Nuevas computadoras y muchas carencias en las aulas

El programa "Un niña, un niño, una computadora" depende más de donaciones de cooperantes que de fondos propios

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"Una niña, un niño, una computadora" es uno de los programas insignias del gobierno de Salvador Sánchez Cerén. La cantidad de computadoras entregadas en las escuelas distan a los números de las promesas y campañas del Ejecutivo.

/ Foto Por elsalvador.com

Por Susana Joma

2016-05-30 3:18:00

Para muchos directores de centros educativos públicos,  que el gobierno les entregue algunas de las llamadas computadoras Lempita, cuando las condiciones de las escuelas son deplorables y no les asigna el presupuesto requerido para mejorarlas, no es más que una estrategia de promoción.

En muchas instituciones que en los últimos dos a tres años han recibido ese tipo de equipo bajo el programa insignia “Una niña, un niño, una computadora”, no cuentan con un área adecuada para usarlo y mantenerlo resguardado; como es caso del Centro Escolar Urbanización Montecarmelo, de la jurisdicción de Cuscatancingo.

En la escuela de la Urbanización Montecarmelo los infantes, para trabajar con las computadoras, tienen que hacerlo en una sala improvisada en la que se instalaron conexiones eléctricas, pero carece de ventanas con vidrios, aire acondicionado, de mesas y sillas para sentarse.

Es así como los infantes, cuando llega la hora de trabajar con las máquinas, lo hacen sentados en el piso polvoso o apoyados contra la pared o contra alguno de los escasos muebles que hay ahí.

Además, tienen que lidiar con el hecho de que no alcanzan para todos y que más de una máquina ya no funciona bien.

El director, Saúl Alexander Rosales, explica que ellos tienen 500 alumnos pero solamente les entregaron 33 computadoras con el sello de ALBA Petróleos, a las que con esfuerzo de la comunidad educativa han logrado sumar tres computadoras de escritorio clonadas.

ALBA Petróleo es una empresa ligada al partido en el Gobierno, el FMLN.

Lo que no han podido hacer, advierte Rosales, es comprar mesas para el salón porque el presupuesto, que a estas alturas del año no se los han entregado, no da para cubrir ese tipo de necesidades, más aún cuando en los dos últimos años se los han recortado.

Rosales sostiene que si bien ellos tienen un docente encargado de informática éste no puede intervenir las Lempita cuando se arruinan, ni tampoco hacerles algún cambio como ampliarles la memoria (la que tienen es de 1 Giga de capacidad), o agregarles programas, porque tienen prohibido hacerlo.


INFOGRAFÍAS Y MAPA DE DISTRIBUCIÓN POR MUNICIPIO

Entrega de computadoras a escuelas, una marcha a cuestas

El gobierno tiene proyectado entregar al 2019 un promedio de 139,554 computadores, todo dependerá de la asignaciòn de presupuesto GOES y del resultado de otras gestiones de apoyo.

En el vecino Centro Escolar Urbanización Lirios del Norte, el año anterior les entregaron 36 Lempitas, las que también allí resultan insuficientes dado que cuentan con 800 alumnos.

El subdirector de la institución, Alejandro Pérez, dijo que Educación mandó a instalar conexiones eléctricas en un salón de clases regular para que los niños trabajen ahí con las computadoras, pero eso implica que el maestro asignado a esa aula tiene que cambiarse a otro salón cuando algún colega requiere utilizar las computadoras.

En este caso si bien los educadores han asistido a alguna capacitación, la escuela no cuenta con un técnico que se encargue de apoyar a los alumnos y a los docentes en el uso de esas herramientas.


Vea la galería de fotos: Entrega de computadoras Lempitas, una marcha a cuestas


La viceministra de Ciencia y Tecnología, Erlinda Hándal Vega, explicó que en los dos años de gobierno del Presidente Salvador Sánchez Cerén se han entregado “un poco más de 20 mil computadoras” Lempitas “a un poco más de dos mil centros escolares”, de los cuales 1,600 ya están conectados a Internet.

De acuerdo con Hándal Vega, para los cinco años de gestión se prevé haber entregado “un poco más de 100 mil computadoras”, porque han encontrado una modalidad para hacer entregas más rápido.

Según los datos provistos por la Oficina de Información y Respuesta (OIR), del Ministerio de Educación (Mined), en este periodo se prevé entregar un promedio de 139,554 computadoras Lempita.

Los datos brindados por la OIR del Mined indican que en los últimos dos años se ha entregado un total de 19,890 Lempitas (portátiles) a 863 instituciones educativas. También se ha entregado 3,473 computadoras de escritorio.

El mayor donante de computadoras portátiles llamadas Lempita ha sido la Fundación ALBA petróleos (19,666), seguido por Taiwán (224), indica la oficina de información.

El gobierno también ha entregado un total de 3,473 computadoras de mesa que provienen de donaciones de Taiwán (2,783), Korea (160) y otras son del programa Computadoras Mi Escuela (530).

La vicetitular de Educación sostiene que junto a la entrega se está dando un proceso de alfabetización tecnológica de los maestros en el uso pedagógico de las TIC, y se está invirtiendo en reparar las aulas, pero la realidad de las escuelas demuestra que eso no se ha cumplido totalmente, sobre todo porque muchos educadores se resisten a asistir a procesos de capacitación que el gobierno programa los sábados, un día que por ley les corresponde descanso.

La funcionaria afirma que están contentos con lo que han logrado en el programa, pero no totalmente satisfechos porque siempre se exigen más.

Sin embargo, algunos especialistas y dirigentes de sindicatos de docentes tienen un punto de vista muy fuerte sobre el programa insignia.

Nuevas tecnologías versus viejos métodos de enseñar

El especialista en tecnologías de la información y comunicación (TIC) y en educación virtual, Carlos Molina Medrano, opina que el programa “Una niña, un niño, una computadora” no es malo, el hecho de que los infantes tengan acceso a la tecnología es muy importante; pero Molina al igual que los directores de escuela cuestiona los alcances que pueda tener el programa.

“Algunos gobiernos, no solo en El Salvador sino en Latinoamérica, han empleado la tecnología, en dar acceso a los estudiantes, como una medida bastante populista que les va a traer réditos electorales”, expone.

Molina Medrano detalla que para mejorar la educación y lograr la innovación se requiere acciones bien planificadas, que hayan salido de un consenso y que van más allá de entregar públicamente computadoras portátiles a las escuelas para que las utilicen los niños.

Para él es necesario que haya una transformación del modelo de enseñanza.

“Si yo quiero incorporar las TIC en el aula física, yo tengo que pensar en cambiar la metodología y esto implica cambiar la currícula, formar al docente. El mismo modelo educativo debo cambiarlo y eso no se ha hecho en el país. Por lo tanto, si midiéramos lo que ha sido la educación a partir de la implementación de políticas que ha fomentado este gobierno, y también el gobierno de (Mauricio) Funes, el impacto no sería mayor”, opina el especialista.

Indica que actualmente en las aulas se siguen aplicando metodologías rígidas en donde el docente sigue siendo el protagonista, y eso es incompatible con la educación del siglo XXI, que plantea que las TICs deben utilizarse como una herramienta donde el estudiante es el protagonista.

Si bien en otras naciones como Colombia y Uruguay los gobiernos han puesto en marcha programas para que los estudiantes puedan tener acceso a la tecnología, ya sea con la entrega de computadoras o tabletas, el especialista en educación virtual hace notar que en estos casos las iniciativas han tenido algún éxito porque han participado otros sectores, y sobre todo porque han ido acompañadas de medidas como una fuerte capacitación a los docentes, la creación de sitios web que provean a los alumnos y educadores materiales pedagógicamente diseñados, les han garantizado el acceso a Internet, entre otras.

Se conoce de países como Ruanda donde este tipo de programas han fracasado precisamente porque entregaron miles de computadores, pero en muchos casos los centros educativos no les han podido sacar el provecho, debido a la falta de acceso a electricidad, esta última es una necesidad que también está presente en escuelas rurales salvadoreñas.

Carlos Molina Medrano, citando al especialista Jordi Adell, detalla que la innovación educativa no se logra solo dotando de computadoras a los profesores y estudiantes; también es necesario que unos y otros adopten estas herramientas para hacer el trabajo que hacían cuando no las tenían; que además, logren tener un aprendizaje efectivo; que experimenten con los equipos nuevas maneras de trabajar didácticamente y crear nuevas cosas.

Computadoras a cambio de votos

Desde los gremios de docentes también hay recelo sobre el programa presidencial.

Los secretarios generales de Bases Magisteriales, Paz Zetino Gutiérrez, y del Simeduco, Francisco Zelada Solís, también tienen señalamientos a este programa, porque no conciben cómo el gobierno está enfocando esfuerzos en entregar computadoras a los niños cuando las escuelas a donde estos asisten carecen de lo básico en materia de infraestructura, de materiales gastables para que el maestro trabaje, les falta acceso a Internet, entre otras cosas.

Ambos coinciden con Molina Medrano que el proyecto gubernamental corresponde a una decisión política en aras de garantizarse votos de la población, pero no a una decisión técnica educativa.


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Zetino Gutiérrez, quien también es subdirector del Complejo Educativo Walter Soundy, critica que el gobierno vendió la idea de que iba a entregar una computadora por cada niño y en la práctica eso no es se ha cumplido así: “Por ejemplo, nosotros hemos recibido 15 Lempitas para una población de 1,500 estudiantes, o sea una computadora por cada 100 estudiantes”.

Otra observación que el representante de Bases Magisteriales hace es que el software libre que traen instalados los computadores portátiles no es muy amigable y provoca frustración entre los docentes de mayor edad, de allí que muchos de ellos se resisten a utilizarlos.

El dirigente de Simeduco, Zelada Solís, aseguró que tienen información de que en algunos lugares el programa se ha utilizado nada más como una burbuja publicitaria.

“Hay jóvenes que nos han expresado que les han entregado la computadora Lempita, les toman la foto, sale en la televisión, pero después que termina el evento se las quitan de regreso, y esa misma computadora puede ser que la utilicen en otro evento, en otro lado del país”, expresa  Zelada Solís.

Las críticas también se enfocan en que a las escuelas se les da el equipo, pero no se les dota de un técnico que les asista para potenciar su uso y darles mantenimiento requerido.

“Hay una serie de situaciones que debieron arreglarse primero antes de lanzar un programa tan ambicioso como ese. Nosotros no estamos en contra del programa, lo que estamos diciendo es que inició mal, porque inició bajo una óptica electoral y no bajo una óptica de mejorar los proceso tecnológicos en los centros escolares, ni bajo la lógica de mejorar el aprendizaje virtual”, opina el representante del Simeduco.

Zelada Solís expone que a la escuela que él dirige, el año pasado, le entregaron 10 computadoras de escritorio usadas, pero son insuficientes para el número de alumnos que tienen y además enfrentan problemas porque no tienen quien les de mantenimiento.