Débil, con dificultad para hablar y sin haber podido recibir su quimioterapia, un joven de 16 años, fue dado de alta hoy por la mañana del servicio de Hematooncología del Hospital Rosales.
El paciente, de quien se guarda su identidad a petición de sus padres, padece de Leucemia Linfoblástica Aguda (LLA).
El martes de la semana pasada, el adolescente llegó con sus padres al hospital para la consulta que tenía programada, pero, por la condición que presentaba los médicos recomendaron que fuera hospitalizado.
Debido a la falta de cupos, el enfermo tuvo que pasar dos días en la Emergencia, apretujado en una camilla incómoda, rodeado del aire de congoja y desesperación que se respira a cada momento en el área.
Fue hasta que el jefe de Hematooncología, Héctor Valencia, pidió personalmente que lo subieran que logró ser ingresado al servicio el jueves por la noche.
Pero la carencia de medicamentos que ha afectado al servicio durante los últimos meses también alcanzó al muchacho.
El estado del adolescente ameritaba que le realizaran quimioterapias con metotrexato, que se usa para retardar el crecimiento de las células cancerosas.
“La doctora dijo que necesitaba una quimio de alta dosis de metotrexato, pero para eso necesitan ácido folínico. Estos días no ha recibido más que antibióticos y para el dolor”, expresó el padre del joven.
El doctor Valencia explicó que el ácido folínico es usado cuando se ponen dosis altas de metotrexato. El ácido folínico tiene la función de quimioprotector, defendiendo el tejido sano de los efectos secundarios que podría provocar el alto nivel de toxicidad del metotrexato.
Aunque la falta de quimioterapia era algo que esperaban por la falta del ácido folínico, el aviso de que el joven era dado de alta sin haber podido recibir el tratamiento no dejó de preocupar a sus padres.
“Le dieron el alta porque no hay más que hacer. Está estable por la gracia de Dios, pero sin medicamentos”, comentó su padre.
Crisis en el servicio
Durante los últimos días los padres percibieron la preocupación que existe entre médicos y parientes de pacientes por la carencia de medicamentos en el servicio.
Escuchaban en los pasillos las dificultades de otros padres intentando buscar las medicinas en droguerías o haciendo solicitudes para que el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) les preste los fármacos.
Mientras tanto, la pesadumbre persigue al jefe del servicio al tener que ver cómo pacientes que habían logrado ser estabilizados comienzan a decaer por la falta de medicinas, sin que puedan proponer más alternativas.
En países con mayores recursos los médicos tienen la posibilidad de probar con distintos tratamientos, lamentablemente la realidad del Rosales limitan la cantidad de métodos alternos con los que pueden tratar a los pacientes, comentó Valencia.
Actualmente hay al menos nueve tipos de medicamentos que están desabastecidos en el hospital.
“¿Cuál es la tristeza de todo esto? Hay pacientes con leucemia que nosotros arañando los tratamos y si encima usted no tiene los medicamentos, pues uno, ¿qué más puede hacer? No hay una salida”, declaró el especialista.
Para Valencia la situación es terrible; declaró que muchos de estos pacientes ya habían pasado meses hospitalizados en condiciones críticas, pero gracias al esfuerzo del personal de enfermería, de medicina, del gasto y sacrificio de sus familias habían logrado salir de esa situación para pasar al tratamiento de sostén.
“Si algunos recaen aún con la medicina, con mucha razón si no la tienen”, manifestó el médico.
Además del ácido folínico hacen falta la talidomida, hidroxiurea, la vincristina, bleomicina, paclitaxel, metotrexato oral, tamoxifeno e interferon alfa.
“Son medicamentos que todos los días tenemos que usar”, expuso Valencia.
El interferon es el fármaco que lleva más tiempo de escasez con seis meses sin haber sido abastecido. Es usado en pacientes delicados con leucemias raras, como la leucemia de células peludas.
El interferon era el medicamento efectivo para ese tipo de leucemia en la década de los 80, aunque se han desarrollado fármacos más nuevos, estos no han ingresado a El Salvador.
Es más, después de seis meses de escasez, los médicos tuvieron que regresar a la esplenectomía, retiro del bazo, que es el tratamiento más antiguo para la enfermedad.
También los pacientes con melanomas, que son tumores altamente agresivos, son tratados con interferon.
“Se ha mandado a algunos de los pacientes a la oficina por el derecho de la salud, pero hasta la fecha ninguno de ellos ha recibido el medicamento”.
Valencia ha tenido que firmar muchas peticiones de pacientes que han pedido el medicamento al ISSS.
En farmacias, el interferon puede adquirirse por alrededor de $200 y $300.
Los costos del resto de medicamentos también tienden a ser altos, y muchas familias realizan sacrificios para comprarlos.
Sin embargo, en el caso del ácido folínico, hay un desabastecimiento también en las droguerías particulares. En el servicio consiguieron unos frascos para un paciente a través del Hospital Bloom.
El padre del adolescente con leucemia logró comprar seis frascos, pagando $120, en septiembre del año pasado para que su hijo recibiera su quimioterapia. En ese entonces ya no había en el Rosales.
Esta semana intentó volver a comprarlos, pero en la droguería le dijeron que ya no había porque hubo alta demanda del medicamento.
Después de recibir la noticia del alta, el padre del adolescente intentó preguntar una vez más si su hijo podría recibir la quimioterapia, pero le recordaron que sin el ácido folínico no la recibirá.
Le pidieron llegar de nuevo el martes de la próxima semana con la esperanza de tener el fármaco para ese día.
“Sería bueno de que las autoridades que les corresponde movilicen esto, porque no solo es mi hijo es un montón de pacientes con el mismo problema”, expresó, mientras él y su esposa buscaban cómo conseguir un vehículo para no tener que llevar en bus a su hijo hasta San Francisco Chinameca, La Paz.
Justo ayer, la altruista, Patty Saade, logró recolectar $440 para comprar 12 frascos de ácido folínico para otra paciente de 21 años, que también está ingresada sin recibir la quimioterapia.
Saade logró encontrar una droguería que sí tiene el fármaco en Honduras por un costo de $35.28 cada frasco. En el país valen $22.85.
“Es como si cada medicamento tuviera una historia, que es algo que la gente administrativa no puede ver porque no tiene enfrente al paciente con su necesidad”, declaró el doctor Valencia, con amargura en su voz ante la crisis en el servicio.
Faltan medicamentos oncológicos básicos
1 Talidomida. Sirve para reforzar el sistema inmunitario y combatir las células cancerosas.
2 Hidroxiurea. En el Rosales es usada para diversas enfermedades y mantener estables a los pacientes. El medicamento ha faltado desde hace tres meses en el hospital. Los pacientes pueden entrar en crisis al no recibirlo.
3 Ácido Folínico. Es administrado después del metotrexato, como un protector de los efectos de la fuerte quimioterapia. Tiene varios meses en desabastecimiento.
4 Vincristina. Es combinado con medicamentos de quimioterapia para el tratamiento de diversos tipos de leucemia.
5 Bleomicina. El antibiótico es usado para desacelerar o impedir el crecimiento de las células cancerígenas.
6 Interferon alfa. El fármaco es capaz de retardar el crecimiento de un tumor, también es utilizado para impedir la multiplicación de las células cancerosas. El medicamento se da para pacientes delicados con leucemias raras, como la leucemia de células peludas y pacientes con melanomas.
7 Metotrexato oral. Sirve en los tratamientos de sostén de Leucemia Linfoblástica Aguda (LLA).
8 Tamoxifeno. Dicho fármaco es descrito como un modulador selectivo de los receptores de estrógeno. Se usa como terapia complementaria para distintos tipos de cáncer.
9 Paclitaxel. Utilizado para el tratamiento del cáncer, ya que es capaz de detener la propagación de las células cancerosas.