El día de tu boda debe ser un día lleno de risas, recuerdos tiernos y sobre todo de amor. Obviamente siempre hay algo que no sale de acuerdo con lo planeado.
A continuación, 8 cosas que debes evitar a toda costa el día de tu casamiento:
1. Buscar algo
Una de las peores cosas que pueden pasarte el día de tu casamiento es no encontrar algo. El anillo de compromiso, algo prestado, los aretes de la dama de honor, no importa qué, tratar de encontrar algo en medio de todo lo que pasa es algo que no debería verse obligada a hacer.
Para evitar ese problema, esmérate en tener todo listo la noche anterior. Preocúpate por ti (y quizá tu novio), pero deja que todos los demás se hagan cargo de sus cosas.
Elabora una lista de todo lo que necesitas para el gran día y ve tachando una por una a medida que te asegures de que todo está en su lugar para el día siguiente. Lo último que necesitas hacer el día de tu casamiento es ponerte frenética tratando de encontrar un tocado de repuesto porque olvidaste el tuyo en el auto antes de salir para la iglesia.
2. Preguntar a otros qué les pareció tu boda
Algunos aprendimos por las malas que no a todos les gustó lo que para nosotros fue una boda de ensueño. Cada uno tiene su propia idea de cómo tiene que ser un casamiento y quizá tu estilo sea más informal que el de tu amiga que tuvo una boda muy formal. Está bien.
Cada uno está en su derecho de tener una opinión pero para evitar que las opiniones peyorativas de alguien arruinen tu visión acerca de tu día más feliz, no preguntes. Pueden decirte cuánto les gustó el lugar elegido, o el tema, o los colores, pero no vaya a pedirles su opinión. Tal vez no te guste lo que escuches.
3. Preocuparte por el tiempo
Si siempre soñaste con una boda al aire libre, pero vives en un lugar de lluvias constantes, prepárate para lo peor. Sí, puedes organizar de todos modos una ceremonia al aire libre, pero asegúrate de tener un lugar de reserva en caso de que el la Madre Naturaleza no se comporte bien.
De esa manera no tendrás que estresarte por lo que pueda pasar si llueve. Ya sabes lo que harás en caso de que ocurra. Además ¡La lluvia el día del casamiento trae buena suerte!
4. Preguntarte si habrás elegido bien
El día de tu boda no es precisamente el momento para preguntarte si te estarás casando realmente con la persona indicada. Para eso son las salidas románticas y el período de compromiso.
Tienes que estar segura de tu decisión cuando estés parada frente el altar con tu novio. Es natural que estés nerviosa y deberías saber que el matrimonio no es fácil, que pelearán, que pasarás momentos difíciles, pero si están seguros de que se aman, y entienden que se trata de un proceso, todo estará bien.
5. Estresarte
¿Quién no se estresa el día de su casamiento? Puede resultar difícil evitarlo, pero tienes que evitar la mayor parte del estrés delegando. Tienes una dama de honor por una razón; no tengas miedo de ponerla a cargo de algunas cosas. Si tienes un wedding planner, es todavía mejor.
Lo último que necesitas es estresarte por cómo irá la gente de la iglesia a la fiesta. Se supone que debes disfrutar de este día. Tu única preocupación debe ser decir “Sí, quiero” en el momento indicado.
6. El tránsito
El tránsito es una cuestión difícil. Si tu ceremonia es en un lugar diferente de la recepción, es posible que debas lidiar con el tránsito. Para no preocuparte ni estresarte por ir de un lugar a otro, asegúrate de darte y dar a tus invitados mucho tiempo entre un evento y otro.
Es mejor llegar temprano, tener tiempo para relajarte y disfrutar antes que estar atascada en medio del tránsito comiéndote las uñas bien pintadas, preocupada por no llegar a tiempo para el primer baile.
7. Intoxicación
No comas nada que no te resulte conocido. Puede resultar romántico servir ostras en la cena de casamiento, pero si nunca antes las comiste, ¡pueden caerte mal! Trata de servir alimentos que hayas probado, sabiendo que no te producen alergia y que hay un bajo riesgo de que te caigan mal.
Toma un desayuno saludable para poder darte gustos durante la recepción, pero trata de no excederte ya que también querrás disfrutar la noche de bodas.
8. Dramas familiares
Da la sensación de que cuando hay un casamiento, hay un drama familiar. Todos los primos alejados desde hace tiempo que dejaron de hablarte hace años se reunen en un lugar para agasajarte, pero sencillamente parecen querer revivir el pasado. Es posible que no puedas eliminar totalmente el drama, pero apártate.
No participes en las sesiones de chismes ni te rodees de personas que sabes que van a pelear. Invita a todos, ubícalos en mesas diferentes, y aléjate de cualquier drama que veas que se acerca. Por mucho que trates de preparar y planear tu gran día, siempre surgirán cosas.
Trate de planear cualquier posible problema de antemano pero si alguno se presenta, adelante. No dejes que te impida disfrutar de tu día. No dejes que pequeños inconvenientes arruinen la imagen general de tu magnífico día.