Han pasado más de tres años desde que la Asamblea Legislativa aprobó el contrato de préstamo entre el Gobierno de la República de El Salvador y el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), por un monto de $60 millones para financiar el “Plan de Agricultura Familiar”, sin que hasta la fecha se tengan avances en la ejecución del mismo.
Aunque diversos sectores han externado su preocupación por la falta de ejecución de estos fondos, sobre todo cuando el sector agropecuario enfrenta una difícil situación en el país, este no es todo el tema que el Gobierno ha dejado de lado.
En el 2012, cuando el Ministerio de Hacienda solicitó la aprobación de la Asamblea Legislativa para suscribir el préstamo, los diputados de Arena condicionaron sus votos a una serie de compromisos que debía adquirir el Gobierno para poder obtener el financiamiento.
En ese sentido, en el Dictamen No. 90 de la Comisión de Hacienda y Especial del Presupuesto del Palacio Legislativo, quedaron establecidos siete puntos con los cuales se supone se comprometió el Gobierno para recibir un dictamen favorable.
Sin embargo ese pacto ha pasado desapercibido, según lo señala el diputado de la fracción de Arena, Mario Marroquín.
Uno de los puntos a los que se comprometió el Gobierno del FMLN, fue a reactivar los distritos de riego en Lempa-Acahuapa, Zapotitán y Atiocoyo, pero en reiteradas ocasiones se ha expuesto el problema que enfrentan los productores de esos lugares y hasta la fecha no hay avances.
En 2014, El Diario de Hoy publicó que los productores del Distrito de Riego en Zapotitán, en el departamento de La Libertad, continuaban esperando que se cumplieran las promesas del ministro de Agricultura y Ganadería, Orestes Ortez, quien, según señalaron, llegó a mediados de septiembre de ese año a incentivarlos para que sembraran, que no les iba a faltar el agua y hasta la fecha aún esperan la reactivación de dicho distrito.
Tal como se expuso en esa época, de 22 pozos con los que cuentan en ese sector, solamente 7 se encontraban funcionando y los 15 restantes terminaron su vida útil hace más de 10 años y dejaron de servir.
Pero terminó el 2014, se fue el 2015 y ya pasó el primer trimestre de 2016, y Zapotitán aún no ve luz verde con la reactivación de los pozos.
El Ministro de Agricultura aseguró a inicios de este año que estaban por inaugurar obras de reparación y mejoría en el distrito de riego en ese sector, pero la situación no ha cambiado para los productores quienes siguen esperando que se les brinde apoyo.
La situación en Lempa-Acahuapa no es distinta, representantes de la Asociación de Regantes han señalado que el Ministerio de Agricultura y Ganadería les prometió préstamos para atender los daños en el sifón que retoma agua del río Lempa para el riego, el cual sufrió serios daños en el 2009, pero siguen en el abandono.
Rastro porcino también pasó al olvido
Otro de los acuerdos que debía cumplir el Gobierno, era la construcción del rastro tecnificado para que los porcinocultores tuvieran la oportunidad de mejorar sus procesos de producción de carne de cerdo.
Sin embargo, tal como lo argumentó recientemente el presidente de la Asociación Salvadoreña de Porcicultores (Asporc), Roberto Jovel, llevan 10 años esperando y aún no han sido escuchados.
Según el documento que se firmó para emitir un acuerdo favorable en la contratación del préstamo, el rastro debía estar terminado para noviembre de 2013, bajo responsabilidad de un asocio entre Corsain, la Asociación de Porcinocultores y con el acompañamiento técnico del MAG, pero han pasado los años y no hay respuesta. El problema que agobia al rubro es que la falta de un rastro tecnificado les resta competitividad.
El Salvador produce carne de excelente calidad en las granjas tecnificadas, pero la misma se desvaloriza debido a que no se puede innovar con nuevos productos para el mercado local, ni mucho menos se puede optar por venderla al mercado internacional. La falta de un rastro tecnificado para mejorar los procesos de producción de carne de cerdo, hace que el país permanezca estancado a nivel centroamericano, ya que los demás países de la región si cuentan con esta alternativa.
“El Gobierno ha fallado, en el rastro se determinó fechas y no han hecho nada. El problema es que dicen una cosa, se comprometen y hacen otra”, dijo el diputado tricolor.
Ganaderos esperan plantas pasteurizadoras
Aunque se han inaugurado dos plantas procesadoras de leche, entre 2014 y 2015, estas no son suficientes para atender al sector ganadero del país, según lo explicó el diputado Marroquín.
El compromiso que se firmó en 2012, establecía la construcción de cuatro plantas pasteurizadoras en cada región del país, de manera que con estas plantas, los ganaderos tuvieran la oportunidad de acceder al Programa Vaso de Leche del Ministerio de Educación. Sin embargo hoy en día, no cualquiera puede participar en el programa del Gobierno. Según lo han manifestado ganaderos en ocasiones anteriores, el programa “Vaso de leche”, no beneficia a todos los productores.
Lejos de que el Gobierno realice medidas que le permita un mejor crecimiento al sector, se ha cuestionado que es uno de los sectores que menos apoyo recibe. Los últimos años han enfrentado problemas con el hato, debido a que la sequía les ha perjudicado la producción de leche.