Desde 2011, Jorge Daboub ha ejercido como presidente de la ANEP, la gremial cúpula del sector empresarial del país. En este período -argumenta- ha puesto en marcha la razón de ser de la institución, que incluye luchar por la libertad y la seguridad democrática en El Salvador.
Para el dirigente, la ANEP debe luchar por que se respeten no solo los derechos del sector privado, sino también los de la población en general.
Daboub dejará el cargo el 28 de abril y se prepara para “pasar la batuta”.
¿Cómo visualiza la situación económica del país?
Creo que El Salvador lleva ya varios años de un bajo crecimiento. De hecho, en los últimos años hemos estado a la cola de América Latina, no solo de Centroamérica, en el crecimiento, y esto es el resultado de toda la inestabilidad política, la inseguridad jurídica, la inseguridad de las personas, que son los factores que inciden en la inversión en un país.
Yo creo que siempre que se habla de economía, y siempre que hay propuesta para resolver el problema económico, si no se atiende el problema estructural de la institucionalidad, de la democracia, de la seguridad, las cosas no van a funcionar.
Por otro lado, tenemos el tema fiscal del país, que sigue siendo un serio problema. El déficit fiscal continúa incrementando año con año, tenemos endeudamiento arriba de los mil millones de dólares al año, con una deuda llegando a los 16 mil millones de dólares, con serios problemas de flujo de caja del Gobierno.
¿Qué propondría usted para resolver el problema fiscal?
La forma sostenible para resolver el problema fiscal necesita de dos partes que no han sido consideradas por el Gobierno: la primera es ser responsable con su gasto. Cuando un gobierno es incapaz de cambiar la realidad de la gente, intenta regalar todo lo que no tiene para de alguna manera mantener a la gente tranquila.
El segundo es el crecimiento económico. Cada 1% que crece la economía del país son 100 a 120 millones de dólares adicionales en impuestos que recibe el Estado, y entre 10 y 12 mil fuentes de empleo nuevos que recibe la sociedad. Pero el crecimiento económico requiere de disciplina, de políticas públicas inteligentes, de propuestas serias y eso es en lo que al Gobierno no le gusta meterse.
¿Cuál es su valoración sobre las medidas de seguridad?
El gobierno tiene ya un presupuesto que debería ser utilizado para resolver el problema de seguridad, no les está bastando eso y les pusieron a los salvadoreños el impuesto de la telefonía, y las cosas siguen igual. Ahora vienen a pedir 100 millones de dólares más en préstamos. El Gobierno, a mi juicio, es un especialista en meternos en crisis para pedirnos dinero. El juego que están jugando es: ‘te meto en crisis, te pido dinero y te meto aprobación de leyes’, que en otras condiciones nadie las aceptaría, para ir resolviendo las cosas, que al final no se están resolviendo.
¿Cuáles han sido sus logros como presidente de ANEP?
En resumen serían tres puntos: un sector privado claro, saber adónde estamos y adónde vamos. Segundo, es una defensa firme de la institucionalidad democrática y del país; y tercero, es una sociedad que, en este ejercicio de debate de ideas, ha entendido que debe irse involucrando más en el quehacer del país, porque si no nos metemos, si no exigimos, entonces al final terminaremos teniendo un país peor de lo que encontramos.
Hoy, yo me atrevo a decir, que las 51 gremiales de ANEP están claras que los principios de una sociedad libre, que hemos defendido, son los únicos que pueden garantizarnos un futuro sostenible en el país.
Ttenía dos opciones (cuando empecé mi labor como presidente de la ANEP): negociar con el Gobierno para que pudiéramos hacer negocio, y perder el país y la patria, o defender los principios de una sociedad libre, aunque esto nos costara los problemas que hemos tenido.
Lo primero nos hubiera dado pan para hoy hambre para mañana, pero lo segundo nos garantiza, no solo que hemos actuado responsablemente con los empresarios, con los empleados y con la sociedad, sino que podemos decir que estamos construyendo país para nuestros hijos.
¿Cuál considera que debe ser el perfil de un presidente de la ANEP?
Primero la vocación, porque esto es un trabajo ad honorem, no recibimos ni un centavo por esto. Y el tema de tener claro los principios que ya antes he mencionado. Son las dos características indispensables.