se enojan, se creen dueños del pasaje, entre los mismos se pelean”.

“Cuando yo les digo: mire la calle no es de nadie y ustedes no tienen permiso ni del VMT ni de la alcaldía, ya se quedan calladas”, añadió.

En Jardines del Rey, con excepción de dos pasajes, el resto tienen portones que los cierran, incluso, las 24 horas los sábados y domingos, y los días de semana cuando hay partido del Barcelona, explica.

“La gente de otras colonias, como de la Monte Sión, se enojan y tienen razón, porque la única salida es aquí para no ir a dar la gran vuelta”, aclara Beatriz.

Comentó que la alcaldía no ha organizado nada y que el VMT tampoco ha dado permiso, por lo que “debería de venir a hablar con ellos, para que organice a qué horas se va a cerrar y a qué horas se va abrir el portón”.

Robos de carros

En otros lugares el cierre de algunos accesos se ha hecho para evitar asaltos a transeúntes y robo de carros, como es el caso de la prolongación de la 10a. Av. Norte, entre 37a. y 39. Calle Oriente, colonia El Encanto, de San Salvador.

“A un vecino le robaron el carro enfrente a mi casa, a otro vecino le robaron la camioneta nuevita, saliendo de su casa; tres meses tenía”, dijo Arturo Montalván, habitante del sector.  

En el lugar fue cerrado un pasadizo para peatones, debido a que vendedores ambulantes e indigentes lo habían convertido en letrina y algunos motociclistas lo usaban como atajo, dijo el presidente de la directiva, Óscar López.