“Ningún medicamento sirve, si el paciente no pone de su parte”. La doctora Elena Majano, neuróloga y especialista en medicina del sueño, es enfática. A la hora de dormir, la actitud de las personas es crucial.
Por ello, no duda en recalcar que la mayoría de personas que sufren de algún trastorno del sueño tienen la solución al problema en sus manos: cambiar los malos hábitos y la mala higiene del sueño.
Sí, la mayoría de las veces, el descanso reparador puede disfrutarse con un nuevo estilo de vida.
Sin embargo, si padeces de cualquier tipo de trastorno lo primero que hay que hacer es consultar con un especialista. Algunas veces, estos padecimientos están asociados a otros, como el estrés y la ansiedad.
Nunca hay que automedicarse, pues solo el médico sabe el tipo de fármaco y la dosis que cada paciente requiere.
Luego, la situación podría mejorar con algo tan simple como evitar la televisión antes de dormir. Cenar liviano, pero sustancioso antes de las 8:00 de la noche. Después de esa hora, lo mejor son las ensaladas y las sopas, no caldos. A ello, hay que evitar el consumo de líquidos para no tener que levantarse al baño de madrugada.
Ahora bien, comer liviano no significa comer muy poco. Si la cena no es sustentable, puede padecerse de otro problema: levantarse a comer de madrugada. Y esa situación predispone a diabetes, colesterol y triglicéridos altos: sobrepeso. Por la noche, mejor evite las carnes y las comidas muy copiosas.
También hay que evitar las bebidas estimulantes y no hacer ejercicio vigoroso tan tarde. Lo mejor es hacerlo durante el día, de preferencia por la mañana.
Levantarse temprano y a la misma hora todos los días.
La habitación es para descansar e intimar, evita las luces y toda distracción que te impida conciliar el sueño. Pero, sobre todo, esfuérzate. Sé positivo y confía en que tú puede hacerlo.
La doctora Majano, vocera oficial de la Asociación Mundial del Sueño, explica que la mayoría de personas con trastornos del sueño se desespera al no ver resultados rápidos y empiezan a cometer errores, o no perseveran en la modificación de los malos hábitos. “…empiezan a visitar médico tras médico, buscando quién le diga lo que quiere escuchar”, enfatiza.
Y esa no es la actitud. Hay que ser positivos y quererse uno mismo para esforzarse en levantarse temprano todos los días, o en dejar de ver televisión, chatear o jugar por la noche. Dormir no tiene porque ser una pesadilla, basta reconocer que se tiene un problema y buscar ayuda.
Ayúdate, que te ayudaré reza el dicho.
Señales de problema
Para identificar si estas sufriendo malas noches de sueño, hay que saber que el insomnio es el padre del mal humor.
La causa de los dolores de cabeza, de los frecuentes olvidos, de los problemas gástricos, de la irritabilidad y la ansiedad. Además, si eres de los que te duermes en cualquier lugar… “dime cómo son tus noches y te diré cómo serán tus días”, manifestó la especialista.
Si en tu rutina diaria, identificas algunas de estas señales, es hora de visitar al médico y hacer un buen análisis de tus hábitos. Sé sincero, no justifique tus malas costumbres.