Funes defendió la tregua en Washington y en la ONU

Es un punto que se le quedó en el tintero a Funes: los corruptos tienen familias que cuidar, muchachitos corruptitos a quienes darles pacha, abuelitas corruptitas, etc.

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elsalvador.com

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2016-05-16 8:49:00

Las extorsiones, el narcomenudeo y similares fechorías de los pandilleros son la base de su sustento, los ingresos que les permiten subsistir y sostener a sus familias, dijo Funes ante los organismos financieros multilaterales en el Banco Mundial en abril de 2013, intentando justificar la tregua.

El mensaje iba con su dosis de ternura: los muchachitos pandilleros, las abuelitas pandilleras, los escolares pandilleros, si es que los hubo entonces ya que hay antagonismo entre educación y pandillas, necesitan comer, vestirse, atender las necesidades de sus hogares, etc.

Y partiendo de tan altruistas consideraciones se declaró la tregua sin que ningún funcionario de alto rango del régimen se opusiera.

Es claro que “todo” tiene su contrapartida, en este caso las familias y comunidades extorsionadas, robadas, amenazadas, saqueadas. Un marero, siguiendo el esclarecido criterio de Funes, necesita una bicicleta para transportarse y el hecho de necesitarla es justificación para que la quite a alguien, que naturalmente se queda sin su bici sin haber estado dispuesto a compartirla. Y menos entregar a su sobrina a una pandilla para que la “rifen” entre sus miembros.

La argumentación a favor de los pandilleros puede, mutatis mutandis, extenderse a otros casos de debilidad humana, como digamos a los corruptos.

El punto de partida es que en una sociedad igualitaria donde todos somos iguales aunque algunos sean más iguales que otros, como digamos el de un funcionario que cierra por sí y ante sí la calle frente a su casa, todos deben tener la oportunidad de ser corruptos.

Es un punto que se le quedó en el tintero a Funes: los corruptos tienen familias que cuidar, muchachitos corruptitos a quienes darles pacha, abuelitas corruptitas, etc.

Por extensión habría que declarar una especie de tregua entre Probidad y los presuntos corruptos investigados, introducir la modalidad de un “cese al fuego”, como lo proponen unos magistrados que se desvelan buscando argumentos para proteger a los corruptos. Esto es muy importante para salvaguardar en la medida de lo posible, el sagrado principio revolucionario: lo robado, robado queda.

La Cicig, Probidad, los movimientos ciudadanos contra los corruptos, el encarcelamiento de Pérez Molina y la Baldetti, lo que se ha venido destapando en Argentina sobre la corrupción que envuelve a Kirchner, las revelaciones sobre la corruptela del régimen venezolano, han hecho crisis en Brasil.

Los pueblos se hartan y salen a las calles

 La separación de su cargo de Rousseff en Brasil marca, Dios mediante, un punto de inflexión en Iberoamérica: la paciencia de pueblos que despiertan a lo que sucede en sus países está llegando al punto de ebullición.

Dilma Rousseff fue acusada de manipular informes de presupuestos públicos. A Lula da Silva le encontraron muchas propiedades puestas a nombre de su hijo.

Y entre otras cosas el presidente interino de Brasil va a suprimir cuatro mil plazas de “personas de confianza” del gobierno de la Rousseff, plazas que seguramente son una mamandurria para allegados al previo régimen, como digamos es el caso de los “asesores” legislativos.

 ¿Hasta dónde llega la paciencia de los pueblos con regímenes que los saquean y ni siquiera les cumplen con sus mínimas necesidades? Brasil es un caso: la población se hartó y salió a la calle.