La violencia volvió a golpear a la comunidad educativa ayer. Un profesor fue asesinado en San Francisco Menéndez, departamento de Ahuachapán, en tanto que en el municipio de Guazapa, al norte del departamento de San Salvador, fue encontrado el cadáver de un estudiante de 9o grado de una escuela rural.
José David Callejas Rivera, de 29 años, fue acribillado a balazos cuando se disponía a abrir la escuela del caserío La Máquina, cantón Sacramento, en el fronterizo municipio de San Francisco Menéndez.
El crimen, según las autoridades, fue cometido por dos hombres que se aproximaron a la víctima a bordo de una motocicleta.
A los asesinos no les importó matar al docente en presencia de su hijo, un infante que resultó ileso en el ataque, según explicaron las autoridades policiales.
Callejas Rivera tenía apenas ocho años de haber comenzado su carrera docente; se había especializado en la asignatura de Ciencias Sociales.
Estudiante asesinado
Mientras tanto, ayer a la misma hora que el profesor Callejas Rivera era asesinado, en el lecho del río Guaza, en el tramo que atraviesa el cantón Santo Domingo, en Guazapa, era encontrado el cadáver de Kevin Alberto Menjívar Marroquín, de 14 años, quien había desaparecido desde la tarde del lunes anterior.
Tras conocerse la funesta noticia, en la puerta del centro escolar al que Kevin asistía, fue colgado un listón negro, en señal de luto.
De acuerdo con compañeros de clases, Kevin era un alumno destacado en el estudio, tanto así que recuerdan que en el mismo año que comenzó la parvularia, fue promovido al primer grado de básica, pues aprendió rápido a leer y escribir.
De acuerdo con vecinos, el adolescente no pertenecía a pandillas; su único “vicio” era jugar fútbol y ser aficionado al Real Madrid, equipo de la Liga Española.
Familiares explicaron a El Diario de Hoy, que el joven asistía a clases al turno de la tarde. El lunes, en cuanto volvió a su casa de estudiar, distante unos 15 metros de la escuela, se fue a una cancha a entrenar fútbol con el equipo en el que jugaba. Eso lo hacía casi todas las tardes.
El muchacho no acostumbraba a regresar de la cancha a su casa, más allá de las 6:30 de la tarde, por lo que el lunes la madre llamó a todos sus familiares en el cantón para preguntarles si lo habían visto o estaba en la vivienda de alguno de ellos. Obviamente, la respuesta fue desconcertante para Esther, la madre.
Antes de las 8:00 de la noche, la familia informó a la Policía de Guazapa sobre la desaparición, pero allí les dijeron que ya era muy noche para comenzar a buscarlo. Que lo harían al siguiente día.
Sin embargo, la familia no se cruzó de brazos y junto con algunos vecinos organizaron una búsqueda que terminaron hasta las 3:00 de la madrugada de ayer por varios caseríos; en ese intento, la madre encontró la calzoneta del joven cerca del río Guaza.
Con ese indicio, reanudaron la búsqueda en el mismo sector donde la habían suspendido. No tardaron mucho en encontrar el cuerpo, el cual estaba solo en ropa interior, boca abajo, a la orilla del río.
Vecinos y familiares no encuentran el porqué mataron a Kevin.
Tanto el lugar donde vivía el escolar como donde lo hallaron muerto, es un territorio que se disputan dos pandillas. El joven no había comentado con nadie que tuviera problemas con alguien.
Con el asesinato de profesor Callejas Rivera, suman cuatro los profesores asesinados en 2016.
El primero fue identificado como Óscar Hernán Galán, de 40 años, encontrado asesinado el 3 de enero en San Juan Opico, aunque él residía en Quezaltepeque.
El 16 de febrero, en Cojutepeque, fue acribillada la maestra Sandra Rivera Ángel, de 39 años. Ocho días después, en San Pedro Perulapán fue asesinado José René Pineda Rivera, de 44 años, quien daba clases en una escuela de Cojutepeque.
Asesinan a predicador ambulante
En un aparente hecho de intolerancia, un hombre que acostumbraba abordar buses para predicar fue asesinado por un hombre que le disparó supuestamente cansado de escuchar la predicación.
El crimen fue cometido dentro de un autobús de la ruta 304, a la altura de la carretera Panamericana hacia oriente, en el municipio de Santa Cruz Michapa, departamento de Cuscatlán.
De acuerdo con testigos del asesinato, Carrillo también acostumbraba vender diversos medicamentos, luego de lo cual predicaba.
La víctima, según conocidos que llegaron a la escena del crimen, residía en una colonia de San Martín, donde era pastor de una iglesia evangélica.