Siete personas que huyeron luego del incendio provocado por fuegos artificiales ilegales, que dejó al menos 116 muertos en el templo del sur de la India del cual eran directivos, fueron arrestadas el martes y serán juzgadas, informó la policía.
Los siete se entregaron a las autoridades el lunes por la noche, luego de una búsqueda de dos días tras el incendio en la aldea de Paravoor, dijo el agente de policía Gupakumar.
Quedaron arrestados después de ser interrogados el martes, dijo otro agente que habló bajo la condición de no ser identificado por no estar autorizado a informar a la prensa. Seguirán presos mientras continúa la investigación y luego se presentarán cargos.
La policía sigue buscando a otros ocho miembros del consejo del templo y socios de los contratistas de fuegos artificiales. Los cargos serían intento de asesinato y homicidio, que pueden conllevar penas de prisión perpetua, y ocultar explosivos ilegalmente.
La policía investiga a los miembros del consejo del templo y contratistas asociados de fuegos artificiales por posibles cargos de homicidio por negligencia e intento de asesinato, ambos punibles con cadena perpetua, así como por almacenar explosivos de forma ilegal.
Las autoridades distritales habían denegado el permiso para realizar la competencia anual de fuegos artificiales con la que culmina el festival de siete días en honor de la diosa Bhadrakali, encarnación local de la diosa india Kali.
Además de los muertos, más de 380 personas resultaron heridas, de las cuales unas 200 seguían hospitalizadas según M. Palanai, otro agente de policía.
Miles de personas atestaban el templo cuando se produjo el incendio arrasador.
Los fuegos artificiales y cohetes son complementos habituales de festivales religiosos en el sur y bodas en todo el país.
Por otra parte, la policía allanó el martes varios establecimientos de Kerala que fabricaban cohetes sin licencia y decomisó 100 kilos de explosivos de un depósito en Attingal, una aldea cerca del templo, informó la agencia Press Trust of India.