El cese de pagos del Gobierno pronosticado por Fusades, lo que ya parece imposible de evitar, no es una insolvencia total, sino una situación en la que hay una cantidad de fondos pero que no alcanzan para cubrir un porcentaje sustancial de los compromisos.
Por decirlo: hay cincuenta millones pero las obligaciones son de ochenta, lo que de inmediato provoca una garduña que divide todavía más a la sociedad.
Los que ya están sentados a la mesa principal del festín van a servirse con la misma cuchara, e inclusive van a servirse más anticipando sucesivos impagos.
Y así irá bajando el reparto de lo que se tiene hasta que comience a tocar suministros esenciales, como la gasolina, la electricidad, pago de personal de aduanas, manejo de los puertos… hasta llegar a lo que de todos modos está al fondo de las prioridades de los rojos: medicinas, catéteres, aires acondicionados de los quirófanos…
El cese de pagos va a chocar frontalmente contra las pretensiones o ilusiones de grupos de presión que, ciegos a las crudas realidades nacionales, exigen que “el Estado” les pase una pensión mensual de mil dólares, o que se cumpla “el escalafón” o que se les asegure un retiro “digno”…
Hasta los viajes suntuosos y absolutamente inútiles de los diputados caerán bajo el bisturí…
En este escenario mueve a risa que los diputados quieran estrenar un nuevo “palacio” legislativo cuando lo que tienen basta y sobra. Se llegó al colmo de estar pensando en alquilar un edificio por cincuenta mil dólares mensuales en lo que les reformaban el suyo.
Y el potencial alquilador se habría quedado sin el pago de ese alquiler, como va a sucederle a los que alquilan para puestos de policía u oficinas públicas…
Al comentar el “diálogo” entre el Gobierno y ANEP hicimos ver que en tales encuentros siempre queda la interrogante de lo que las diversas facciones del FMLN dirán, harán o cómo reaccionarán, desde Medardo y su lucha contra las oligarquías neoliberales (si es que se puede decir dónde se encuentran), los ejercicios bélicos con armas de juguete de don Benito hasta el “diputado patán” suponiendo que no lo purgaron.
Y además lo que el grupo de presuntos enriquecidos (ladrones les llamaban antes) están pensando; tienen un botín que cuidar y en un desorden como el que se avecina, se sabe cómo comienzan las cosas pero no cómo van a terminar.
Llegamos al Segundo Mundo y ahora de vuelta al Cuarto
Hace cuatro años, en el apogeo de su mandato, Dilma Rousseff no pensaba en cómo iban a desenvolverse las cosas, más cuando el actual presidente interino de Brasil también tiene su historial.
Más de alguien debe de estar pensando en recuperar el dinero en poder de los corruptos, aunque eso viole el sagrado principio revolucionario de que “lo robado, robado queda”.
La gran y esperamos perdurable lección de esta tragedia, la tragedia de un país que iba en crecimiento, que había logrado incorporarse a un modesto Segundo Mundo pero Segundo Mundo, que había casi erradicado el analfabetismo, que estaba invirtiendo y era catalogado como un país atractivo para invertir, es que no puede manosearse por ineptos sin sufrir graves consecuencias.
Sobran señales de los resultados de esa colosal inepcia: el hospital de Maternidad, el gran hoyo de El Chaparral…