El Salvador padece varios males crónicos en cuanto a la administración de sus fronteras se refiere, los cuales limitan constantemente el flujo de las exportaciones, el turismo y el simple paso de personas.
Estos problemas son los que diferentes analistas y empresarios piden que se resuelvan antes de (o durante) la negociación para el ingreso de nuestro país en el proceso de integración aduanera que Guatemala y Honduras llevan adelante desde el año pasado.
En lo que va del año no ha habido un solo mes sin que se generen problemas en los pasos fronterizos los cuales se podrían haber evitado con una adecuada previsión del Gobierno.
Y es que el principal problema es de su exclusiva responsabilidad: el sistema informático de la Dirección General de Aduanas (DGA).
El más reciente problema ocurrió a mediados de marzo debido a una caída del sistema informático utilizado para los trámites comerciales y el pago de los $18 por el uso de escáneres de rayos X.
Los empresarios en sus oficinas se encontraron con que no podían hacer los trámites en línea. Los transportistas, por su parte, tuvieron que lidiar con otro problema recurrente: la lentitud (y en ocasiones negligencia) del personal de aduanas.
Es así como hasta 400 camiones llegaron a hacer una cola de 32 kilómetros, con tiempos de espera de hasta 72 horas para llegar al paso fronterizo.
En esa ocasión la presidenta ejecutiva de la Comisión Intergremial para la Facilitación de Comercio (Cifacil), Carmen Aida de Meardi, llegó a expresar que se perdieron $13 millones en exportaciones cada día que el sistema estuvo fuera de servicio.
El director de Aduanas, Carlos Cativo, explicó a este periódico que el sistema dejó de funcionar luego de un problema al intentar actualizarlo; pero un problema recurrente de este tipo, en la empresa privada, hubieran despedido al responsable por ineficiente sin pensarlo dos veces.
Las exportaciones a Guatemala y Honduras, países que ya aprobaron una unión aduanera, sumaron $354 millones hasta el mes de febrero. Son $6 millones menos que lo obtenido en el mismo período de 2015.
Lo peor es que este es un problema ya conocido por las empresas salvadoreñas. En 2014, producto de las trabas y protestas que generó la implementación de escáneres de rayos X en fronteras, las exportaciones totales bajaron en $219 millones.
En ese escenario Carmen Aída de Meardi lamentó en marzo que el plan de contingencia que tiene la DGA necesita 5 horas, desde la caída del sistema, para funcionar.
En febrero varias empresas de transporte turísticos se quejaron de que los daños en el puente El Jobo, prácticamente estaban acabando con dicha industria.
Dicho puente en la frontera Las Chinamas lleva dañado desde diciembre del año pasado, cuando los camiones de carga debieron desviarse hacia otros puntos donde encontraron congestionamiento y lentitud del personal de aduanas.
Más antes aún, al inicio del año, el sistema informático de aduanas generó atrasos y miles de cobros indebidos al actualizarse a la nueva forma de cobrar los $18 de rayos X.
De nuevo la falla del sistema obligó a hacer el trámite en la frontera, donde algunos transportistas tardaron hasta 5 horas solo para pagar por cada uno de los clientes a quienes les transportaba carga.
De manera transversal a todos estos problemas también se encuentra las fallas en infraestructura de las fronteras.
Y es que las personas particulares o turistas también sufren complicaciones y largas colas junto a los comerciantes cada vez que hay problemas.
Es por ello que constantemente se piden carreteras más amplias, más ventanillas de paso o reconstrucción de los pasos fronterizos.
¿Y la inversión?
De momento la inversión que hace el Gobierno es insuficiente para resolver todos estas dificultades.
En diciembre pasado, el director de Aduanas no ha precisado cuánto se ha invertido en servidores y sistema informático. Al consultarle solo ha dicho que desde hace seis años se fortalece esta parte, aunque la realidad no parece estar acorde a lo que él dice.
En cuanto a infraestructura, labores de mantenimiento son casi las únicas que ha impulsado este Gobierno.
La directora ejecutiva de la Corporación de Exportadores de El Salvador (Coexport), Silvia Cuéllar, explica que ya se trabaja con la creación de puntos de prechequeo comercial. Sin embargo, esta medida aún esta en fase de prueba y limitada a las zonas francas; mientras tanto, el único plan para reconstruir por completo un paso fronterizo esta ligado a cooperación internacional y no a planes del Gobierno. Dentro de los proyectos de Fomilenio II se encuentra la reconstrucción del paso fronterizo en El Amatillo, pero el diseño de la obra aún no ha iniciado. Con esta problemática en ciernes, El Salvador recibirá este día la visita del presidente de Guatemala, Jimmy Morales, quien dialogará con Salvador Sánchez Cerén para que nuestro país participe en el proceso de unión aduanera con Honduras.
Empresarios piden más agilidad en trámites para aprovechar integración
Para aprovechar el libre tránsito que traerá la unión aduanera es necesario agilizar trámites internos que no necesariamente están relacionados con la exportación. Esto según empresarios de Honduras y Guatemala que consideran que el proceso de integración marcha con lentitud.
Uno de los trámites más críticos y afectados por la burocracia es la obtención de permisos fitosanitarios.
“Por ejemplo, para certificar una planta de productos cárnicos para exportar se requiere más de cuatro meses, por eso es importante que a lo interno se haga una simplificación de todos los procesos, y que el Gobierno se vuelva un facilitador para poder exportar”, dijo al periódico La Prensa, de Honduras, una representante del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), María Rivera.
Por su parte, el ex ministro guatemalteco de Finanzas, Édgar Balsells, fue escéptico al recordar que la integración centroamericana es un proceso que nunca se ha concretado desde 1960.
Con todo el ministro de Economía de Guatemala, Rubén Morales, ha explicado a la prensa internacional que se está cumpliendo la agenda para la unión aduanera.
En los primeros seis meses del año se crearán puestos fronterizos integrados. La mejora de algunas instalaciones y la modernización de los sistemas administrativos se hará en el segundo semestre.
Jimmy Morales viene a discutir unión aduanera
Este día el presidente de Guatemala, Jimmy Morales,llegará a El Salvador para reunirse con el mandatario, Salvador Sánchez Cerén.
En el encuentro se negociará el posible ingreso de nuestro país al proceso de integración aduanera que Guatemala y Honduras llevan desarrollando desde el año pasado.
Las negociaciones para alcanzar la Unión Aduanera entre El Salvador y Guatemala se iniciaron en 2009 con la firma de un protocolo que el Congreso de Guatemala ya aprobó pero que el de El Salvador aún no.
Dicho protocolo es completamente diferente al que están desarrollando Guatemala y Honduras, lo que podría suponer un inconveniente para continuar el proceso.
En todo caso, el sector empresarial de El Salvador coincide en que es necesario avanzar en el proceso. “Queremos una integración centroamericana. Es una necesidad en un mundo competitivo donde ya se han conformado bloques comerciales”, dijo a mediados de febrero el ex presidente de la Cámara de Comercio, Luis Cardenal.
Cardenal y otros empresarios también creen que falta trabajar leyes sobre aranceles agrícolas y controles sanitarios para continuar el proceso. Aún así analistas ven con buenos ojos el proceso de nuestros vecinos ya que parte del convenio que firmaron los cinco países de la región en 2007.