Más riesgos amenazan el crecimiento de la economía salvadoreña

La economía creció 2.5 % en 2015 pero hay riesgos que podrían desacelerarla en 2016.

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Laboratorios Vijosa es uno de los laboratorios que si se ha esforzado por cumplir con la normativa.

/ Foto Por Archivo

Por Karen Molina

2016-03-31 9:00:00

El presidente del Banco Central de Reserva (BCR), Oscar Cabrera, se mostró conforme al indicar que el año pasado la economía salvadoreña creció solo 2.5 % en relación al Producto Interno Bruto (PIB). 

Los sectores de servicios, industria y manufactura, más consumo interno y un repunte de la inversión y las exportaciones, todo esto, combinado con buenas condiciones internacionales permitió un mejor desarrollo económico en 2015.

Pero en 2016, la historia podría cambiar pues según Cabrera, hay factores externos que podrían reducir las posibilidades de un crecimiento económico mayor, pasando de un 2.5 % a un 2.3 % en nuestro desempeño productivo.

Entre los factores que giran alrededor de la economía salvadoreña está el cambiante precio del barril del petróleo, que en 2015 bajó estrepitosamente en el mercado internacional, pero que este año ha comenzado a subir poco a poco, hasta alcanzar un precio promedio de $40 por barril. 

Además, hay un crecimiento moderado de la economía de Estados Unidos y nuevas variaciones en las tasas de interés que podrían repercutir en la economía salvadoreña. 

Cabrera espera que una posible apreciación del dólar tampoco vaya a incidir negativamente en las exportaciones, que el año pasado tuvieron un buen desempeño.

El fenómeno de El Niño y la amenaza de una época de sequía también sigue acechando al sector agropecuario, que apenas creció 0.8 % en 2015. 

La industria manufacturera, que fue una de las palancas de la producción nacional el año pasado, también está amenazada por un acuerdo transpacífico conocido como TPP que podría reducir la competitividad de las empresas de dicho sector. 

La desaceleración de la economía de China también podría influir en la demanda, debido a que su gran mercado es Estados Unidos, que a su vez, es el principal aliado comercial de El Salvador. 

Adicionalmente los bajos precios del café están en la mira de los riesgos económicos. 

El BCR divulgará en junio nuevas cifras oficiales que estarán medidas a través de un nuevo sistema de cuentas nacionales, un detalle que podría modificar las estadísticas financieras de ahora en adelante. 

Para que tenga una idea de lo mucho que podrían cambiar las cifras: todos los cálculos que hoy realiza el BCR se hacen con un sistema que toma como año base 1990. El nuevo método de cuentas cambiará ese año base a 2008. 

Cabrera prefiere esperar a junio para ver qué pasará desde esa fecha en adelante y si los datos cambiarán.

Por otro lado está la inseguridad y el costo que representa para el país cada año. 

Un estudio que pronto divulgará el BCR y que fue realizado con datos de 2014 indica, preliminarmente, que la violencia le cuesta al país unos $4,000 millones anuales, lo que representa el 16 % del Producto Interno Bruto. 

Este dato incluye pago de extorsiones, seguridad privada en la que incurren las empresas y el gasto obligado del Gobierno para combatir la delincuencia. 

El estudio estima, incluso, la pérdida económica que tiene el país por perder cada día a decenas de jóvenes que, estando en una edad productiva, son asesinados por diversas razones. 

Esperanza

A pesar de los nubarrones económicos, Cabrera asegura que el país tiene otros factores positivos que podrían mejorar la economía no solo este año sino también en 2017 y 2018, cuando se han estimado crecimientos de 2.5 % y 2.6 % respectivamente. “El país está saliendo de la trampa del bajo crecimiento”, dijo. 

Un posible aumento del salario mínimo es, a juicio de Cabrera, un dato que podría mejorar la economía hasta en tres puntos porcentuales. 

Además se espera que la inversión extranjera y la local despunten este año, con lo cual también se generarían nuevas fuentes de empleo. 

El año pasado, El Salvador recibió un total de $1,060.3 millones de inversión extranjera directa, un dato que si bien es cierto, sigue siendo el más bajo de Centroamérica, para el funcionario significa que las compañías extranjeras siguen confiando en el país para hacer negocios.